El sector metalúrgico vive su peor momento en años. Despidos, suspensiones y fábricas paralizadas en toda la provincia exponen una crisis que se agrava día a día. En el sur santafesino la situación ya es dramática, y cada semana se suman nuevas empresas del interior. En medio del colapso, la bronca también crece hacia el propio Gobierno provincial.
El mapa industrial de Santa Fe muestra un escenario alarmante. A las plantas metalúrgicas del sur provincial que desde hace meses vienen reduciendo personal, se suman ahora decenas de empresas del centro y norte que también enfrentan caídas de producción, suspensiones y despidos. El dato más contundente lo aportó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario, que calculó que se perdieron más de 1.500 empleos en los últimos meses, una cifra que no se veía desde los peores años de la recesión.
La combinación de desplome del consumo, apertura indiscriminada de importaciones, aumento de tarifas y caída de la obra pública empujó a la industria santafesina a una pendiente que no parece tener piso. Según relevamientos de cámaras empresarias y sindicatos, en el 70% de los talleres y fábricas del sector metalmecánico se redujeron los turnos, y en más del 40% se registran suspensiones.
“Hay plantas en Villa Gobernador Gálvez, Pérez y Rafaela que directamente no pueden sostener su estructura. Todos los días tenemos nuevas denuncias de ceses de contratos o reducción horaria”, explicó un dirigente de la UOM, que describió el panorama como “escalofriante”.
Bronca con el Gobierno provincial
En ese clima, las críticas al Gobierno Nacional por su política económica son casi unánimes entre los industriales. Pero en los últimos días, el enojo también comenzó a dirigirse hacia la gestión provincial.
Un dirigente de peso del sindicalismo santafesino, que participó de una reunión con empresarios del rubro, fue categórico:
“Me enoja mucho que el Gobernador, en vez de estar defendiendo los intereses de la producción industrial santafesina, esté haciendo campaña tratando de instalar a su vicegobernadora”.
El comentario generó un murmullo de aprobación entre varios de los presentes, que coincidieron en que el mandatario “está más enfocado en la política que en la gestión”.
Otro empresario agregó con dureza:
“Está de campaña desde comienzo de año. Primero porque fue candidato a convencional, después para instalar a la candidata al Concejo de Rosario, más tarde estuvo dos meses con la reforma, y ahora otra vez de campaña. La verdad, no sé cuándo labura para los santafesinos”.
Un Gobierno distante y sin respuestas
Entre los actores industriales se repite una sensación: el Gobierno provincial está ausente o se limita a gestos simbólicos. “La lógica es que venga el Ministro de la Producción o algún colaborador a palmearnos y decirnos que ya vamos a estar mejor”, ironizó un referente del sector metalmecánico del cordón industrial.
Otros empresarios mencionaron que desde la Secretaría de Trabajo provincial intentan “poner paños fríos” ante cada conflicto, pero sin ofrecer soluciones de fondo.
El contraste con la realidad es notable. Mientras los talleres cierran y los operarios quedan en la calle, la actividad política del oficialismo no se detiene. En la Casa Gris crece el protagonismo de la vicegobernadora Gisela Scaglia, que se muestra en actos, recorridas y comunicados oficiales. “El problema es que usan la estructura del Estado para instalar candidaturas, cuando deberían estar escuchando a quienes la están pasando mal”, resumió otro dirigente gremial.
Producción en caída libre
El último informe del Centro de Estudios del Trabajo y la Producción (CETyP) de la Universidad Nacional de Rosario confirma que la producción industrial cayó más del 12% interanual en el primer semestre, con especial impacto en la metalurgia, la maquinaria agrícola y la línea blanca.
Los despidos ya alcanzan a cientos de operarios en empresas de Armstrong, Las Parejas, Villa Constitución y el cordón norte rosarino. En algunos casos, los empresarios intentan sostener la estructura con jornadas reducidas o suspensiones rotativas, pero el panorama no mejora.
“Nos dicen que esperemos, pero la situación es insostenible. Si esto sigue así, antes de fin de año puede haber más cierres”, advirtió el titular de una firma del sector autopartista de Pérez.
Entre la incertidumbre y la política
La crisis metalúrgica santafesina refleja el deterioro general del entramado productivo provincial. Pero lo que más preocupa a los protagonistas es la falta de una estrategia coordinada entre Nación y Provincia.
Mientras tanto, en los parques industriales los galpones vacíos se multiplican y los obreros, muchos con más de 20 años de oficio, buscan reinventarse en la informalidad.
En ese contexto, la pregunta que resuena entre los empresarios y los gremios es la misma:
“¿Quién va a defender a la industria santafesina si los que deberían hacerlo están en campaña?”.