La Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados de Santa Fe recibió este miércoles a representantes de los trabajadores de Algodonera Avellaneda, empresa perteneciente al Grupo Vicentín, que mantiene sus puertas cerradas y adeuda los salarios de octubre.
El encuentro, encabezado por el diputado Joaquín Blanco (PS-Unidos), se desarrolló en un clima de fuerte preocupación ante la posibilidad de que se profundice el conflicto en una región ya castigada por la recesión y la caída del empleo industrial. “Hay una situación de incertidumbre respecto del futuro de la fábrica. La crisis del sector textil y la falta de confianza en el grupo Vicentín agravan la situación. Debemos ser serios y, entre todas las partes, encontrar soluciones que permitan no perder los puestos de trabajo”, expresó Blanco.
La situación de Algodonera Avellaneda es un reflejo de un problema más amplio. Desde agosto de 2024, la empresa operaba con apenas el 30% de su capacidad productiva, y en octubre debió paralizar completamente la producción, interrumpiendo la cadena de pagos y dejando a más de 250 familias del norte santafesino sin ingresos.
Entre la crisis del sector y la desconfianza sobre Vicentín
Los trabajadores denunciaron que la falta de materia prima y la ausencia de garantías financieras se suman a la parálisis general del Grupo Vicentín, actualmente sometido a un proceso de cramdown judicial (instancia en la que terceros pueden proponer alternativas de rescate empresarial). Blanco sostuvo que “sería muy importante que dentro de ese proceso se incluya la continuidad productiva de la Algodonera Avellaneda”.
El legislador socialista advirtió además sobre el impacto del modelo económico nacional en las industrias regionales: “Con este modelo, las crisis en el sector industrial son cada vez más recurrentes. La apertura importadora no debe desmantelar la capacidad de agregar valor en las provincias algodoneras”, remarcó.
En la misma línea, Juan Carlos Bandeo, delegado del Sindicato de Textiles de Reconquista, describió la situación como crítica: “El sector está quebrado. La apertura de importaciones hizo mucho daño. Nosotros cobramos por quincena y en octubre no nos dieron nada. Estuvimos reunidos con la empresa y no hay expectativas; no tienen materia prima y no hay garantías de continuidad”, señaló.
250 familias en vilo y la búsqueda de una respuesta política
La reunión en la Legislatura reunió a diputados de todo el arco político, lo que permitió consensuar un diagnóstico común sobre la gravedad del conflicto. Participaron los legisladores Carlos Del Frade (Frente Amplio por la Soberanía), Mariano Cuvertino, Sergio Rojas y María del Rosario Mancini (PS – Unidos), Silvana Di Stefano, Martín Rosúa y Dionisio Scarpin (UCR – Unidos), Astrid Hummel (PRO – Unidos), Celia Arena (Hacemos Santa Fe – PJ), Lucila De Ponti (PJ), Beatriz Brouwer (Somos Vida) y Nicolás Argañaráz (Inspirar).
“Debemos entender que hay 250 familias del norte que están sufriendo, y necesitamos una solución que contemple tanto al Estado provincial como al nacional”, concluyó Blanco.

Recesión y decisiones empresariales: un combo de difícil salida
El conflicto de Algodonera Avellaneda expone un escenario estructural donde las decisiones empresariales y la recesión nacional confluyen en un círculo de deterioro social y económico. La planta, uno de los pilares del entramado industrial del norte santafesino, era también un símbolo de la diversificación productiva de Vicentín, hoy en crisis.
El cierre temporario no solo impacta en los trabajadores directos, sino también en los talleres, transportistas, cooperativas y pequeños proveedores que dependían de su actividad. En ese contexto, el pedido de los sindicatos y los legisladores apunta a que el Gobierno provincial interceda activamente para evitar el desmantelamiento de la empresa y garantizar algún tipo de asistencia económica transitoria.
Hacia un compromiso institucional
El encuentro en la Cámara de Diputados fue valorado por los gremios como un gesto político necesario, pero insuficiente si no se traduce en medidas concretas. La expectativa es que en los próximos días se convoque a una mesa de trabajo entre el Ejecutivo provincial, el Ministerio de Producción, representantes sindicales y el propio grupo empresario.
Más allá de la coyuntura, la crisis de Algodonera Avellaneda reabre el debate sobre el modelo industrial santafesino, la falta de políticas diferenciales para las economías regionales y el impacto del ajuste nacional en el empleo del interior profundo.



