“Santa Fe va camino a una provincia feudal”: Lehmann acusa a Unidos de someter la Justicia a los “antojos” de Pullaro
En el streaming especial «El diario de la Reforma» que produce el diario digital politicadesantafe.com, la líder de la Coalición Cívica en Santa Fe y convencional de Somos Vida y Libertad cuestionó el dictamen de la Comisión del Poder Judicial de la Convención Constituyente. Aseguró que el diseño del Consejo de la Magistratura, el MPA y el Tribunal de Enjuiciamiento subordina a fiscales y jueces al Ejecutivo, denunció “una puesta en escena” sin consensos y anticipó que judicializarán en la Corte Suprema si el texto se aprueba.
Lucila Lehmann, líder de la Coalición Cívica en Santa Fe e integrante del bloque Somos Vida y Libertad en la Convención Constituyente, salió con los tapones de punta contra el dictamen de la Comisión del Poder Judicial y, en general, contra el rumbo del proceso de reforma. “Unidos usa su mayoría automática para someter al Poder Judicial a los antojos del gobernador Pullaro”, dijo en el programa especial de la reforma de politicadesantafe.com. Y advirtió: “Santa Fe va camino a convertirse en una provincia feudal”.
Un dictamen que subordina la Justicia al poder político
Para Lehmann, el corazón del problema es el andamiaje institucional que el dictamen propone para el Consejo de la Magistratura, el Ministerio Público de la Acusación (MPA), la Corte y el Tribunal de Enjuiciamiento. “Con este dictamen el gobernador puede poner y sacar fiscales y jueces ordinarios como quiere”, sostuvo.
“Santa Fe va camino a una provincia feudal si se concentra el poder judicial en el Ejecutivo.”
Entre los puntos que cuestiona, enumeró que el MPA “deja de ser extrapoder”, con un fiscal general designado por el gobernador, lo que en su lectura coloca “todo el proceso acusatorio bajo la órbita del Ejecutivo”. También criticó que los jueces de la Corte puedan ser aprobados por mayoría simple de la Legislatura y que el Tribunal de Enjuiciamiento quede “compuesto en su mayoría por legisladores”, algo que —según su advertencia— habilita la disciplina política sobre magistrados y fiscales.
La convencional defendió la propuesta de su espacio: “Órganos técnicos, con carrera judicial, mérito y concursos vinculantes; despegar la política de la Justicia lo máximo posible”. Dijo haber tomado referencias del modelo de Chubut y de experiencias europeas y españolas. “Mantienen un esquema que ya fracasó, como el Consejo de la Magistratura nacional y provincial. Tuvimos una oportunidad histórica de mejorar y primó el interés del poder”, lamentó.
“Con este dictamen, el proceso acusatorio queda bajo la órbita del gobernador.”
Lehmann ató la discusión institucional al contexto de violencia y narcotráfico en la provincia. “Santa Fe está atravesada por un narcotráfico que financia campañas, que pone gente en la Justicia y en la política. No es lo que vemos en las series: necesitamos fiscales y jueces con garantías para investigar”, subrayó. Contó que habló con fiscales amenazados y apuntó a “disciplinamientos” del pasado: “Ya vimos lo que pasó cuando el Senado se abroqueló en la causa Traferri; hoy hay fiscales desesperados, a la deriva”.
Para Lehmann es todo una puesta en escena
La dirigente cuestionó el funcionamiento de la Convención. “Se habló de consensos, pero sólo interesó el número”, aseguró. Señaló la baja participación electoral —“votó un 40%”— y describió un trámite “a tontas y a locas” en sesiones extraordinarias, con mayoría construida “angurrientamente”. Relató que en la Comisión de Justicia “se conoció el proyecto del oficialismo recién un día antes” y que la discusión real “se dio a puertas cerradas entre ellos, con cuartos intermedios encadenados”, en lugar de un debate abierto “de cara a la gente”.
También cargó contra algunos medios provinciales que no están contando los detalles de la convención y solo republican lo que envían de manera oficial. “Los grandes medios, más que hacer periodismo, están haciendo propaganda”. Agradeció que el tema ganara visibilidad nacional y habló de un gobierno “de tinte personalista, muy peligroso”.
Mayoría versus consenso y las “pequeñas victorias”
Frente al argumento oficialista —que recuerda que en la Constitución de hace seis décadas hubo artículos aprobados por mayorías simples—, Lehmann replicó que “las instituciones y la República no son negociables”. “Si durante años nos llenamos la boca hablando de república y de instituciones fuertes, eso vale cuando gobierna uno y cuando gobierna el otro”, planteó.
Aun así, señaló dos “pequeñas victorias” en las comisiones: haber evitado la incorporación de DNU y facultades delegadas para el Ejecutivo, y que el régimen de persecución penal quedara formalmente fuera de la órbita directa del gobernador, aunque remarcó que “de hecho, con el diseño del MPA, vuelve a concentrarse”.
La judicialización si se roza la inconstitucionalidad
Si el texto avanza en el plenario, Lehmann anticipó una batalla judicial. “Si hay inconstitucionalidades en la nueva Constitución, vamos a llevar el caso a la Corte Suprema. El artículo 5 de la Constitución Nacional exige independencia de poderes; acá se viola el régimen republicano”, afirmó. Y advirtió sobre el riesgo de “hegemonía” no solo para la actual gestión sino para las futuras: “Esta Constitución tiene que durar muchos años. Si mañana viene alguien que está totalmente loco, con este diseño puede hacer lo que se le antoje”.
Consultada por trascendidos sobre quiebres en bloques opositores, la referente de la Coalición Cívica negó fracturas en Somos Vida y Libertad. Admitió “matices” en la Comisión de Justicia —su proyecto “100% técnico, cero política” frente a uno “más realista” del bloque— y diferencias en el artículo sobre religión, con miradas distintas entre evangelistas y católicos. “Son discrepancias normales; en el recinto vamos a votar igual”, afirmó. Y contraatacó: “Las lastimaduras las tuvo Unidos, con gente votando en contra de sus principios por una bajada de línea”.
Para cerrar, evaluó en términos políticos el resultado probable: “Lamentablemente no va a salir una buena Constitución. Los costos se van a ver en unos años y quizá haga falta otra reforma para corregir errores cometidos por mediocridad y angurria de poder”.