Desde Rio Negro, la vicepresidenta apuntó contra el Poder Judicial, al que calificó de “mafiosos”, y sostuvo que los fundamentos de la causa Vialidad “son eufemismos con el objetivo de la proscripción”. Por otro lado, criticó la situación económica y recordó el intento de magnicidio.
Un día después de que se conocieran los fundamentos de la condena en su contra en la causa “Vialidad”, la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente este viernes desde el sur del país, más precisamente en la Universidad Nacional de Río Negro, que le otorgó la distinción Honoris Causa de dicha institución.
La conferencia de la titular del Senado duró dos horas y estaba titulada como “¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política”.
En ese contexto y como era sabido de antemano, lanzó duros cuestionamientos hacia el Poder Judicial al que calificó de “mafiosos”, y cuestionó los fundamentos de la causa Vialidad: “Son eufemismos, ninguna prueba y el objetivo es la proscripción”.
En otro pasaje de su discurso, criticó la situación económica del país y planteó: “No solo estamos sin Estado, sino también sin moneda”.
“Cristina presidenta”
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional argentino y con una multitud que sostenía en sus manos carteles con la leyenda “Cristina presidenta”, “Luche y vuelva” en el marco de un “operativo clamor” para que la vicepresidenta se presente como candidata, la abogada recibió el doctorado Honoris Causa la máxima distinción que entrega la Universidad.
No faltó tampoco el cántico de “Cristina presidenta”, que se despertó en medio del discurso del rector de la casa de altos estudios al decir: “Para nosotros la vicepresidenta de los argentinos… iba a decir presidenta, porque estamos acostumbrados a ello”. Así como tampoco faltó su particular y ya habitué abanico.
Al comienzo agradeció a las autoridades por la distinción recibida. Así, recordó que el último Honoris Causa que recibió fue hace un año en Chaco en donde habló sobre la “insatisfacción democrática frente a las demandas que no son cumplidas por los Estados”. “Hacía alusión a que ese Estado, por lo menos como se conforma en gran parte de Occidente, es un Estado modelo de gestión a través de poderes que se gestó con la Revolución Francesa”, narró.
“Estamos queriendo gestionar desde el Estado a una sociedad que tiene internet y celulares y que ha modificado con una forma de organización estatal que data de antes. Esto generaba carencia de instrumentos y de acciones que pudieran conducir a que el Estado diera solución y respuestas a las múltiples demandas”, criticó.
En esa línea, preguntó: “¿Cómo estamos hoy a 40 años de democracia? En la Argentina pareciera que ni estos tres poderes funcionan”.
El homenaje a Néstor
En un breve pasaje, Cristina homenajeó al hombre “patagónico” que asumió en 2003 con el 22% de los votos y que “todos se acuerden de la parte económica nada más, del corralito. Pero en medio lo recibió una fenomenal crisis institucional”, y relató la crisis del 2001 con la sucesión de cinco presidentes, donde la sociedad pedía “que se vayan todos” que “no veía que había Poder Ejecutivo, sino que sentían que las cosas se decidían en cualquier lugar”.
“El Poder Legislativo estaba fuertemente cuestionado porque la primera Alianza de 1999, su vicepresidente renuncia en medio de denuncias de soborno en el Congreso, en el Senado. Estalló un gran escándalo porque una ley de flexibilización laboral fue comprada por el entonces oficialismo sobornando a senadores de la oposición, del peronismo”, relató y aprovechó para criticar a los medios: “No lo denunció ningún periodista de investigación, no lo denunció ningún opositor”.
Y sostuvo: “No teníamos Poder Ejecutivo. Teníamos un Poder Legislativo… bueno… en donde se podía comprar y vender leyes. Y teníamos una Corte que se conoció como la mayoría automática que fue la que legalizó todas las privatizaciones todo lo que fue, si se quiere en cierta manera, el saqueo del patrimonio nacional”.
“No teníamos en ese momento lo que llamó el ‘Estado constitucional democrático’. Néstor en el 2003 reconstruye esto. Primero colocando a la Casa Rosada como el centro de gravedad del poder político democrático votado en Argentina. Las decisiones las toma el presidente. El Poder Legislativo vuelve a ser lo que tiene que ser: oficialismo y oposición”, destacó.
Y lanzó un palito para su propio bloque: “Fue la única época en donde el oficialismo votaba leyes que estaban orgullosos votar y sancionar porque eran leyes que otorgaban derechos, no le sacaban nada a nadie. Era un oficialismo orgullo de ser oficialismo. Así funciona el sistema, no es que todos tengan que pensar igual”.
