La Federación Aceitera difundió un duro documento político en la recta final de la campaña electoral. Cuestiona la reforma laboral, la pérdida de derechos y la represión social, y llama al voto consciente contra quienes “representan los intereses empresariales y no los de los trabajadores”.
En un contexto social marcado por el ajuste económico, la pérdida del poder adquisitivo y la discusión sobre una nueva reforma laboral, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIOD y ARA) difundió un documento contundente que se convirtió en una de las expresiones sindicales más claras de las últimas semanas: un llamado al voto responsable desde la perspectiva del movimiento obrero.
Titulado simplemente “No votar…”, el texto funciona como una declaración política dirigida tanto a la militancia sindical como a toda la clase trabajadora, en la antesala de las elecciones legislativas nacionales. El mensaje —publicado por la Comisión Directiva Nacional— advierte sobre la necesidad de “no acompañar con el voto a quienes atentan contra los derechos laborales” y subraya la responsabilidad colectiva de los trabajadores frente al rumbo político y económico del país.
Un documento con nombre y destino: “No votar a los que precarizan, reprimen y entregan el país”
El escrito, difundido por redes sindicales y medios especializados del sector, repasa punto por punto las decisiones y políticas adoptadas en los últimos meses por el gobierno nacional y sus aliados legislativos.
Sin mencionarlos explícitamente, el texto apunta directamente al oficialismo libertario y a los bloques parlamentarios que apoyaron la Ley Bases, señalando que esa norma “facilitó despidos, eliminó indemnizaciones agravadas, amplió el período de prueba y legalizó el fraude laboral”.
“Nos dijeron que precarizaban el trabajo para que haya más inversión, mejores salarios y más puestos de trabajo, y no pasó ninguna de esas cosas”, afirma el documento, en una crítica directa al discurso económico del gobierno de Javier Milei.
Los aceiteros denuncian que detrás del eufemismo de “modernización” o “reforma”, lo que se esconde es una política deliberada de flexibilización y pérdida de derechos, con consecuencias visibles: caída de convenios, ampliación de la jornada laboral sin pago de horas extras y debilitamiento del poder sindical.
Contra la desigualdad y el ajuste social
La Federación también se pronuncia sobre otras medidas económicas que, según el gremio, afectan directamente a los trabajadores.
El texto cuestiona la reinstalación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, la dificultad de acceso a las jubilaciones, la represión a los manifestantes y el recorte del financiamiento público a áreas estratégicas como la salud, la educación y la ciencia.
“No votar a los que desfinancian al Garrahan y a nuestros hospitales, a las universidades y a la ciencia, y le quitan las pensiones a miles de discapacitados por razones laborales”, advierte el documento, enumerando las consecuencias sociales de la política de ajuste.
En el mismo sentido, denuncia el deterioro de la inspección sanitaria y la liberalización de normas de control sobre medicamentos y alimentos, en un contexto en el que “circulan productos contaminados y sin control estatal”.
Un llamado a la memoria y a la responsabilidad
El cierre del comunicado condensa su espíritu más político y reflexivo. “No olvidemos nunca que los trabajadores también somos responsables de nuestro destino”, sostiene la Comisión Directiva, en un mensaje que interpela a las bases gremiales y apunta a la conciencia colectiva del voto obrero.
El texto se inscribe en una tradición histórica del sindicalismo industrial argentino: la de defender el trabajo y la soberanía frente al capital concentrado y a los gobiernos que legislan para sus intereses.
La Federación Aceitera, que integra a los trabajadores de uno de los complejos exportadores más importantes del país, vuelve a posicionarse como una voz crítica, autónoma y coherente, reivindicando el papel político del movimiento sindical en el debate público.
Entre la defensa del trabajo y la política nacional
La difusión del documento ocurre en un escenario donde las tensiones entre el gobierno y el sindicalismo se profundizan, especialmente a partir de las medidas económicas y las reformas proyectadas. Mientras el Ejecutivo insiste en la necesidad de “ordenar el mercado laboral”, las organizaciones gremiales denuncian que ese camino conduce a un modelo regresivo.
Con esta declaración, la Federación Aceitera busca reinstalar la discusión sobre el voto obrero, recordando que la clase trabajadora —históricamente motor de las transformaciones sociales en Argentina— no es ajena a las decisiones electorales que definirán el rumbo del país.
“El voto no es una herramienta neutra —resumen en el cierre—. Es un acto de conciencia. Porque el futuro del trabajo y de la patria depende, también, de lo que elijamos este domingo.”



