En una sesión cargada de definiciones políticas, el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó este jueves el Presupuesto 2026 y la Ordenanza Tributaria, otorgándole al intendente Juan Pablo Poletti la herramienta central para ordenar su segundo año de gestión. Fue un debate extenso, atravesado por el ajuste nacional, el recorte de transferencias, la presión por mejorar servicios básicos y una discusión transversal sobre hasta dónde puede —y debe— aumentar el municipio la carga tributaria en tiempos de crisis.
El oficialismo logró avanzar con un esquema que busca consolidar el perfil que Poletti prometió desde el primer día: calles en condiciones, una ciudad más iluminada, un sistema de recolección que finalmente funcione y una estructura financiera ordenada. Pero la oposición dejó asentadas sus diferencias con igual precisión: aumentos que consideran excesivos, alertas sobre el peso del gasto corriente, y reclamos por mayor inversión productiva y menos tercerización.
Lo cierto es que, con este voto, el Ejecutivo consigue su hoja de ruta para el 2026, un presupuesto equilibrado —casi milimétricamente— y un aval político clave para avanzar en obras sensibles: gasoducto, cloacas, corredores verdes, paseos urbanos y mejoras de infraestructura de alto impacto.
Un presupuesto equilibrado, austero y condicionado por el recorte nacional
El cálculo de recursos y gastos para la Administración Central asciende a $295.881.415.299, con un leve superávit de $9 millones, siguiendo las pautas macroeconómicas nacionales: inflación esperada del 10,1% y crecimiento del 5% del PBI.
El presupuesto consolidado, que incluye organismos descentralizados y la Caja de Jubilaciones, proyecta recursos por $379.145 millones y gastos por $379.135 millones, es decir, también en equilibrio.
Los tres ejes centrales de la planificación municipal vuelven a poner el foco en la estructura básica de la ciudad:
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Mejores calles, con una inversión de $9.300 millones, incluyendo hormigón, asfalto, estabilizado pétreo y la meta explícita de que “no queden más calles de tierra” al finalizar la gestión.
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Ciudad iluminada, con $4.600 millones para alumbrado, compra de luminarias y mantenimiento.
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Ciudad más limpia, con $50.000 millones para recolección, microbasurales, mantenimiento y ampliación del servicio a 200 cuadras nuevas.
A esto se suma un capítulo clave: la inclusión de partidas complementarias para obras vinculadas a los Juegos Suramericanos 2026 y al Puente Santa Fe–Santo Tomé, dos proyectos que obligan a reorganizar accesos y obras básicas.
La toma de deuda: más monto, pero con destinos específicos
Uno de los puntos más sensibles del debate fue la autorización al Ejecutivo para contraer deuda. La versión original pedía $1.500 millones; el Concejo aprobó finalmente $2.000 millones, pero con un listado detallado de destinos obligatorios: Fortalecimiento del parque automotor. Obras de gas domiciliario en el marco del Gasoducto Gran Santa Fe. Infraestructura para La Esmeralda, corredor verde ferroviario y Paseo Las Colonias. Accesibilidad en avenidas comerciales. Sanitarios públicos en la Estación Mitre. Playones y equipamiento en Nueva Santa Fe y Estación Guadalupe. Skate park en barrio Las Flores.
El endeudamiento tendrá un plazo de 12 a 36 meses, con tasa variable o fija, y un tope máximo indexado por Badlar.
El Concejo introdujo además un nuevo esquema de control: auditorías del Tribunal de Cuentas, informes periódicos obligatorios y limitación del uso discrecional.
Licitaciones públicas y control: otro capítulo clave
Toda obra o compra superior a 40.000 Módulos Tributarios (unos $35 millones) deberá licitarse públicamente. El objetivo, según los concejales, es blindar los procesos, evitar arbitrariedades y garantizar concurrencia.
También se incluyeron obras prioritarias para que el Ejecutivo ejecute en caso de obtener fondos por plusvalías urbanísticas, especialmente en plazas, plazoletas, Varadero y el nuevo programa “Plazas y Parques Equipados”.
Qué dijeron los concejales: apoyo fuerte, apoyo crítico y tres rechazos parciales
La aprobación fue amplia, pero no unánime en todos los artículos. Las declaraciones dejaron en claro el mapa político que deberá administrar Poletti.