“Cuando el Estado es amenazado desde la Corte Suprema por su presidente de dolarizar la economía, se produce el memorable de Néstor donde solicita el juicio político a los magistrados”, recordó CFK.
Y disparó: “Hoy, a 40 años de democracia el próximo 10 de diciembre, creo que lo que estamos viviendo en materia de división de poderes, cuando vemos a la oposición, o por lo menos al sector más importante, aliado con el Poder Judicial para hacer lo que sabemos que se está haciendo, creo que no estamos ante un estado democrático constitucional“.
El “Partido Judicial”
La vicepresidenta comenzó a meterse dentro de la causa por la que fue condenada y atacó al poder judicial: “Hoy desde el Partido Judicial, ya no se lo puede llamar Poder Judicial, separan al senador Martín Doñate que era el representante en el Consejo de la Magistratura y restituyen al miembro que habían impugnado. Más mafioso no se consigue“.
“¿Qué voy a hablar de mensajes mafiosos? Si acá en Lago Escondido, Río Negro, todos los argentinos pudimos verificar los chats que por esas casualidades el juez que instruyó la causa en la que ayer acaban de proscribirme fue uno de los que recomendaba cómo hacer facturas truchas”, disparó.
Intento de magnicidio y crítica a los medios
En esa línea se refirió al intento de asesinado hacia su persona: “La ruptura del pacto democrático, que es esto, y lo principal y la más terrible fue la del 1 de septiembre que realmente odié ser protagonista de todo eso”.
”Si uno mira lo que pasó a partir del 2015, en realidad casi observa como una secuencia lógica lo del 1 de septiembre, inclusive en marzo de 2022. El día que se trataba en el Parlamento, en Diputados precisamente, el acuerdo con el FMI, destruyeron mi despacho. Primero fue señalado con pintura. Luego durante media hora sin que interviniera ninguna fuerza de la Ciudad de Buenos Aires, ni Federal, fue apedreado y destruido el despacho. La misma jueza que instruyó la causa es la misma de la causa de ahora… es como que todo hace juego con todo”, denunció.
También recordó que unos días más tarde, en las cartelerías de la Ciudad apareció una foto “de esas que me saca Clarín con cara de mala donde decía ‘asesina de 35 mil personas’. Cuatro días después del 24 de marzo, no fue casualidad”.
“Ese primero de septiembre tuvo muchos episodios antes que empezaron incluso desde que asumí como presidente solo por el hecho de ser mujer”, manifestó.
Causa vialidad y proscripción
También se refirió a la causa Vialidad en la que está condenada a seis años de prisión y sostuvo que “los fundamentos de ayer más que fundamentos son eufemismos…millones de palabras y adjetivos, ninguna prueba y un sólo objetivo: la proscripción”.
“Creo que el que mejor lo definió fue el ministro del Interior Wado de Pedro cuando dijo ‘han reemplazado al código electoral por el código penal’. Esta es la verdad de la milanesa hoy en Argentina”, destacó Fernández de Kirchner.
“No solo estamos sin Estado, sino que sin moneda también”
En ese pasaje de su disertación, planteó el tema económico: “¿Cómo andamos por otras instituciones si en algunas estamos así a 40 años de democracia?”, y respondió: “Lo que yo denomino la economía bimonetaria”.
Para Cristina el 24 de marzo del 76 se produjo la ruptura del modelo industrialista por sustitución de importaciones que inauguró el peronismo fuerte. El dólar hoy es un patrón de conducta, más que monetario por lo menos en Argentina”.
Al hacer referencia a las falencias del modelo industrialista de exportaciones cuestionó que “no alcanza con el sector agrícola para hacer frente a los dólares que faltaban. Había que desarrollar industrias que generan mucho más trabajo, porque de eso se trata, generar trabajo y bien remunerado”.
“Esto comienza a profundizarse con el patrón de conducta de las clases dirigenciales que conforman… la Argentina comienza a formar activos externos en dólares que son tomados de nuestra economía y colocados por fuera del circuito en el exterior, paso por alto la estatización”, fustigó.
En esa línea, tiró un palito a la oposición, precisamente a los liberales: “Los que critican al Estado que se acuerden de la convertibilidad porque el que hizo eso fue el mismo que estatizó la deuda que todavía seguimos pagando”.
