La sanción de la nueva Constitución Provincial marcó un hito en la historia política de Santa Fe. El proceso, atravesado por intensos debates y la construcción de consensos mayoritarios, tuvo en el Partido Socialista a uno de sus actores centrales, confirmando una vez más su tradición reformista y su vocación de colocar a la provincia a la vanguardia nacional.
El Socialismo santafesino no llegó a esta instancia de manera improvisada. A lo largo de las últimas décadas, figuras como Hermes Binner y Miguel Lifschitz habían intentado, sin éxito, concretar una reforma que modernizara la Carta Magna de 1962. Hoy, bajo el liderazgo de Clara García, con la energía de dirigentes jóvenes como Lionella Cattalini y con la voz institucional de referentes como Joaquín Blanco, el partido se convirtió en garante indiscutido de este proceso histórico.
Una tradición reformista que se concreta
El Socialismo acompañó con protagonismo en todos los planos: desde los convencionales constituyentes que ocuparon bancas en la Convención, hasta los equipos técnicos que aportaron ideas y redactaron propuestas, pasando por los dirigentes que desde afuera empujaron el consenso político necesario.
En ese marco, Joaquín Blanco, secretario general del Partido Socialista en Santa Fe, expresó: “Santa Fe se pone a la vanguardia nacional. Vamos a tener la mejor Constitución del país”. El dirigente subrayó además que el nuevo texto incorpora derechos de tercera generación y herramientas de control institucional que colocan a la provincia en un lugar destacado: “Si el viernes se jura la nueva Constitución, el lunes podría estar publicada y en vigencia. Es un salto institucional enorme que marca una diferencia respecto de otras provincias”.
Diálogo, responsabilidad y futuro
La diputada provincial Lionella Cattalini, una de las dirigentes jóvenes que aportó su voz en la Convención, sostuvo que “Santa Fe va a tener la Constitución más moderna del país, fruto de un proceso donde hubo diálogo, escucha y acuerdos que parecían impensados”. También resaltó que la reforma no se trata solo de cambios institucionales, sino de una herramienta para mejorar la vida cotidiana de los santafesinos: “Hablamos de un texto que pone en el centro a la ciudadanía, que amplía derechos y que reconoce nuevas realidades sociales”.
Por su parte, Clara García, presidenta de la Cámara de Diputados y referente histórica del Socialismo, destacó el clima de trabajo que hizo posible el consenso: “Lo que hemos logrado en Santa Fe es producto del diálogo y la responsabilidad. Nadie se puede adueñar de este triunfo porque es de todos los santafesinos”. La legisladora añadió que “esta Constitución reconoce la diversidad política y social de la provincia y, al mismo tiempo, proyecta un modelo más democrático, justo y transparente”.
Santa Fe a la vanguardia
La reforma constitucional, que será promulgada en los próximos días, coloca a la provincia en un lugar destacado dentro del mapa político argentino. Avances en materia de derechos sociales, autonomía municipal, reconocimiento de colegios profesionales y la ampliación de herramientas de control institucional son algunos de los puntos salientes del nuevo texto.
En todos ellos, el Socialismo jugó un papel activo y determinante. En palabras de Joaquín Blanco: “Esto no es un punto de llegada, sino de partida. A partir de ahora tenemos la responsabilidad de que la Constitución se cumpla y transforme la vida de las personas”.
El Socialismo, que durante décadas reclamó una reforma que modernizara la Carta Magna, encontró en este proceso una oportunidad para dejar huella. Con dirigentes de distintas generaciones, logró conjugar historia, presente y futuro en una Constitución que ya es reconocida como una de las más avanzadas del país.