El intendente de Rosario, Pablo Javkin, encabezó el acto oficial por el Día de la Bandera y aprovechó su discurso para lanzar una fuerte crítica al presidente Javier Milei, quien decidió no asistir a la tradicional conmemoración. En un contexto de tensión política y en medio de la campaña electoral que tiene a La Libertad Avanza como protagonista en la provincia, las palabras del jefe comunal expusieron el malestar local por la falta de compromiso del Gobierno nacional con los problemas de la ciudad.
Rosario fue escenario este 20 de junio de un acto cargado de simbolismo y reclamos. Javkin, acompañado por el gobernador Maximiliano Pullaro y la vicepresidenta Victoria Villarruel, encabezó la ceremonia al pie del Monumento Nacional a la Bandera. Tras los honores protocolares, el intendente destacó el espíritu resiliente de la ciudad y lamentó la ausencia del presidente en un evento que, según subrayó, debería tener a los máximos referentes del país al frente.
“Acá deberían estar los líderes nacionales”
Javkin fue categórico: “Acá deberían estar cada 20 de junio los líderes nacionales, en el lugar donde Belgrano eligió para que su creación viera el cielo azul celeste”. La frase apuntó directamente al faltazo de Milei y expuso un reclamo que trasciende lo simbólico. El intendente habló de obras paralizadas —como el Monumento a la Bandera, la Circunvalación y las rutas productivas— y cuestionó el desinterés de la Casa Rosada por las necesidades de Rosario. “Que nos dejen hacer, que acá sabemos cómo hacerlo”, reclamó con tono firme.
La ausencia presidencial se produce en un contexto donde La Libertad Avanza busca consolidarse como fuerza política en la ciudad. El contraste entre la presencia creciente del espacio de Milei en el plano electoral y la falta de compromiso del Gobierno nacional en los asuntos locales fue uno de los ejes implícitos del mensaje de Javkin.
Rosario, entre la resurrección y el reclamo
El intendente reivindicó el momento de “resurrección” que atraviesa Rosario tras los años más duros marcados por la violencia y el crimen organizado. Destacó la unidad de la ciudad, el trabajo conjunto con la provincia y la llegada —tardía, según remarcó— de las fuerzas federales. “El crimen organizado sabe que en Rosario no le tenemos más miedo. Volvió Rosario y volvió más fuerte, más pujante, más dispuesta que nunca a seguir siendo el corazón del interior productivo”, enfatizó.
Javkin volvió sobre un reclamo recurrente: el abandono de la Nación en momentos críticos para la ciudad. “Pagamos con vidas el abandono de algunos; pagamos con horror el silencio cómplice de otros. Jamás Belgrano hubiera hecho eso”, sostuvo, apelando al legado del prócer como espejo del presente.
El impacto político: Rosario y el avance libertario
Las críticas de Javkin a Milei no ocurren en un vacío político. Se producen mientras La Libertad Avanza se perfila como fuerza con peso propio en el Concejo Municipal, tras ser la lista más votada en las PASO. De consolidarse ese escenario, el oficialismo local podría enfrentar serias dificultades para sostener la gobernabilidad durante los dos años que restan de mandato.
La irrupción libertaria en el plano legislativo, sumada a otras fuerzas opositoras, dibuja un Concejo fragmentado y potencialmente hostil para el Ejecutivo municipal. Así, las palabras de Javkin no solo expresan un reclamo institucional: marcan el inicio de una disputa política de fondo, en la que el vínculo —o la ausencia de vínculo— con la Nación será un eje inevitable del debate público.
Un acto con fuerte carga simbólica
El acto del 20 de junio dejó algo más que el homenaje a Manuel Belgrano: expuso la tensión creciente entre el gobierno local y nacional y abrió un nuevo capítulo en la disputa por el rumbo de Rosario. Mientras el Ejecutivo rosarino reclama presencia y compromiso, desde la Casa Rosada las señales de acompañamiento son cada vez más débiles. En el medio, una ciudad que busca dejar atrás la violencia y proyectarse como motor del interior productivo.