El titular de Sadop Rosario y secretario adjunto de la CGT cuestionó con dureza la falta de diálogo del gobierno de Maximiliano Pullaro con los gremios docentes. Denunció el uso de decretos, la ausencia de paritarias reales y políticas salariales que calificó como regresivas e inhumanas.
El secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, volvió a cargar con fuerza contra el gobierno provincial al denunciar la falta absoluta de diálogo con los gremios docentes y la ausencia de instancias reales de negociación salarial. En ese marco, sostuvo que la gestión de Maximiliano Pullaro no solo evita el intercambio con la docencia, sino que directamente le esquiva al debate.
“Desde los gremios docentes denunciamos que el gobierno no solo evita el diálogo con la docencia santafesina, directamente le escapa al debate. No es que tire la toalla: nunca se subió al ring”, expresó Lucero.
Críticas al Ejecutivo y a la política paritaria
El dirigente sindical apuntó directamente contra el gobernador y el ministro de Educación, José Goity, a quienes responsabilizó por la falta de negociación colectiva. Según Lucero, Pullaro nunca participó de una paritaria docente, lo que —a su entender— invalida cualquier discurso oficial sobre el diálogo.
“Mal puede hablar de diálogo quien jamás se sentó a discutir. El ministro de Educación le tiene miedo a la paritaria docente, porque no pueden sostener racionalmente las políticas que defienden”, afirmó.
Lucero sostuvo que, ante la falta de argumentos, el Ejecutivo optó por imponer decisiones de manera unilateral, recurriendo a decretos en lugar de consensos.
Presentismo, licencias y una concepción “regresiva” del trabajo docente
Uno de los ejes más duros de la crítica estuvo centrado en el régimen de presentismo, que el sindicalista consideró injusto y deshumanizante. A modo de ejemplo, cuestionó la quita de ese adicional a docentes que atraviesan situaciones de salud o maternidad.
“¿Cómo explican en una paritaria que una docente con una enfermedad terminal no cobra el presentismo porque ‘no se esforzó lo suficiente’? ¿Cómo justifican que una trabajadora que está por parir pierda ese adicional por estar de licencia?”, interrogó.
Para Lucero, el mensaje implícito del gobierno es claro y alarmante:
“Enfermarse o maternar es no esforzarse. Esa concepción es inhumana y profundamente regresiva”.
Cláusula gatillo y comparación con gestiones anteriores
El titular de Sadop Rosario aseguró que el conflicto actual podría haberse evitado si el gobierno hubiera cumplido con su promesa de campaña de aplicar la cláusula gatillo. En ese sentido, comparó la situación actual con la gestión del exgobernador Miguel Lifschitz, cuando —según señaló— las paritarias se desarrollaban con acuerdos y acompañamiento docente.
“Si Pullaro hubiera cumplido la cláusula gatillo, hoy no habría conflicto. Se habrían alcanzado los 185 días de clase con paritarias acordadas y con la docencia acompañando”, sostuvo.
También relativizó el festejo oficial por el cumplimiento del calendario escolar:
“Hoy celebran haber llegado a 185 días de clases, cuando en el último año del gobierno de Perotti hubo 183. Están festejando dos días más”.
Un sistema educativo “que hace agua”
Lucero denunció además la ausencia total de interlocución con el Ministerio de Educación, algo que calificó como inédito incluso en las peores gestiones provinciales.
“Siempre hubo diálogo, aunque fuera tenso. Hoy no hay absolutamente nada. Tenemos que sentarnos a dialogar razonablemente sobre la situación de la docencia y de la educación santafesina, un sistema que hoy hace agua por los cuatro costados”, reclamó.
Para cerrar, el dirigente sindical fue contundente al evaluar el vínculo entre la docencia y el actual gobierno provincial:
“La discusión con la docencia está perdida. No hay docentes que apoyen esta gestión ni trabajadores de ningún nivel educativo que consideren que el gobierno de Pullaro haya hecho algo positivo por la educación santafesina”.
Las declaraciones de Lucero reflejan el clima de tensión persistente entre el Ejecutivo provincial y los gremios docentes, en un escenario marcado por paritarias estancadas, conflicto salarial y cuestionamientos de fondo al modelo educativo impulsado por la actual gestión.
