El año 2025 se perfila como uno de los más duros para la docencia santafesina. Mientras el gremio AMSAFE intensifica sus reclamos por la falta de publicación de vacantes y exige la reapertura de la paritaria salarial, una nueva decisión judicial sacudió al sector educativo: la restitución del impuesto a las Ganancias sobre los sueldos docentes. La medida, que afecta a unos 2.800 maestros y directivos en la provincia, fue resuelta por la Sala III de la Cámara Contencioso Administrativo Federal, revirtiendo una cautelar vigente desde agosto de 2024.
En términos prácticos, los descuentos volverán a aplicarse a partir de los haberes de noviembre, que se liquidarán en diciembre, en todos los casos donde los ingresos brutos superen los 3 millones de pesos. La resolución judicial, que alcanzará al personal comprendido en la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), se fundamenta en que la entidad sindical “carecía de legitimación activa” para mantener suspendida la retención.
El impacto político y simbólico es profundo: tras un año marcado por aumentos salariales otorgados por decreto, sin acuerdo paritario ni reconocimiento de los reclamos históricos del sector, el retorno del impuesto a las Ganancias se percibe como una nueva afrenta a la economía y la dignidad docente.
Una decisión que reabre la tensión
Desde la Dirección Regional Santa Fe de la DGI–ARCA se informó oficialmente que la medida comenzará a regir en los próximos días, instando a los agentes provinciales a actualizar el formulario F.572 Web en el sistema Siradig–Trabajador antes del 16 de noviembre. Allí deberán declarar cargas familiares y deducciones correspondientes al período fiscal 2025 para evitar errores en la liquidación.
El comunicado técnico fue interpretado por los gremios como un mensaje político. Desde AMSAFE, la conducción provincial emitió un comunicado de rechazo, en el que remarcan que la decisión “vuelve a castigar a los trabajadores que sostienen el sistema educativo en condiciones de deterioro salarial y estructural”.
“Este retroceso significa que, mientras seguimos sin paritarias, sin reconocimiento de la inflación y con una crisis social que golpea a cada escuela, el Gobierno nacional decide reactivar un impuesto injusto sobre el salario”, sostienen desde el sindicato.
Reclamos sin respuesta: vacantes, ascensos y salarios
En paralelo, la Asociación del Magisterio de Santa Fe formalizó un reclamo ante el Ministerio de Educación por la falta de publicación de vacantes para cargos directivos.
El pedido apunta a que el Gobierno provincial regularice la situación administrativa que impide avanzar con los concursos de ascenso y traslados, fundamentales para el desarrollo profesional y la movilidad laboral dentro del sistema educativo.
“Es indispensable que las vacantes sean publicadas en tiempo y forma, respetando los principios de equidad y transparencia”, sostuvo el secretario general de AMSAFE, Rodrigo Alonso, al encabezar la presentación ante la cartera educativa. La demora, advierten, vulnera derechos adquiridos y afecta a cientos de docentes que completaron procesos de formación y evaluación.
La nota presentada al ministro estuvo acompañada por un relevamiento propio de las delegaciones departamentales, que evidencia inconsistencias y demoras en distintas regionales. Para AMSAFE, el reclamo no es aislado: se enmarca en una defensa integral de la carrera docente, la estabilidad laboral y la transparencia de los concursos.

Un 2025 marcado por la frustración
En apenas once meses, el Gobierno provincial impuso todos los aumentos salariales por decreto, sin acuerdos paritarios ni cláusulas de revisión, lo que deterioró la relación con el magisterio. A la par, la Nación retiró programas educativos federales, redujo el Fondo de Incentivo Docente y ahora reimpone el impuesto a las Ganancias.
El resultado es un clima de malestar y desgaste acumulado en un sector que ya atraviesa condiciones laborales complejas y una pérdida de poder adquisitivo sostenida.
“Es un año en el que los docentes sentimos que se nos dio la espalda desde todos los niveles del Estado”, expresó una dirigente gremial del centro provincial.
Mientras tanto, en las escuelas, el conflicto cotidiano se sostiene: más tareas con menos recursos, jornadas extendidas y un horizonte salarial incierto, con el cierre del ciclo lectivo acercándose y sin perspectivas claras de diálogo paritario.
Contexto y lectura política
La medida judicial que reimpone el pago de Ganancias llega en un momento particularmente sensible. En el Gobierno provincial buscan mostrar equilibrio fiscal y disciplina administrativa, en línea con las metas nacionales, pero el costo político podría ser alto si el malestar docente se transforma en conflicto visible.
Desde el sindicalismo, advierten que el retorno de las retenciones será “la chispa que puede encender un nuevo ciclo de protestas”.
El mensaje es claro: sin paritaria, sin diálogo y con nuevos descuentos, el frente gremial se endurecerá.
Santa Fe, cuna de la tradición educativa pública y de gremios con fuerte peso histórico, vuelve a ser escenario de un conflicto que combina ajuste, judicialización y pérdida de derechos, en un año donde los maestros sienten que, más que nunca, la educación volvió a quedar sola.



