El Ministerio de Economía provincial trabaja contrarreloj para presentar antes de fin de mes el proyecto de Presupuesto 2026. El ministro Pablo Olivares promete equilibrio fiscal “sin tocar alícuotas”, pero todo indica que habrá recortes en salarios, inversión y servicios.
Santa Fe ingresa en la cuenta regresiva para la presentación del Presupuesto 2026, el primero que se elaborará bajo el nuevo calendario constitucional, que extiende el plazo de entrega hasta el 31 de octubre. Pero lejos de tratarse de un trámite administrativo, el debate que se avecina en la Legislatura provincial anticipa tensión política y económica: las variables nacionales, la caída de la actividad industrial y la presión del ajuste fiscal marcarán el tono de un proyecto que, según estiman en los pasillos de la Casa Gris, vendrá con una fuerte impronta de austeridad.
El ministro de Economía, Pablo Olivares, ya dejó entrever cuál será el eje de la propuesta: mantener el equilibrio fiscal, una consigna que coincide con el discurso del presidente Javier Milei y que, en los hechos, se traduce en congelamiento salarial, reducción de inversión pública y aumento de tarifas.
“Recalcular” el ajuste: la consigna de Economía
La reforma constitucional que Santa Fe aprobó este año extendió los plazos para la presentación del presupuesto, lo que le da al Ejecutivo provincial un mes más para ajustar proyecciones y escenarios. Sin embargo, el propio Ministerio de Economía reconoció que los vaivenes de la macroeconomía nacional y la volatilidad del dólar obligaron a “recalcular” los números previstos.
Según fuentes del gobierno, el borrador inicial de gastos y recursos deberá ser revisado a fondo, ya que “lo que se proyectó hasta julio cambió completamente” y el contexto de inflación, tipo de cambio y recaudación “es demasiado incierto”.
En ese marco, la Provincia espera definir el presupuesto tomando como referencia las variables macroeconómicas del gobierno nacional: una inflación proyectada cercana al 80%, un dólar oficial de $1.423 y un crecimiento económico del 5%, parámetros que muchos economistas califican de “irrealistas” frente al panorama recesivo actual.
Mientras tanto, desde Economía confirman que se mantendrá la política de priorizar el equilibrio fiscal, es decir, no gastar más de lo que se recauda, aún si eso implica postergar obras y limitar aumentos salariales.
Olivares: “La lógica es bajar la carga tributaria sin tocar las alícuotas”
El ministro Pablo Olivares ratificó en una entrevista radial que la hoja de ruta del gobierno santafesino seguirá centrada en la “disciplina fiscal”.
“Desde que asumimos nuestra gestión no hemos incrementado la carga tributaria en sectores productivos”, sostuvo, aunque reconoció que sí se aumentó la presión fiscal sobre la actividad financiera y el juego.
El funcionario explicó que su objetivo es “ir bajando la carga tributaria sin tocar las alícuotas nominales”, lo que, en la práctica, implica mantener los mismos porcentajes pero reducir deducciones y beneficios.
“Venimos trabajando año a año para establecer beneficios al agro, al transporte, al comercio, a la hotelería, al turismo y también a la industria. No tocamos las alícuotas, pero vamos quitando deducciones”, detalló.
Olivares también advirtió que el comercio no logra recuperarse y que “el consumo está demasiado anémico”, especialmente entre los sectores medios y bajos. “La industria que apunta al mercado interno es la que más sufre”, agregó, en línea con los efectos de la apertura comercial y la caída del poder adquisitivo.
Ajuste, tarifas y obra pública: el dilema del equilibrio
El discurso del equilibrio fiscal se transformó en el eje de la gestión económica de Santa Fe, pero también en su principal dilema. Si bien el gobierno provincial busca mantener las cuentas ordenadas, el costo social de ese orden se traduce en ajuste salarial, tarifas más altas y un freno a la inversión pública.
Desde el entorno de Olivares aseguran que el Presupuesto 2026 “no incorporará nuevos impuestos”, pero sí contempla la actualización de las tarifas de agua y energía, lo que en la práctica profundizará el impacto del ajuste en los hogares y las pymes santafesinas.
Mientras tanto, la demora de Nación en otorgar avales para créditos internacionales —por más de 225 millones de dólares destinados a obras estratégicas y a los Juegos Odesur 2026— agrava la falta de recursos para infraestructura.
Un presupuesto entre dos modelos
El debate por el Presupuesto 2026 enfrentará, una vez más, dos visiones económicas antagónicas: la del oficialismo provincial, alineada con el equilibrio fiscal y el ajuste (muy parecida a la politica economica de Milei), y la de la oposición, que reclama un rol más activo del Estado en la inversión, la producción y la defensa del empleo.
Para Olivares, la prioridad es “garantizar previsibilidad y estabilidad macroeconómica”, aún con costos.
Para la oposición, en cambio, la provincia debería “liderar un reclamo político ante Nación” y evitar que Santa Fe “sea víctima del mismo recorte que asfixia a las economías regionales”.
El resultado de ese cruce marcará no solo el futuro inmediato de las cuentas públicas, sino también el rumbo político de la gestión Pullaro en un contexto nacional donde el ajuste se ha vuelto el nuevo lenguaje del poder.