Mientras Pullaro apuesta al consenso en el discurso, el justicialismo denuncia que el diálogo es solo una puesta en escena. Las diferencias sobre el reglamento y el poder de decisión anticipan un debate áspero.
A menos de una semana del inicio de la Convención Constituyente que debatirá la reforma de la Constitución santafesina, el clima político comienza a tensarse. El motivo es el reglamento interno que debe aprobarse en las primeras sesiones y que, según el peronismo, el oficialismo intenta imponer sin consenso real.
Los convencionales de Unidos para Cambiar Santa Fe y de Más para Santa Fe mantuvieron una reunión en la sede del Senado para discutir los puntos principales del reglamento, que regirá el funcionamiento del cuerpo encargado de reformar la Carta Magna provincial. Aunque el encuentro se desarrolló en términos cordiales, el justicialismo advirtió que el gobernador Maximiliano Pullaro y su espacio buscan avanzar de manera unilateral.
“Hasta hoy no venimos viendo voluntad de consenso”, advirtieron desde el PJ. En tanto, en Unidos aseguran que lograrán el aval político con mayoría calificada.
La disputa: ¿mayoría simple o dos tercios?
Uno de los puntos de mayor fricción fue la interpretación del mecanismo de aprobación del reglamento. Desde el peronismo sostienen que se necesita una mayoría de dos tercios del total de los convencionales, siguiendo el reglamento vigente de la Cámara de Diputados, que la propia ley de necesidad de la reforma establece como base.
En cambio, el oficialismo interpreta que la Convención tiene plena autonomía para decidir su propio reglamento y que podría hacerlo por mayoría simple, si así lo definiera. En concreto, Unidos cuenta con 33 convencionales sobre 69, y necesitaría acuerdos con otros bloques para alcanzar los dos tercios (46 votos), aunque aseguran tener respaldo suficiente para aprobarlo sin sobresaltos.
Este debate jurídico y político podría tener derivaciones aún más complejas: desde el justicialismo advierten que si se admite que el reglamento puede votarse por simple mayoría, se estaría reconociendo que la ley de necesidad se excedió en sus facultades. Ese argumento podría ser utilizado por otros sectores —como La Libertad Avanza— para objetar el proceso de reforma.
¿Diálogo real o solo para la foto?
Para la oposición, la reunión entre Unidos y Más para Santa Fe fue “el primer encuentro formal”, pero también una muestra de que el llamado al diálogo que encabeza Pullaro es, hasta el momento, más un gesto mediático que una práctica concreta.
“Ya nos pasó con la fecha de inicio de la Convención. La mayoría de la oposición propuso 2026, pero el gobernador definió por decreto que sea este julio. Ahora sucede algo similar: nos reciben, nos escuchan, pero en los hechos hacen avanzar su agenda”, resumieron desde el PJ.
Desde el oficialismo, en cambio, insisten en que el reglamento será aprobado con amplio respaldo y que no hay intención de avanzar “violenta o unilateralmente”. Esperan contar con los votos del justicialismo y de bloques menores como el de Alejandra Oliveras y el de Lewandowski, para llegar a una votación cercana a la unanimidad.
Próximos pasos y estructura de funcionamiento
La Convención se constituirá el lunes 14 de julio en la Cámara de Diputados, donde los 69 convencionales prestarán juramento y elegirán autoridades. El oficialismo propone como presidente del cuerpo al senador Felipe Michlig (UCR). También se negocia cuántas vicepresidencias tendrá la mesa de conducción: el PJ quiere al menos una propia y propone que haya tres para garantizar pluralidad.
El debate por el reglamento se espera para la segunda sesión, entre el 15 y 16 de julio. También deben definirse las comisiones de trabajo (el PJ propone al menos cinco), el cronograma de sesiones y la designación de secretarios parlamentarios.
Desde la oposición, ya anticiparon que enviarán una propuesta propia por escrito y plantearon que todo avance institucional debe construirse sobre bases consensuadas. «No venimos a legitimar una reforma impuesta», señalaron.
¿Qué puede pasar ahora?
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Si Unidos logra consenso con el PJ y bloques minoritarios, el reglamento podría aprobarse con los dos tercios requeridos, desactivando el conflicto inicial.
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Si no hay acuerdo, podría abrirse una grieta legal sobre la validez del procedimiento, e incluso judicializarse el inicio de la reforma.
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La puja por el reglamento anticipa que la Convención no estará exenta de tensiones, especialmente en temas como la reelección del gobernador y la autonomía municipal.