« »
HOY:  sábado 27 de septiembre del 2025

¡Accedé a contenido exclusivo!

Después del sacudón: Viotti reabre el diálogo con el Concejo en medio de la presión por seguridad

En la primera reunión formal tras el triunfo opositor, el intendente presentó proyectos urbanos, mientras la oposición aprovechó para marcar la agenda política y social de Rafaela. El radical enfrenta cuestionamientos por la inseguridad y el desgaste político

A dos meses de la derrota que reconfiguró el mapa local —cuando la peronista Valeria Soltermam obtuvo un triunfo rotundo— el intendente Leonardo Viotti volvió a sentarse con el Concejo en la primera foto política de “pos‐elección”. Llegó con carpeta de obras (Plaza 25 de Mayo, Recova Ripamonti, veredas del microcentro) pero chocó con la agenda que hoy perfora el humor social: la inseguridad. En paralelo, el oficialismo inicia la segunda mitad del mandato con un frente competitivo enfrente: Soltermam y el presidente del Concejo, Lisandro Mársico, dos dirigentes con llegada barrial que ya orbitan como alternativas para 2027. El diagnóstico atraviesa ambos planos: una ciudadanía que no convalida la primera etapa de gestión, que reclama resultados y que le recuerda al radicalismo que prometió una cosa y terminó haciendo otra.

Qué se habló en la cumbre con concejales

La reunión —en el despacho de Intendencia— fue encabezada por Viotti junto a su equipo (Nicolás Asensio, Patricia Imoberdof y María Emilia Vidal). Del otro lado, todos los bloques del Concejo. El Ejecutivo presentó el rediseño del anillo vehicular interno de la Plaza 25 de Mayo y las “áreas complementarias” (accesibilidad, movilidad, cruces peatonales). También informó el estado de la obra en la Recova Ripamonti, la “transformación del centro histórico” y el plan de veredas del microcentro. La cita duró cerca de una hora: fue informativa, sin anuncios de financiamiento ni cronogramas cerrados. Señal política: Viotti busca retomar iniciativa con obra pública y “ordenamiento” urbano como eje.

La reciente convocatoria del intendente con los concejales, en teoría un espacio de coordinación institucional, terminó siendo más una señal de debilidad que de fortaleza. Viotti llegó con carpetas de obra pública (Plaza 25 de Mayo, Recova Ripamonti, veredas del microcentro), intentando recuperar iniciativa y exhibir proyectos. Sin embargo, la política real se impone: la seguridad domina la conversación pública y el oficialismo aún no logra dar respuestas convincentes.

La escena lo expuso: mientras en Intendencia se hablaba de urbanismo, en el Concejo se escuchaban los testimonios desesperados de la Escuela Lisandro de la Torre, víctima de siete robos en un mes. Directivos, docentes y vecinos pusieron en palabras lo que ya es percepción social extendida: “Necesitamos soluciones reales y respuestas concretas”.

Seguridad: el verdadero punto de quiebre

La inseguridad no es un tema nuevo en Rafaela, pero se consolidó como el eje crítico de la gestión Viotti. Que una comunidad educativa se autoconvoque en el Concejo para denunciar vandalismo, robos a plena luz del día y la naturalización del delito entre los chicos es mucho más que una demanda puntual: es el síntoma de una crisis de convivencia social.

El mensaje fue directo: no alcanza con cámaras ni con protocolos de denuncia. Lo que se reclama es presencia estatal, patrullaje efectivo y coordinación política real. Y en este punto, la administración municipal no logra despegarse de la lógica de trasladar la responsabilidad a los vecinos.

Nuevos liderazgos en construcción

Viotti encara la segunda mitad de su mandato con un panorama adverso. Por un lado, la oposición peronista, ahora encabezada por Valeria Soltermam, encontró el tono justo: un discurso de diálogo, control y participación, en contraposición a la “mayoría automática” que caracterizó al oficialismo. “La ciudad le dijo que no a esta forma de hacer las cosas”, resumió la concejala tras la elección.

Por otro, dentro del propio radicalismo, Lisandro Mársico emerge con protagonismo. Como presidente del Concejo y con visibilidad nacional en encuentros institucionales, empieza a perfilarse como alternativa interna de peso. Para un intendente debilitado, tener competencia interna y oposición externa consolidada es doble presión.

Un electorado cansado de promesas

El mensaje de junio fue claro: los ciudadanos castigaron lo que perciben como incongruencia entre discurso y gestión. Viotti, como otros intendentes radicales, llegó con la bandera de la renovación, pero en la práctica repitió viejas lógicas. La gente no solo evaluó obras o proyectos, evaluó coherencia. Y ese es el terreno más difícil de recuperar.

Lo que está en juego

La pregunta no es solo si el intendente podrá mostrar resultados concretos en obras urbanas. La cuestión central es si logrará recuperar confianza social en un contexto de inseguridad creciente y con liderazgos opositores en expansión.

La gestión tiene por delante dos años, pero la sensación es que la ventana política se achicó: o aparecen resultados palpables en seguridad y servicios, o el oficialismo quedará atrapado en el papel de mero administrador.

El desafío es doble:

  1. Político: recomponer relación con la ciudadanía y evitar que la narrativa la marquen Soltermam y Mársico.

  2. Institucional: demostrar que el municipio puede ser parte de la solución en seguridad y no solo un espectador que deriva responsabilidades.

 

Rafaela se convirtió en un espejo de lo que sucede en varias ciudades santafesinas o en la gestión provincial: gestiones radicales que prometieron cambio, pero hoy enfrentan desgaste, crisis de seguridad y oposición revitalizada. El caso Viotti es paradigmático: llegó con expectativas de renovación y ahora camina sobre terreno minado.

El futuro inmediato dependerá de si logra transformar el malestar ciudadano en un plan de acción verificable, o si, por el contrario, la percepción de que “dijeron una cosa e hicieron otra” se convierte en la lápida política de su gestión.

El oficialismo local apuesta a obra visible para recuperar iniciativa, pero en Rafaela la brújula la tiene hoy la seguridad. Si el Municipio no ofrece resultados medibles en prevención y respuesta, la escena la seguirán guiando Soltermam y Mársico, con un electorado que ya demostró capacidad de castigo. El mensaje del último comicio fue claro: menos marketing, más gestión. Y una conclusión incómoda para cualquier Ejecutivo: la confianza no se comunica, se gana.

Compartí esta nota:

Facebook
X
Threads
LinkedIn
WhatsApp
Email

Temas de la nota:

Banner Universo Largo
Banner Universo Mobile
Banner Concejo Santa Fe 1
Banner Ideatorio Agencia Chico

Otras noticias

Más noticias