Las elecciones primarias para la renovación del Concejo Municipal de Rosario han dejado en claro la polarización entre dos fuerzas políticas y el bajo nivel de participación, lo que marca un panorama incierto para las generales. Con pocos datos oficiales debido al lento escrutinio, el principal favorito a liderar la boleta de concejales, Juan Pedro Aleart de La Libertad Avanza, se ha colocado a la cabeza con una diferencia significativa frente a su principal competidor, Juan Monteverde, del frente Más para Santa Fe. En cambio, la candidata del oficialismo, Carolina Labayru, no ha logrado despegarse del tercer lugar, lo que refleja las dificultades del gobierno local para consolidar un liderazgo claro en esta contienda.
Juan Pedro Aleart: el favorito con amplio margen
Con casi el total de las mesas escrutadas, Aleart no solo se destacó por su cantidad de votos, sino que también mostró una ventaja significativa sobre su contendiente más cercano, Juan Monteverde. Esta diferencia no es menor, ya que refleja una tendencia favorable a la opción libertaria, en un contexto donde la ciudadanía parece rechazar las opciones tradicionales.
El ex conductor televisivo que encabeza la lista de La Libertad Avanza, se posiciona como el principal contendiente en un escenario donde su propuesta parece tener una fuerte conexión con un electorado harto de las estructuras políticas tradicionales. A pesar de las disputas internas y las críticas sobre su falta de experiencia en gestión local, Aleart logró consolidarse como la cara más visible de un espacio que, hasta hace poco, no era considerado una amenaza seria en Rosario.
Carolina Labayru y el desafío del oficialismo
Por otro lado, la performance de Carolina Labayru, candidata de Unidos por Rosario, es un claro indicio de las dificultades que enfrenta el oficialismo en la ciudad. Con poco apoyo de los sectores más tradicionales del peronismo y en medio de un clima de creciente incertidumbre política, la exsecretaria de Modernización quedó relegada al tercer puesto en las internas.
Labayru había sido presentada como la opción de continuidad del oficialismo, pero su desempeño hasta el momento refleja la falta de consolidación de su figura dentro de un electorado que parece buscar alternativas más allá de las tradicionales. Aunque aún es posible que logre reacomodarse en las generales, su bajo desempeño en las internas deja en evidencia las limitaciones del proyecto político que representa.
Baja participación electoral: ¿una señal de desinterés?
Un aspecto clave en estos comicios primarios es la baja participación electoral, un fenómeno que se viene repitiendo en las últimas elecciones locales. Con apenas el 10% de las mesas escrutadas y una alta abstención, los números reflejan una clara desafección del electorado hacia el proceso electoral. Esta apatía generalizada es un síntoma preocupante para los partidos políticos que se juegan mucho en estas elecciones, ya que la falta de interés en las primarias podría afectar la participación en las elecciones generales, con un impacto directo en los resultados.
Este fenómeno se agudiza cuando se observa la escasa motivación de los votantes para involucrarse en una elección que, por un lado, se percibe como una continuación de la misma política de siempre y, por otro, en un contexto de crisis de representación.
Las disputas internas y el mapa de fuerzas
El panorama de las internas dentro de los frentes políticos no ha sido menos tenso. Dentro de Unidos, Pablo Gavira se consolidó como el segundo candidato más votado, con una disputa por el segundo lugar en la lista que podría reconfigurar las opciones del oficialismo en la elección general. Sin embargo, la sombra de la debilidad de Labayru parece afectar el desempeño del resto de los candidatos dentro del espacio, lo que limita las posibilidades de una representación fuerte del oficialismo.
Por su parte, en el frente Somos Vida y Libertad, Eugenio Malaponte ganó cómodamente la interna, aunque la competencia por el segundo lugar entre Maximiliano Bagilet y Cristina Luciani se mantiene ajustada. La clave aquí será ver si la suma de votos de todos los candidatos de esta interna logra superar el umbral necesario para competir en las generales.
Un futuro incierto para las generales
A medida que avanzan los escrutinios, es claro que el panorama para las generales en Rosario es incierto. Juan Pedro Aleart se consolida como el candidato más fuerte en las primarias, mientras que Carolina Labayru enfrenta dificultades para consolidarse como la opción del oficialismo. Ademas, no hay que descontar a fuerzas que todavia pueden sumar voluntades, como Roberto Sukerman que obtuvo más de 15 mil votos, Lisandro Cavatorta actual concejal que rondo la misma cifra, y la izquierda, con Carla Deiana, que logro pasar a la proxima instancia.
La baja participación electoral y las internas ajustadas dentro de las principales fuerzas políticas dejan entrever que las generales serán una disputa más fragmentada, con un escenario de alta incertidumbre y un electorado poco motivado por las alternativas políticas disponibles.
En este contexto, la lucha por el Concejo Municipal de Rosario promete seguir siendo un campo de batalla marcado por la competencia interna, la polarización y la búsqueda de una representación más auténtica por parte de los votantes. Las elecciones generales de 2025 podrían redefinir el rumbo de la ciudad, pero la falta de participación y el desinterés por parte de los electores podrían ser factores decisivos en los resultados.