El oficialismo: austeridad, realismo y foco en servicios
La presidenta del Concejo, Adriana “Chuchi” Molina, valoró como una muy buena noticia su aprobación “porque traza los grandes lineamientos de acción para el año próximo y permite al intendente Poletti comenzar el 2026 con la planificación de la gestión en orden”. Además, dijo que “es un presupuesto austero y muy consciente de la realidad que vivimos como ciudad, donde aún prevalece un recorte importante de los recursos nacionales, como en muchas otras ciudades del país. Por suerte, el gobierno provincial sí está haciendo importantes inversiones en la ciudad”.
El concejal Carlos Suárez afirmó que “es un presupuesto equilibrado desde el punto de vista de los ingresos y egresos, y es austero, acorde a la realidad que vive el país y la ciudad no escapa a ello. Se nota la caída de los ingresos nacionales en detrimento de los locales o provinciales y esto tiene un impacto en las acciones que el municipio puede llevar adelante. Sin perjuicio de ello, el municipio plantea como ejes centrales de la gestión para el año siguiente el fortalecimiento de la infraestructura básica del municipio. Es decir los esfuerzos van a estar puestos en tareas de ripio y mantenimiento de calles y seguir con los programas de bacheo; profundizar las acciones de la del plan de iluminación; y contempla una fuerte tarea ambiental, particularmente vinculada con la recolección de residuos, erradicación de microbasurales, mantenimiento de los espacios públicos; todas tareas que tienden a tener una ciudad ordenada, limpia, iluminada. Además se espera que se termine el importante plan de obra que tiene la provincia en la ciudad para poder generar nuevas obras”.
Por su parte, Laura Mondino remarcó que “tenemos la satisfacción de haber incluido las partidas necesarias para que la Municipalidad inicie las obras que garantizarán las conexiones domiciliarias de gas natural en los barrios beneficiados por el Gasoducto Gran Santa Fe, una megaobra del gobierno provincial que está próxima a finalizar y permitirá ampliar la red de usuarios, fomentar el desarrollo industrial y acercar el gas a quienes antes no contaban con este servicio esencial. Todas las ciudades y comunas de la región se están preparando para ese momento y Santa Fe no podía ser la excepción. Por eso, desde nuestra banca trabajamos en esta iniciativa pensando en el impacto positivo para los vecinos de la costa, así como de los barrios del norte y noreste de la ciudad. Hoy podemos decir que la Municipalidad cuenta con los recursos financieros necesarios para que el servicio de gas natural sea una realidad”.
La oposición: apoyo general, pero fuerte rechazo a las tasas
En tanto, Jorgelina Mudallel afirmó que “acompañamos en general el Presupuesto y la Tributaria porque es importante que el Ejecutivo tenga herramientas y compromisos de gestión claros. Incorporamos avances como el detalle de obras de pavimento prioritarias, el programa de Plazas y Parques y la posibilidad de tratar nuestro proyecto del ‘Buen Vecino’.
Pero no acompañamos los aumentos de la TGI, el Módulo Tributario ni el costo de cremación, y señalamos contradicciones en el uso del gasto público: poca inversión productiva, más gasto corriente que de capital, crecimiento de servicios tercerizados y un aumento en intereses que supera a programas sociales esenciales”.
A su turno, Jorge Fernández dijo que “votamos a favor en general porque un presupuesto ordena la gestión y permite control legislativo, pero eso no significa aprobar todo. No acompañamos los incrementos de la TGI, el Módulo Tributario y la cremación. También advertimos desequilibrios en el destino del gasto: baja inversión productiva, mayor peso del gasto corriente, más recursos para servicios tercerizados y un aumento del pago de intereses por encima de áreas sociales. Vamos a controlar que los compromisos asumidos se cumplan.”
Un presupuesto aprobado y un mensaje político para 2026
Con esta votación, Poletti obtiene lo que necesitaba para iniciar su segundo año de gestión: un presupuesto equilibrado, financiado y con obras seleccionadas para impacto directo en los barrios. También recibe una advertencia: la oposición acompañó, pero dejó en claro que no avalará aumentos sin justificación ni discrecionalidad en el gasto.
El Concejo le dio al intendente la herramienta.
Ahora la calle —calles, luces, basura, cloacas, gas— deberá dar la respuesta.



