Tal como lo insinuamos en politicadesantafe.com hace varios meses, finalmente ocurrió: la diputada nacional por Santa Fe, Verónica Razzini, firmó su incorporación al bloque de La Libertad Avanza, acelerando un reacomodamiento político dentro de la representación santafesina en el Congreso que recién empieza y que, como todo indica, no terminará con este movimiento. En un clima donde la puja por cada banca es estratégica, el oficialismo libertario avanza en su objetivo de disputarle al peronismo la primera minoría en Diputados y, en paralelo, consolida alianzas con sectores empresariales y productivos que consideran clave para su proyecto político.
El pase de Razzini no fue sorpresivo para quienes siguen de cerca la interna santafesina. La empresaria rosarina, conocida por su perfil anti piquetes y por la creación del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB), venía enviando señales claras de distanciamiento del PRO santafesino desde comienzos de año. Su salida del bloque amarillo junto a Gabriel Chumpitaz para conformar Futuro y Libertad fue el primer síntoma. El segundo fue su alineamiento directo con Patricia Bullrich, incluso antes de que la ahora senadora nacional se transformara en una de las principales articuladoras del espacio libertario dentro del Congreso.
El anuncio de este viernes selló la jugada: Razzini ya es parte del bloque libertario en Diputados, respaldada públicamente por Bullrich, Martín Menem y Romina Diez, quien maneja la estructura del mileísmo en Santa Fe. Y ese movimiento, lejos de ser una anécdota, se inserta en una disputa mayor.
Vine a la política con la convicción de devolverle fuerza y previsibilidad a las pymes y empresas, que son el alma productiva de la Argentina.
El rumbo que @JMilei emprendió es coherente con este sueño. Vamos a trabajar para proteger las fuentes de empleo, dejar atrás las viejas… pic.twitter.com/as3iJ1ATkh
— Vero Razzini (@RazziniVeronica) November 28, 2025
Un pase con impacto: Milei se acerca a la primera minoría y el peronismo se fractura
La llegada de Razzini eleva a 92 los miembros de La Libertad Avanza y coloca al oficialismo muy cerca de arrebatarle la primera minoría a Unión por la Patria, que resiste con 98 legisladores sostenidos a duras penas por gobernadores que intentan despegarse de la figura de Cristina Fernández, pero sin romper formalmente el bloque.
En este contexto, Santa Fe vuelve a ser una de las provincias donde se juega una parte clave del tablero legislativo nacional. El pase de Razzini se suma a discusiones internas del PRO, del socialismo y de Provincias Unidas, y alimenta un rumor que crece en los pasillos del Congreso: podría haber más movimientos desde Santa Fe hacia el libertarismo en las próximas semanas.
No es casual que el oficialismo mire especialmente a los representantes santafesinos del PRO —José Núñez y Alejandro Bongiovanni mantienen mandato—, ni que cerca del despacho de Patricia Bullrich aseguren que “la puerta no está cerrada”. La figura de Gisela Scaglia, próxima diputada y pieza central en Provincias Unidas, es parte de este rompecabezas que podría reconfigurarse de manera abrupta.
Quién es Verónica Razzini y por qué su pase importa
Razzini llegó a la política desde el sector privado. Dirige una empresa familiar de materiales para la construcción y se convirtió en una figura nacional cuando lideró la resistencia empresarial a los bloqueos sindicales. Ese perfil, disruptivo dentro del PRO santafesino, fue también el que generó cortocircuitos internos.
Su desembarco al mileísmo es interpretado como un triunfo político para Bullrich, quien busca consolidarse como jefa del bloque libertario en el Senado y al mismo tiempo tejer su propio armado en Diputados. En esa jugada, Razzini encaja perfecto: empresaria, anti piquetes, pro reforma laboral y con discurso de “modernización productiva”, una síntesis que Milei quiere potenciar hacia el interior productivo.
La diputada justificó su decisión con un comunicado que sintetiza su identidad política:
“Vine a la política para devolverle previsibilidad a las pymes. El rumbo que Javier Milei emprendió es coherente con ese sueño”.
Romina Diez, referente del mileísmo santafesino, celebró el pase, y cerca suyo aseguran que la incorporación de Razzini “refuerza la línea federal empresarial” dentro del bloque.
El detrás de escena: fracturas en Juntos por el Cambio, tensiones en Santa Fe y un PRO que no encuentra rumbo
Más allá del impacto nacional, el pase revela la profunda crisis del PRO santafesino. Conducido por la vicegobernadora Gisela Scaglia —ella misma con destino incierto en el Congreso a partir de diciembre—, el partido amarillo sufrió fugas, tensiones y reacomodamientos acelerados.
Gabriel Chumpitaz, socio político de Razzini hasta meses atrás, intentó un acercamiento a La Libertad Avanza, pero la estructura libertaria en Santa Fe lo dejó afuera. También hubo polémicas: el exconcejal llegó a usar sin autorización la imagen de Patricia Bullrich, generando un escándalo que terminó judicializado.
Hoy, Chumpitaz queda sin banca; Razzini se integra al bloque oficialista; y Núñez y Bongiovanni evalúan su futuro entre PRO, Provincias Unidas o nuevos acuerdos parlamentarios.
La foto es clara: Santa Fe se convirtió en un territorio donde Milei prueba su capacidad de absorber figuras y disputar identidad a un PRO debilitado.
Lo que viene: pases, reordenamientos y un Congreso que se prepara para un año explosivo
Lo que pasó con Razzini no será la nota final del reacomodamiento santafesino. El oficialismo avanza en una estrategia precisa: sumar a empresarios, dirigentes con agenda productiva y perfiles que se identifiquen con la narrativa antipolítica clásica del mileísmo.
A pocos días de la renovación legislativa, el movimiento de la diputada rosarina anticipa lo que podría ser una serie de pases —algunos silenciosos, otros ruidosos— que modificarán el mapa político santafesino en el Congreso durante 2025.
Como anticipamos en este medio, este reordenamiento recién comienza. Y Santa Fe, una vez más, será parte del centro de la escena.
