Rosario amaneció esta semana empapelada con afiches y carteles LED en vía pública saludando a Lionel Messi por su cumpleaños número 37. La campaña, impulsada desde el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, rápidamente escaló en visibilidad y también en polémica. La diputada provincial Amalia Granata salió al cruce con una denuncia pública en redes sociales y medios, cuestionando el uso de fondos estatales para una acción que, en su visión, carece de sentido institucional y es un exceso en el actual contexto económico.
“Usan dinero de todos para felicitar a Messi como si fuera un gasto prioritario. Es un papelón”, señaló Granata, visiblemente indignada. La legisladora opositora estimó que la movida oficial habría demandado una inversión cercana a los 150 millones de pesos, en una provincia que aún sigue técnicamente bajo ciertas emergencias económicas aprobadas por la Legislatura, y que arrastra problemas estructurales en áreas críticas como salud, seguridad y asistencia social.
Hoy presente un pedido de informe debido a que Santa Fe está llena de carteles de Feliz Cumpleaños a Messi pagados por todos los santafesinos. (No es contra Messi, al contrario, se merece eso y mucho más) Pero la provincia pasa por muchas necesidades y las prioridades del… pic.twitter.com/PCZ3SWnYqA
— Amalia Granata ?? (@AmelieGranata) June 25, 2025
La presencia del rostro de Messi acompañado del mensaje “Feliz cumple, campeón” en soportes estáticos, pantallas LED y gigantografías en distintos puntos estratégicos de Rosario no pasó desapercibida. Tampoco la firma que acompaña a los afiches: “Gobierno de la Provincia de Santa Fe”, lo que confirmó que no se trataba de una campaña de un privado, sino de una acción institucional.
Desde el oficialismo aún no hubo respuestas formales sobre el costo real de la campaña ni sobre la justificación del gasto. Sin embargo, la acción fue celebrada en redes por funcionarios provinciales como un homenaje al máximo ídolo deportivo de la provincia y del país.
La polémica plantea una tensión de fondo que no es nueva: ¿Dónde empieza la comunicación institucional y dónde el marketing político con fines emocionales?, ¿Debe un gobierno provincial gastar cifras millonarias en saludar a una figura pública, por más querida que sea, cuando aún enfrenta restricciones presupuestarias?, ¿Será cierto que se quiere beneficiar a una empresa de publicidad callejera, por una devolución de gentileza?
En redes sociales, la campaña despertó apoyos y críticas por igual. Mientras muchos rosarinos celebraron el gesto hacia Messi, otros lo consideraron un símbolo de oportunismo político. El debate también se trasladó a medios nacionales, donde la controversia tuvo rebote, amplificando el cuestionamiento sobre el uso de los recursos públicos.
Como ironiza el viejo juego infantil, “Al ton primero, cada uno atiende su juego”. Pero cuando ese juego se financia con fondos públicos, las reglas no pueden quedar libradas al azar ni al marketing emotivo. La política, como la gestión, también tiene que elegir sus batallas. Y, sobre todo, sus prioridades.