Sobre el límite que marca la nueva Constitución santafesina, el Gobierno de Maximiliano Pullaro enviará este viernes a la Legislatura el proyecto de Presupuesto General de Gastos y Recursos 2026. Será —como anticipan desde Casa Gris— un presupuesto equilibrado, con leve superávit, ajustado a las pautas macroeconómicas del plan nacional, y con la promesa de sostener la inversión en educación, seguridad, salud y obras públicas. Pero también, con la decisión de mantener la política de ajuste y actualización tarifaria que marcó el pulso fiscal de los últimos meses.
Una presentación al límite del calendario y en medio de un contexto político sensible
La nueva Carta Magna, reformada este año, extendió hasta el 31 de octubre el plazo para que el Ejecutivo provincial presente su proyecto de presupuesto. Y el Gobierno aprovechará ese margen al máximo: el ministro de Economía, Pablo Olivares, y su par de Gobierno, Fabián Bastia, ultimaron los detalles técnicos y políticos del mensaje que ingresará este viernes por la mesa de entradas de la Cámara de Diputados.
La reunión de Olivares y Bastia con legisladores de Unidos para Cambiar Santa Fe, realizada el miércoles en Casa Gris, sirvió como antesala de la presentación. En ese encuentro, se delinearon los ejes centrales del proyecto: continuidad de la política fiscal actual, prudencia en el gasto, priorización de áreas sensibles y un equilibrio macro alineado al Presupuesto Nacional 2026, actualmente en debate en el Congreso.
“Será un presupuesto equilibrado, con las pautas nacionales, enfocado en seguridad, educación, salud, infraestructura y producción”, resumió uno de los legisladores presentes.
El equilibrio fiscal como bandera política
Olivares ratificó ante los diputados que el Ejecutivo santafesino continuará con la línea de equilibrio fiscal que definió la gestión desde su inicio, en diciembre de 2023. De hecho, el proyecto prevé un leve superávit primario, sostenido por una fuerte contención del gasto público, una política tarifaria que busca acercar precios al costo real de los servicios y un esquema tributario que no mostrará grandes modificaciones respecto al actual.
El ministro Bastia, por su parte, realizó una lectura política del escenario: “Hay que sostener las prioridades, administrar con responsabilidad y continuar el ordenamiento del Estado”, fue la síntesis que trascendió del encuentro.
En la práctica, esto implica la continuación del plan de ajuste iniciado en 2024, con actualizaciones en las tarifas de agua y energía, reducción de transferencias discrecionales y control del gasto salarial. Todo en un contexto donde los gremios estatales y docentes presionan por reabrir las paritarias frente a la pérdida del poder adquisitivo, mientras el Gobierno provincial insiste en que “las cuentas deben seguir equilibradas”.
Obras públicas y emisión de deuda
Uno de los puntos que generó debate entre los legisladores fue la continuidad del plan de obras públicas y la autorización para emitir bonos por hasta mil millones de dólares en los mercados internacionales, una herramienta que el Gobierno ya había incluido en la ley de Endeudamiento de 2024.
Olivares confirmó que el Ministerio de Economía nacional avaló la operación y que el equipo económico sigue de cerca la evolución del riesgo país para definir el momento de salida al mercado. “La emisión sigue en análisis, pero está dentro del esquema de financiamiento estratégico”, señaló el funcionario.
Mientras tanto, el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, mantuvo reuniones en la Legislatura para detallar el avance del programa de infraestructura y logística, en especial los proyectos de ingreso a los puertos del sur santafesino, obras clave para el desarrollo exportador.
Un presupuesto con continuidad, pero sin sorpresas
En términos técnicos, el Presupuesto 2026 replica los lineamientos de su antecesor: prudencia fiscal, cumplimiento de metas y ajuste gradual del gasto. Las prioridades declaradas —seguridad, educación, salud e infraestructura— se mantienen como pilares, aunque sin nuevos anuncios.
El ministro Olivares fue claro: “Debe existir consistencia entre equilibrio fiscal y paz social”. Una definición que refleja la tensión entre los objetivos de orden financiero y las demandas crecientes de los sectores laborales.
De hecho, en su análisis sobre el Presupuesto Nacional 2026, Olivares advirtió que las proyecciones macroeconómicas del Gobierno de Milei “subestiman variables clave” como inflación y tipo de cambio, y que la baja inversión pública prevista “hace difícil pensar en un escenario de crecimiento”.
Santa Fe, en ese marco, buscará sostener su propio equilibrio mientras reclama por los fondos nacionales que aún no fueron transferidos, especialmente los vinculados al déficit de la Caja de Jubilaciones, deuda que ya supera un billón de pesos.
Tratamiento legislativo y horizonte político
El proyecto será ingresado por Diputados y su tratamiento formal se prevé para diciembre, durante las sesiones extraordinarias, en paralelo con la Ley Tributaria 2026. El oficialismo intentará coordinar el trabajo con el Senado para agilizar la aprobación y evitar demoras que afecten el inicio del próximo ejercicio.
La presentación del Presupuesto se produce, además, en un momento político clave para la gestión de Pullaro, que viene de sufrir un fuerte revés electoral y necesita recomponer su autoridad interna mostrando gestión y previsibilidad.
El mensaje económico será, por lo tanto, una señal doble: hacia adentro, de disciplina y continuidad; hacia afuera, de cumplimiento y estabilidad, en sintonía con las exigencias de la Nación y del mercado financiero.
En resumen, el Presupuesto 2026 llega sin sorpresas, pero con definiciones contundentes: más orden fiscal, menos gasto político y la ratificación de un modelo de administración austera que, aunque asegura equilibrio, mantiene abierta la tensión con los sectores sociales y gremiales que reclaman por una mejora real en los ingresos.