“Las crisis fueron permeando a toda la sociedad. Y la gente, con un mecanismo de defensa, iba y compraba dólares”, analizó y agregó: “Se relega el peso para cuestiones domésticas y se convierte una moneda que nosotros no tenemos, como moneda de ahorro y de pago para algunas operaciones”.
Además, explicó: “Ser dirigente es dirigir, mirar más allá porque tiene que conducir y dirigir el país a lugares buenos y seguros. Eso es ser dirigente”.
Retomando el tema de la economía, consideró que la economía bimonetaria nos conduce a la situación de inflación. “Los que me dieron lecciones y me dijeron que solucionar el tema de la inflación era un tema de chasquido de dedos llevaron la inflación al 54%. Está claro que los salarios altos no son la causa de la inflación”, chicaneó.
“No hay catástrofe más grande para Argentina que el endeudamiento que se produjo entre 2015 y 2019. Catástrofe eh. Ustedes por qué creen que pudimos tener 12 años y medio de gobierno y buenos salarios en Argentina….Esto no depende de personas, depende de políticas que hagan determinadas personas. No es una cuestión personal, es política”, apuntó.
Sobre el acuerdo con el FMI: “Hay que devolverlo”
Por otro lado, volvió a mencionar el acuerdo con el FMI y opinó: “Quiero desmitificar esto del acuerdo porque parece que a uno no le gustara el FMI porque no quisiéramos pagar. Por supuesto que sí. Hay que devolverlo. Nadie pretende que no lo devuelven. No tengo una cuestión dogmática ni ideológica con el FMI”.
”Yo sólo creo en Dios y en el amor. Pero en un programa económico no, no es una cuestión de fe. Es una cuestión de objetivos que se sigue y la eficiencia que se tiene para alcanzarlos. No me enamoro de nada. Lo digo para aclarar que no hay ninguna cuestión dogmática ni que no quería que no se acordara con el fondo”, manifestó.
La dolarización de la economía: “No se soluciona así”
Al respecto, la vicepresidenta apuntó conta los dirigentes que proponen la dolarización de le economía, principalmente hacia el liberal Javier Milei.
“Algunos hablan de que esto se soluciona con la dolarización. A mí me gustaría que se entendiera esto. Una parte piensa que esto va a ser como la convertibilidad. No es así. El valor de una moneda no lo da ninguna ley sino el tamaño de la economía. La dolarización de producirse en Argentina, el gran sacrificio va a ser las clases medias argentinas. El mayor consumidor de dólares son las clases medias. El empobrecimiento de estas clases no va a tener límites. ¿Cómo se les pasa por la cabeza?”, expresó.
Y sumó: “Tenemos que tener un Banco Central. Algunos lo quieren quemar. Yo la verdad que bidones de nafta es lo más fácil de conseguir y lo más rápido, pero ¿piensan se puede solucionar de ese modo? Yo no. Pero entiendo que se requiere una reforma en el Banco Central para que cuide la moneda y el tamaño de la economía”.
Críticas a la gestión de Cambiemos: “No hubo hegemonía democrática ni consenso”
En otro pasaje de su disertación, la titular del Senado comparó: “Entre 2003 y 2015 no se sacó una sola ley sobornando a nadie, no se obligó a votar nada a nadie”.
“Ahora bien, vino otro partido y no pudo construir su hegemonía democrática. Porque dijo tarifazo y la gente no estaba de acuerdo, reforma provisional y no estaban de acuerdo, vino el FMI y un endeudamiento feroz. El que vino después no pudo construir la hegemonía democrática”, cuestionó.
Y remarcó que “se puede gobernar bajo dos formas: por hegemonía democrática o por consenso, acordando las fuerzas políticas, el modelo de país y hacia donde vamos. Pero si no tenemos hegemonía democrática ni consenso…bueno papito, que te ayude tu hermano”.
Por último, la abogada afirmó: “Le tengo mucho temor a la fragmentación política”, al compararse con países vecinos.
“Miremos un poquito Latinoamérica. En 2011 dos partidos políticos en Perú tenían el 65% de las elecciones. Hoy para juntar el 50% de los parlamentarios se necesitan 5. Ningún candidato llega a más del 20. La fragmentación de la política, porque la gente se la agarra con la política. Y la gente sigue convencida que los políticos son los malos: no, los modelos económicos lo causan. En Perú tienen el Banco Central con dólares”, señaló
Y siguió: “No podemos seguir en un debate tan chato y mediocre y manejado de los medios de comunicación. No nos lo merecemos”.