El pase de legisladores santafesinos de un bloque a otro en el Congreso Nacional ya no es una tendencia: es un desbande. Y Santa Fe, otra vez, se convierte en laboratorio político de las tensiones nacionales. En los últimos días, Alejandro Bongiovanni dejó el PRO para sumarse a La Libertad Avanza, mientras José “Negro” Núñez tomó el camino inverso: rechazó la invitación libertaria y regresó disciplinado al esquema partidario santafesino, refugiándose en Provincias Unidas, la tropa de los gobernadores donde Pullaro pisa fuerte.
Dos movimientos en direcciones opuestas, pero que comparten un trasfondo común: la implosión del PRO, la batalla silenciosa entre Patricia Bullrich y Mauricio Macri, y la consolidación de la influencia libertaria sobre dirigentes del interior, especialmente en Santa Fe, donde Romina Diez se transformó en el principal imán del Mileismo.
Los pases, lejos de haber terminado, están lejos de su punto final. Y todos en el Congreso saben que las próximas semanas podrían sumar más santafesinos cambiando de camiseta.
Bongiovanni: un salto anunciado y una foto que dice más que mil palabras
El caso de Alejandro Bongiovanni no sorprendió a nadie en el círculo político. El diputado, con vínculos históricos con la Fundación Libertad, lleva años declarándose “liberal desde siempre” y alineándose a las banderas de la desregulación y la autonomía económica que hoy defiende el gobierno de Javier Milei.
Aunque fue electo dentro del PRO, su trayectoria personal y su relación de años con Romina Diez, jefa del Mileismo santafesino, dejaban claro que su destino estaba sellado. La bienvenida que Diez le dedicó en sus redes sociales lo confirma: no es solo un pase político; es un regreso al lugar donde construyó identidad, pertenencia y proyecto.
Patricia Bullrich, ahora senadora y referente del bloque libertario en la Cámara Alta, fue la encargada de oficializar su incorporación:
“Cuando las ideas están por encima de todo, el equipo se fortalece”.
La frase no fue inocente: Bullrich se anotó así otro triunfo simbólico en su disputa contra Macri, arrebatándole un diputado santafesino al partido que el propio expresidente fundó.
Alejandro es un histórico luchador de la libertad y del sentido común.
Tiene un trabajo excepcional en Diputados, con la misma convicción de desregulación que impulsa este Gobierno.
Y cuando las ideas están por encima de todo, el equipo se fortalece.
Bienvenido a nuestro… pic.twitter.com/HKbvEx5wYr
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) November 30, 2025
El detalle de ambos posando con calzado amarillo —color del PRO— fue leído como ironía fina: dos ex PRO que pisan el mismo color que abandonaron.
Con el ingreso de Bongiovanni, La Libertad Avanza alcanzó la primera minoría en Diputados, un dato clave para el control de comisiones en 2025.
El extraño retorno de José Núñez a la estructura partidaria santafesina
Si lo de Bongiovanni era previsible, lo de José Núñez fue lo contrario: raro, inesperado y lleno de capas políticas.
Después de meses de coqueteos con La Libertad Avanza y de haber roto en su momento con la conducción del PRO santafesino, Núñez terminó recalando en el bloque Provincias Unidas, el espacio de gobernadores donde Pullaro juega un papel central.
La sorpresa tiene explicación: Núñez quiso entrar a LLA, pero LLA nunca quiso realmente que entrara.
Las conversaciones con Romina Diez y su estructura libertaria provincial nunca cuajaron. Los lugares prometidos no aparecieron, el trato no fue cálido, y la sensación final fue que su incorporación no era deseada.
Frustrado, y con la certeza de que no quería “pintarse de violeta”, Núñez decidió volver al redil amarillo bajo una lógica más pragmática:
“No puedo poner en riesgo la coalición con la que gobernamos. Unidos existe, me guste o no me guste”.
Pullaro y Gisela Scaglia aprovecharon el momento. Lo recibieron con los brazos abiertos, tejieron rápido y lo sumaron al bloque que construyen los gobernadores para tener peso propio frente al Mileismo.
Razzini, Bongiovanni y la ola libertaria que crece desde Santa Fe
Los pases recientes se enmarcan en una tendencia cada vez más marcada: Verónica Razzini saltó del PRO a LLA tras un operativo político de Bullrich y Romina Diez. Bongiovanni, cercano a las ideas libertarias desde siempre, se convirtió en la punta de lanza para que LLA supere al kirchnerismo en número. Silvia Lospennato, al asumir otro cargo, abrió la puerta para que ingrese otra legisladora del riñón bullrichista al bloque libertario.
En paralelo, Macri observa a la distancia cómo Bullrich le arrebata dirigentes propios, especialmente en Santa Fe, uno de los territorios donde su liderazgo siempre fue más tenue.
Macri, la Fundación Libertad y el enojo por la fuga santafesina
La reacción del expresidente no tardó en llegar. Cercanos al exmandatario confirmaron que Macri “estalló” al enterarse de que Bongiovanni se había ido, y más aún al ver que lo hacía hacia el espacio que él mismo ayudó a empujar hacia el poder en 2023.
Desde la Fundación Libertad, donde hay perfiles que simpatizan con el Mileismo y otros con el PRO clásico, se apuraron a aclarar que el pase fue “a título personal”. Pero todos saben que el impacto es político.
Macri no solo pierde otro diputado: pierde influencia en una provincia donde ya había quedado debilitado.
La disputa nacional: Bullrich 2 – Macri 0
El análisis nacional también tiene su peso. Con dos pases santafesinos —Razzini y Bongiovanni—, Patricia Bullrich le gana la pulseada táctica a Macri, afianzándose como la arquitecta política del Mileismo dentro del Congreso.
Pero la pelea más áspera no es con Macri: es con Victoria Villarruel.
El cruce en la jura de senadores, donde Villarruel le negó la palabra a Bullrich, expuso la interna libertaria en su máxima tensión.
Mientras tanto, Bullrich se muestra activa, sumando legisladores, construyendo poder y, sobre todo, cerrando caminos para que Milei dependa exclusivamente de ella en el Congreso.
Santa Fe, epicentro de una reconfiguración nacional
Lo que parece un simple pase de diputados es, en realidad, una disputa más profunda: la destrucción del viejo PRO; la construcción del Mileismo como fuerza dominante; la consolidación de Pullaro y Scaglia en la tercera vía federal; la batalla silenciosa entre Bullrich, Macri y Villarruel.
Santa Fe, una vez más, aparece como terreno decisivo. Y los movimientos de Núñez y Bongiovanni son apenas el comienzo.
