A pocos días del inicio de la Convención Constituyente, el oficialismo santafesino acelera encuentros con todos los sectores políticos. La Libertad Avanza y el espacio de Amalia Granata ya tuvieron reuniones con altos funcionarios del gobierno. Mientras tanto, el peronismo se rearma internamente con la mira puesta en el protagonismo institucional.
El proceso de reforma constitucional en Santa Fe avanza hacia su etapa decisiva. Con la Convención a punto de iniciar sesiones, los principales actores políticos intensifican las negociaciones en busca de consensos mínimos sobre el reglamento interno. El gobierno de Unidos para Cambiar Santa Fe, que lidera el proceso, mantiene una agenda cargada de encuentros con los espacios que tendrán representación en la Convención. El objetivo: ordenar el funcionamiento, anticipar tensiones y evitar un arranque conflictivo.
La semana comenzó con una reunión reservada entre el oficialismo y La Libertad Avanza, que se desarrolló sin fotos ni declaraciones públicas. Por parte del gobierno participaron la vicegobernadora Gisela Scaglia, el ministro Fabián Bastía, el secretario Julián Galdeano y el convencional Joaquín Blanco. Del lado libertario asistió un solo dirigente: Nicolás Mayoraz, quien busca consolidarse como jefe del bloque. Aunque internamente no todos lo reconocen como tal, su rol en las negociaciones fue validado por el comando libertario.
Puntos de acuerdo y líneas rojas
A pesar del tono confrontativo que el espacio libertario adoptó en campaña, en materia reglamentaria hay coincidencias con otros bloques. Proponen al menos cinco comisiones de trabajo, la necesidad de aprobar el reglamento por dos tercios y una presidencia con facultades limitadas para desempatar. También plantean que las reformas a nuevos artículos constitucionales requieran mayorías agravadas.
Con el correr de los días, llegó el turno de otro actor clave: el espacio de Amalia Granata. Aunque la diputada aún no definió si liderará su bloque, sus emisarios Emiliano Peralta y Alicia Azanza se reunieron este jueves con representantes del oficialismo para discutir el reglamento. El tono fue dialoguista, aunque no exento de advertencias. El sector reclama, entre otras cosas, que el quórum sea de 36 convencionales, que el reglamento también sea aprobado por dos tercios y que se limite el poder del presidente de la Convención. Una de las principales tensiones gira en torno al doble voto de desempate.
La reunión también sirvió como test para evaluar la estrategia de Granata: ¿conservará su perfil confrontativo o privilegiará el diálogo? La respuesta puede tener impacto en el desarrollo completo de la Convención.
El peronismo, entre la unidad interna y el protagonismo
Mientras el oficialismo busca sumar aliados, el peronismo santafesino ordena sus propias filas con vistas a sostener una estrategia común. Con 12 convencionales electos dentro del frente «Más para Santa Fe», de los cuales 9 pertenecen al PJ, el espacio aparece como la oposición más estructurada y con posibilidades concretas de incidir en el proceso.
El senador Armando Traferri fue claro en las ultimas horas: la presidencia del bloque debe quedar en manos del justicialismo. Apuntó al senador Rubén Pirola como candidato natural para ese rol y propuso que Juan Monteverde, referente de Ciudad Futura, ocupe la vicepresidencia primera de la Convención. La discusión interna aún no está cerrada, pero las señales apuntan a sostener la cohesión política como condición para disputar poder real en el debate constitucional.
Desde el peronismo también advierten sobre los intentos del oficialismo de avanzar con la reforma «sólo con sus votos», lo que, según voceros del bloque, pondría en duda la legitimidad del proceso. Por eso insisten en mayorías especiales y participación plural en la redacción de los artículos clave.
Un escenario en movimiento
A días del inicio formal de la Convención, el mapa político se mueve a ritmo acelerado. El oficialismo intenta consolidar reglas de juego que le permitan ordenar el proceso, mientras opositores de distinta matriz ideológica negocian condiciones para incidir en el contenido final de la reforma. En el centro del tablero, el peronismo busca revalidar su peso institucional sin romper los puentes de diálogo.
Lo que ocurra en estas horas marcará el tono de la Convención. Y en una reforma que definirá el futuro de Santa Fe, cada gesto político cuenta.