Los intendentes de Funes y Reconquista, Roly Santacroce y Enrique Vallejos, dieron un paso que sacude el tablero político santafesino: decidieron recibir, trabajar y militar por la lista de Provincias Unidas, encabezada por la vicegobernadora Gisela Scaglia. La definición se consolidó tras nuevas reuniones con el gobernador Maximiliano Pullaro y un grupo de jefes territoriales, en un esquema de cooperación que promete extenderse al frente nacional y que, a futuro, podría rebotar dentro de Unidos para Cambiar Santa Fe.
Reuniones y acuerdos silenciosos
Hace unos días, los intendentes volvieron a compartir encuentros con Pullaro y otros dirigentes oficialistas. Según trascendió, el ministro de Gobierno, Fabián Bastía, será el facilitador político de este vínculo, que mezcla gestión e intereses electorales.
La incorporación de Santacroce y Vallejos al armado que responde al cordobés Martín Llaryora no fue consultada con sus militantes locales, lo que ya genera conflictos internos en Funes y Reconquista. En ambos casos, la decisión fue tomada por las cúpulas políticas, sin abrir el debate en sus estructuras territoriales.
El mensaje a sus votantes
En Funes, Santacroce ya había dado señales claras durante el aniversario de la ciudad, cuando invitó a Pullaro y a Scaglia y pidió públicamente a los vecinos recordar el nombre de la vicegobernadora de cara a las elecciones de octubre. Vallejos, en tanto, acompañó la misma estrategia en Reconquista, consolidando un posicionamiento que tensiona con su condición de intendente electo bajo el sello del peronismo.
Un peronismo en alerta
La jugada reabre un interrogante mayor: ¿qué hará el PJ santafesino frente a dirigentes que fueron votados como peronistas pero hoy trabajan en abierta sintonía con el oficialismo? La trabajosa unidad que el justicialismo logró sostener en los últimos meses se ve amenazada por gestos que descolocan a la militancia.
Algunos sectores plantean que el partido no puede “mirar para otro lado”, mientras otros se preguntan si habrá sanciones formales, incluso con la posibilidad de una expulsión ejemplificadora para quienes cruzan de hecho a otro frente.
El objetivo político
Más allá de las tensiones inmediatas, la apuesta de Santacroce y Vallejos responde a una estrategia nacional. Los intendentes peronistas que orbitan alrededor de Llaryora aspiran a fortalecer a Provincias Unidas para disputar con mayor fuerza la conducción del PJ en el futuro. La clave será el resultado de octubre: si Scaglia logra superar a Caren Tepp, candidata de Fuerza Patria, los intendentes llegarán con más argumentos a la pulseada por la jefatura partidaria.
Lo que está en juego
La decisión no solo marca un distanciamiento con la lista que lideran Agustín Rossi y Caren Tepp, sino que también abre un escenario de transición en el mapa del peronismo santafesino. Unidos observa la jugada con cautela: en el oficialismo admiten que la discusión sobre una incorporación plena de estos intendentes a la coalición provincial recién se abrirá después de 2026.
Mientras tanto, el vínculo político ya está en marcha. La pregunta que queda flotando es cómo procesará el PJ santafesino este cruce de fronteras internas, entre la disciplina partidaria y la búsqueda de nuevos espacios de poder.