La última reunión paritaria docente en Santa Fe no solo estuvo marcada por el rechazo de los gremios a la propuesta salarial del gobierno provincial, sino también por un fuerte cruce entre el ministro de Educación, José Goity, y el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero.
El intercambio subido de tono se produjo en medio de un clima ya tenso, luego de que la Casa Gris ofreciera un incremento que, según los sindicatos, no cubre ni de cerca el deterioro salarial frente a la inflación. En la mesa, Goity le dijo a Lucero: “No representás a nadie”, y, según trascendió, también lo acusó de ser “marketinero”, dejando atónitos a varios de los presentes.
El trasfondo legal y político
Sadop representa a los docentes del sector privado, que tienen un régimen laboral distinto al estatal. La Ley de Enseñanza Privada, en su artículo 13, establece que las obligaciones de los dueños de los colegios con sus empleados “no responsabilizan ni obligan en modo alguno al Estado”. Esto significa que los salarios de los docentes privados no son abonados directamente por la provincia, sino por las entidades propietarias, que reciben subvenciones estatales.
Además, la ley santafesina de convenciones colectivas no contempla de forma explícita la participación de gremios privados en la negociación salarial con el Estado. En este contexto, trascendió que el gobierno analiza posibles cambios en la Ley 14.250 para evitar que un sindicato de trabajadores privados discuta directamente con la administración provincial.
En el plano político, Lucero, de origen radical, milita actualmente en Ciudad Futura, fuerza desde la cual ha sostenido posiciones críticas hacia la gestión provincial.
Los números y el peso sindical
De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Trabajo de la Nación, Sadop cuenta con 49.609 afiliados en todo el país, mientras que otro gremio de menor tamaño, Amet, registra 21.193. En la jerga sindical, se trata de dos organizaciones con menor capacidad de movilización en comparación con las grandes centrales docentes.
El reclamo y la respuesta
Tras el encuentro, Lucero afirmó que “para el gobernador y el ministro de Educación parece que vivimos en Disneylandia”. Acusó al gobierno de “desconexión con la realidad” y de presentar una oferta “totalmente insuficiente” que no recoge los reclamos planteados en paritarias previas.
La propuesta oficial fija un incremento del 1,5% para julio y agosto, y un 1% desde septiembre, totalizando un 7% para todo el semestre, sin cláusula de revisión ni mejoras en condiciones laborales.
Para Lucero, el planteo oficial “está muy lejos de ser satisfactorio” y carece de medidas que favorezcan a los trabajadores de la educación, en un contexto de pérdida del poder adquisitivo.