La discusión por la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei dejó de ser un debate estrictamente parlamentario para trasladarse con fuerza a la calle. Este jueves, Rosario y Santa Fe fueron escenario de masivas movilizaciones sindicales que expresaron el rechazo del movimiento obrero a una iniciativa que consideran regresiva y perjudicial para los derechos laborales. Las protestas se dieron en sintonía con la marcha nacional convocada por la CGT y las CTA en la Ciudad de Buenos Aires, en una jornada que marcó un nuevo punto de tensión entre el Ejecutivo nacional y los trabajadores organizados.
En un contexto de ajuste económico, caída del poder adquisitivo y reformas estructurales impulsadas desde la Casa Rosada, la reforma laboral aparece como uno de los ejes más sensibles del programa libertario, capaz de reordenar el escenario político y sindical. En Santa Fe, el rechazo fue contundente y se expresó con movilización, unidad y advertencias de mayor conflictividad.
Rosario: debut de la CGT Unida y una protesta masiva en el centro
En Rosario, la jornada tuvo un condimento político adicional: el debut en la calle de la flamante CGT Unida, que logró una convocatoria amplia y transversal. Desde las primeras horas del día, sindicatos, trabajadores estatales, gremios del transporte y organizaciones sociales desplegaron distintas acciones en el centro de la ciudad.
La primera movilización partió cerca de las 10.30 desde la plaza López y culminó al mediodía con un acto en la zona céntrica. Por la tarde, la convocatoria principal se concentró en el entorno de las calles Buenos Aires y Córdoba, para luego confluir en la Plaza 25 de Mayo, epicentro del acto de cierre.
Allí tomó la palabra el secretario general de la CGT Rosario, Miguel Vivas, quien fue el único orador y expresó el rechazo del movimiento obrero regional al proyecto del Gobierno nacional. “Las y los trabajadores de la región expresamos nuestro rechazo a esta reforma y nos movilizamos en defensa de nuestros derechos”, señalaron desde la organización, reclamando que los legisladores nacionales escuchen el planteo sindical.
La protesta se desarrolló de manera pacífica, con cortes momentáneos de tránsito y una desconcentración ordenada pasadas las 17. Luego, organismos de derechos humanos se sumaron con la tradicional ronda de las Madres, reforzando el carácter político y social de la jornada.

Santa Fe: marcha a la Legislatura y advertencias en pleno debate legislativo
En la capital provincial, la movilización tuvo un escenario simbólico particular. Las columnas sindicales marcharon hasta la Legislatura de Santa Fe, mientras en el interior del recinto se desarrollaba una sesión legislativa. Alrededor de cinco cuadras de manifestantes avanzaron hacia el playón de calle General López, donde se montó el escenario para el acto principal.
El secretario general de la CGT Santa Fe, Claudio Girardi, fue categórico en sus declaraciones. Sostuvo que una reforma laboral de esta magnitud “no puede tratarse de la noche a la mañana” y cuestionó duramente el contenido del proyecto impulsado por el Ejecutivo nacional. “No le sirve a la pyme, le sirve al Fondo Monetario Internacional y a las grandes empresas”, afirmó, y denunció que se intenta aprobar “a libro cerrado”.
Girardi reclamó que la discusión se traslade al período de sesiones ordinarias y que se abra una instancia de debate real con los actores involucrados. “Esperamos al 1 de marzo, que comiencen las asambleas legislativas, y ahí se discute una ley con los trabajadores, la CGT, las demás organizaciones y también las patronales con sus cámaras empresarias”, sostuvo.
El mensaje incluyó una advertencia explícita: si el Gobierno insiste con avanzar sin consenso, el conflicto escalará. “Marchamos en todo el país para decirle no a la reforma laboral. Si esto sigue, vamos a endurecer las medidas”, advirtió el dirigente sindical.

Un conflicto que recién comienza
Las movilizaciones en Rosario y Santa Fe dejaron una señal clara: la reforma laboral no pasará sin resistencia. El debut de la CGT Unida en Rosario y la contundencia de la protesta en la capital provincial muestran que el movimiento obrero santafesino busca recuperar protagonismo y capacidad de presión frente a un Gobierno decidido a avanzar con reformas profundas.
Con un Congreso fragmentado, un Ejecutivo que apuesta a acelerar los tiempos y un sindicalismo que vuelve a mostrarse activo en la calle, el debate por la reforma laboral promete convertirse en uno de los principales focos de conflictividad política y social de los próximos meses. En Santa Fe, al menos, el mensaje fue directo: los trabajadores ya fijaron su posición y están dispuestos a sostenerla.



