El secretario adjunto de la CGT Rosario y titular de Sadop sostuvo que los $328.000 fijados por el Gobierno nacional “no alcanzan para sostener a una familia”. Señaló que el monto está muy por debajo de la Canasta Básica y denunció el deterioro salarial de la clase trabajadora.
El dirigente sindical Martín Lucero, titular del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) Rosario y recientemente designado secretario adjunto de la CGT Rosario, cuestionó con dureza la decisión del Gobierno nacional de establecer el Salario Mínimo, Vital y Móvil en $328.000.
La medida fue definida de manera unilateral por el Ejecutivo y, según Lucero, “carece de toda relación con la realidad económica que atraviesa la clase trabajadora”, profundizando un escenario de pérdida de ingresos frente a un contexto inflacionario persistente.
Un salario mínimo lejos de la Canasta Básica
Lucero señaló que el monto fijado es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia argentina:
“Es imposible que un trabajador en Argentina pueda sostener a su familia con $328.000”, afirmó.
El dirigente advirtió que el salario mínimo se encuentra muy por debajo de la Canasta Básica, que hoy ronda $1.177.000, y anticipó un rechazo generalizado de la CGT en todo el país.
“¿Qué puede hacer un trabajador o una trabajadora para sostener a su familia con $328.000 en la Argentina?”, se preguntó.
Inflación, informalidad y caída del empleo
Para Lucero, el nuevo piso salarial evidencia una “irrealidad en la que viven nuestros gobernantes”, y expone un modelo económico “anclado sobre la base de la pobreza del salario”.
El referente gremial apuntó a la combinación de inflación, caída de la actividad, pérdida de empleo y aumento de la informalidad como factores que tensan la situación social:
“Cada vez hay menos empresas, cada vez se pierde más trabajo, y donde crece la informalidad, está demostrado que el problema no es de leyes, no es de reformas, no es impositivo”, sostuvo.
“No hay nada más cruel que ignorar la necesidad de la gente”
Lucero enfatizó que un salario mínimo de $328.000 implica negar la realidad cotidiana de millones de trabajadores que no logran cubrir gastos esenciales como alimentación, vivienda, transporte y servicios.
“No hay nada más cruel ni más perverso que ignorar la necesidad de la gente. Hoy, con $328.000 ninguna familia argentina puede comer”, expresó.
La CGT Rosario y organizaciones gremiales asociadas anticiparon que continuarán visibilizando el reclamo y reclamando instancias de diálogo real con el Gobierno nacional para revisar el salario mínimo y garantizar un ingreso digno que proteja a la clase trabajadora.
El pronunciamiento de Lucero se suma a un clima nacional de conflicto sindical y tensiones con el Ejecutivo, marcado por reclamos de actualización salarial, pérdida del poder adquisitivo y debate en torno a la política económica y laboral.



