El debate sobre una nueva Ley de Biocombustibles ingresó en una etapa decisiva en el Congreso Nacional y puso en alerta a las provincias productoras, entre ellas Santa Fe, responsable del 80% del biodiésel que se elabora en la Argentina. La iniciativa, impulsada por la Liga Bioenergética, busca elevar los porcentajes obligatorios de mezcla con gasoil y bioetanol, al tiempo que ofrece previsibilidad a una industria que, según distintos informes, lleva más de un año produciendo a pérdida.
En ese contexto, el diputado provincial Joaquín Blanco (PS) llamó a los senadores nacionales a no frenar la discusión. “La situación del sector es crítica y nuestro país necesita avanzar hacia un esquema superador, con consensos entre las provincias, que aliente nuevas inversiones. Si el Senado no aprueba la ley, será un golpe durísimo para miles de trabajadores del interior”, advirtió.
Un sector en crisis y sin precios actualizados
De acuerdo con los datos del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, la producción nacional de biodiésel cayó un 8,7% entre agosto de 2024 y agosto de 2025, mientras que las exportaciones se desplomaron un 39,7% respecto al mismo período anterior.
En tanto, la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), la Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) y la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (Capba) alertaron que las plantas llevan 16 meses consecutivos operando con pérdidas, debido a que la Secretaría de Energía no cumple con la actualización de precios prevista en la Ley 27.640.
“El desfasaje entre costos y precios regulados se volvió insostenible. Hay empresas que están al borde del cierre y eso significa pérdida de empleo, caída de exportaciones y menor ingreso de divisas para el país”, subrayó Blanco, quien recordó que “la bioenergía santafesina no es una promesa, sino una realidad productiva que sostiene economías regionales en toda la provincia”.
Santa Fe, pionera en biocombustibles
Durante la primera década del siglo XXI, la Argentina fue referencia regional en el desarrollo de biocombustibles, con Santa Fe como epicentro de una red de pymes y cooperativas que abastecían el mercado interno y exportaban al exterior. Sin embargo, la falta de políticas de largo plazo y la volatilidad normativa redujeron la competitividad del sector.
“Los biocombustibles no solo son parte de la agenda energética y climática, también forman parte de la estrategia geopolítica del país y su posicionamiento internacional como productor de alimentos. Brasil, Estados Unidos e India vienen aumentando el uso de bioenergías mientras la Argentina se estanca”, señaló el legislador socialista.
Un reclamo federal: energía y desarrollo desde el interior
La nueva ley, respaldada por nueve provincias —entre ellas Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Entre Ríos, Salta y Santiago del Estero—, propone elevar el corte del gasoil del 7,5% al 15% en tres años y el del bioetanol del 12% al 15%, promoviendo una transición gradual pero sostenida.
Blanco insistió en que el debate “no debe plantearse como una disputa entre sectores”, sino como una apuesta estratégica al desarrollo del interior productivo:
“No se trata de beneficiar a unos pocos, sino de garantizar soberanía energética, empleo y valor agregado. Los biocombustibles son una herramienta concreta para una Argentina desarrollada desde sus provincias.”
Una decisión clave en el Senado
La jornada de debate en el Senado se perfila como definitoria para el futuro energético argentino. Blanco advirtió que “si no se avanza en una nueva ley, el impacto será devastador para una industria que ya está muy golpeada”. Y concluyó:
“Necesitamos un marco moderno y federal. Es hora de apostar por el trabajo, la agroindustria y el conocimiento. El interior productivo no puede seguir esperando.”