El 20 de noviembre no es una fecha ceremonial para el Frente Amplio por la Soberanía. Es, para sus integrantes, un recordatorio de que las disputas por el control político, económico y territorial del país siguen vigentes y que, en un contexto nacional atravesado por políticas de apertura irrestricta y desregulación, la soberanía —como concepto político e identidad ideológica— se ejerce o se pierde, pero nunca permanece neutral.
Este año, marcado por tres procesos electorales y una reforma constitucional que concentró la agenda pública de Santa Fe, el bloque legislativo integrado por Carlos del Frade, Claudia Balagué y Fabián Palo Oliver decidió hacer un balance de su trabajo parlamentario: una agenda intensa que cruzó territorio, ambiente, recursos estratégicos, ciencia, producción y modelo económico. Y que, como sostienen sus integrantes, buscó defender en la Legislatura lo que el “poder real” prefiere mantener fuera de discusión: quién decide sobre el Paraná, quién administra las riquezas provinciales, quién se beneficia del comercio exterior y quién protege los bienes comunes que sostienen la vida y el trabajo.
En un escenario donde el Gobierno Nacional impulsa medidas que —según el bloque— consolidan un “proyecto pro-colonial”, el Frente Amplio por la Soberanía realizó investigaciones, denuncias públicas, pedidos de informes, proyectos de ley y posicionamientos políticos que apuntaron a frenar retrocesos, exigir transparencia y visibilizar disputas estructurales. Para los legisladores, la soberanía no es un gesto simbólico sino una práctica cotidiana: administrar, defender y disputar aquello que pertenece a todos los santafesinos y argentinos.
“El 20 de noviembre siempre trae un temblor histórico —expresaron desde el bloque—, pero no es una postal: es la conciencia clara de que la soberanía se afirma o se deja arrebatar”.
Ese mismo espíritu se refleja en las definiciones públicas de sus integrantes:
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“Soberanía es el Paraná en manos argentinas”, afirma Carlos del Frade, autor del proyecto para instituir el Día de la Soberanía sobre los ríos y vías navegables.
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“Tenemos un compromiso permanente de promover reflexión, formación histórica crítica y unidad nacional”, señala Claudia Balagué, autora del proyecto por la integridad territorial.
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“El problema de fondo es el modelo extractivista que beneficia a unos pocos”, advierte Palo Oliver, impulsor del proyecto sobre control y sanción de la pesca ilegal.
Ese trípode —territorio, ambiente y modelo económico— estructuró la mayor parte de la producción legislativa del bloque durante los últimos meses.
Un repaso de su agenda: soberanía territorial, río Paraná, ambiente, producción y ciencia
El Frente Amplio por la Soberanía presentó, a lo largo del año legislativo, un conjunto de proyectos que buscan intervenir en áreas estratégicas para la provincia.
I. Defensa de la soberanía territorial
Desde la creación de días provinciales vinculados a la identidad federal y la integridad del territorio, hasta pronunciamientos contra expresiones diplomáticas que consideran injerencistas, el bloque puso en discusión el lugar de Santa Fe dentro del mapa nacional y la importancia de reafirmar su autonomía política y cultural. También promovió un Fondo de Reparación Histórica para comunidades indígenas, señalando que la soberanía incluye reconocer derechos de los pueblos originarios.
II. Defensa del río Paraná
Fue una de las temáticas más activas. El bloque reclamó frenar y revisar el proceso de licitación de la Vía Navegable Troncal, exigir estudios ambientales vinculados al dragado y peaje, investigar la explotación de Terminal Puerto Rosario y controlar exportaciones estratégicas como el litio. También advirtió sobre la eliminación de serenos en buques extranjeros y sobre maniobras que podrían debilitar la capacidad estatal de supervisión en los puertos.
III. Defensa del ambiente
Los legisladores advirtieron sobre proyectos inmobiliarios sin control ambiental adecuado, los efectos de la desregulación del SENASA y los riesgos de una gestión del agua sin planificación. En todos los casos, vincularon estos temas con la pérdida de soberanía sobre los ecosistemas provinciales.
IV. Defensa del trabajo, la producción y el patrimonio nacional
Desde el reclamo por los fondos de Vicentin hasta el rechazo a la transformación del Banco Nación en sociedad anónima, el bloque puso en agenda la relación entre soberanía económica y decisiones estatales. También impulsó leyes para mejorar la producción de alimentos, fortalecer mercados frutihortícolas y controlar el comercio exterior desde la Aduana de origen.
V. Defensa de la ciencia y la tecnología
En un contexto de fuertes recortes nacionales, los legisladores se opusieron a normativas que precarizan al CONICET y alertaron sobre el debilitamiento de organismos como INTA y INTI. También reconocieron el trabajo científico de equipos de la UNR vinculados a la producción pública de medicamentos.
VI. Defensa de los bienes comunes
Incluyó la protección de áreas estratégicas como la Isla de los Mástiles, pedidos sobre la Ley Provincial de Aguas y preocupación ante posibles privatizaciones de servicios esenciales como AYSA.
Un mensaje político en un momento crítico
El Frente Amplio por la Soberanía decidió cerrar el año legislativo con una afirmación contundente: “Seguimos defendiendo la soberanía nacional”.
No como una consigna ritual, sino como una definición ideológica que —según remarcan— atraviesa todas las discusiones de Santa Fe: desde quién controla el Paraná hasta cómo se gestiona la ciencia pública; desde qué modelo productivo se impulsa hasta qué rol debe tener el Estado en la protección de los bienes naturales y culturales.
En un país donde las tensiones entre apertura y control, entre autonomía y dependencia, vuelven a ocupar el centro del debate, el bloque sostiene que la soberanía no es un concepto del pasado sino una herramienta política para pensar el futuro del pueblo santafesino.
El repaso que hicieron en el Día de la Soberanía es, en ese sentido, una señal: la disputa recién empieza.



