Por primera vez en mucho tiempo, un legislador provincial colocó en el centro de la agenda un tema que casi nadie se atreve a discutir en pública: la distribución de la pauta oficial del gobierno de Santa Fe. Carlos del Frade, diputado del Frente Amplio por la Soberanía, fue a fondo con números, nombres y consecuencias políticas de un sistema que, según denuncian voces tanto de la oposición como del propio oficialismo, funciona para disciplinar medios, premiar silencios y castigar críticas.
Lo que está en juego no es menor. De acuerdo a los datos que el propio Del Frade confirmó tras analizar el anexo analítico del Presupuesto 2026, el gasto previsto en publicidad, comunicación y fibra óptica asciende a $44.556 millones. Traducido: 122 millones de pesos por día. Una cifra que —aún dentro del universo inflacionario actual— resulta impactante y, sobre todo, opaca.
El número que incomoda a todos
Lo más delicado no es sólo el monto. Es cómo se distribuye. Según empresarios de medios y dirigentes políticos consultados por politicadesantafe.com, la pauta oficial no es equitativa, no es plural, no responde a criterios claros y, por sobre todo, se utiliza como herramienta de presión.
Un dirigente provincial, que conoce en detalle el sistema de asignación, fue contundente:
“Lo que se está haciendo con algunos medios es violencia económica. Es disciplinamiento. O te alineás o te quedás afuera. Punto”.
Y fue más allá:
“Lo que pasó esta semana con un programa que tenía 30 años al aire en Rosario no es casualidad. Si no tenés pauta, no sobrevivís. Y el Gobierno lo sabe”.
El mensaje entrelíneas es nítido: el sistema democrático de Pullaro tiene una frontera que nadie en su entorno se atreve a cuestionar.
122 millones diarios: más que Cultura, más que Ambiente
Del Frade expuso una comparación que pega fuerte:
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Presupuesto para pauta y comunicación (2026): $44.556 millones
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Presupuesto para el Ministerio de Cultura: $41.138 millones
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Presupuesto para Ambiente y Cambio Climático: $19.600 millones
Es decir: La propaganda oficial tendrá más recursos que la cultura santafesina, y duplicará el presupuesto ambiental de toda la provincia.
No se trata solamente de “comunicar la gestión”. Lo que se está estableciendo, según el diputado, es una capacidad inédita para controlar el relato público, influir en la agenda informativa y seleccionar los interlocutores mediáticos.
Las tres cajas que reparten pauta
Según el análisis legislativo citado:
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Gobernación: comunicación, contenidos, imagen y publicidad
→ $23.997 millones -
Ministerio de Gobierno e Innovación: imprenta oficial, comunicaciones y fibra óptica
→ $12.958 millones -
Lotería de Santa Fe: publicidad y propaganda
→ $7.600 millones
La suma, que supera los $44.556 millones, no incluye: Prensa de otras carteras, Publicidad del Poder Judicial, Contratación del Poder Legislativo.
Es decir: el número real probablemente sea aún mayor.
Un sistema que concentra, no democratiza
Del Frade fue directo:
“No se democratiza la pauta, se concentra. Favorece a ciertos medios, oculta voces críticas y termina ahogando producciones periodísticas”.
Y algunos ejemplos refuerzan esa lectura: Programas tradicionales que quedaron sin aire tras 30 años. Sitios digitales castigados por no alinearse con el discurso provincial. Medios pequeños de cercanía que desaparecen sin recursos.
Según testimonios recogidos por este medio:
“La pauta se distribuye con odio. Se usa como herramienta política. No es apoyo, es control”.
El trasfondo político: Milei, Pullaro y la alianza del relato
Del Frade trazó una línea directa:
“En lo estructural, ahora coinciden con el gobierno colonial depredador de Milei”.
El legislador además advirtió sobre: Apoyo provincial a reformas laborales regresivas. Alianzas con grandes empresas de comunicación y fibra óptica. Prioridad presupuestaria para el relato oficial sobre políticas culturales o ambientales.
¿Quién discute esto? Casi nadie
Lo más llamativo es el silencio. Nadie quiere hablar de pauta oficial. Ni oficialistas, ni opositores, ni medios.
Porque —más allá de la dimensión técnica— todos dependen de ese dinero.
Es el eterno problema estructural del sistema mediático argentino: sin pauta no hay medios; con pauta no hay libertad. Del Frade, prácticamente solo en este frente, plantea algo simple pero disruptivo:
“La democracia informativa también es democracia real. Sin buena información, todo se convierte en chantada”.
Conclusión: los números ya están, ahora falta la discusión
La discusión ya no es si la pauta debe existir o no. El debate es cómo se distribuye, con qué criterios, con qué controles y con qué transparencia.
El gobierno provincial insiste en que hay comunicación institucional necesaria para sostener y explicar políticas públicas. Pero los números muestran otra dimensión: una concentración millonaria que supera en recursos a áreas básicas del Estado y que puede condicionar la libertad de expresión.
Santa Fe tiene una oportunidad: poner en agenda un debate que afecta a toda la democracia provincial.
Y hoy, guste o no, ese debate lleva un nombre: Carlos del Frade.



