La confirmación de la salida de los ministros de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe que superan el límite constitucional de los 75 años marcó el cierre de una etapa histórica en el Poder Judicial provincial y abrió, al mismo tiempo, una de las decisiones políticas más trascendentes de la gestión de Maximiliano Pullaro. Lejos de dilatar definiciones, el gobernador avanzó con rapidez y ya dejó definidos los tres nombres que propondrá para cubrir las vacantes que se producirán en 2026, asegurándose una Corte con fuerte impronta radical, anclaje territorial y perfiles técnicos consolidados.
La renovación no es menor: con las salidas de Eduardo Spuler, Roberto Falistocco y Rafael Gutiérrez, el máximo tribunal provincial quedará profundamente reconfigurado. En ese contexto, Pullaro no solo cumplió con el mandato constitucional, sino que también ordenó políticamente una Corte alineada con su concepción institucional, en un momento donde la Justicia aparece como un actor central en la implementación de reformas estructurales.
Según confiaron fuentes del propio gobierno a este medio, la definición de los nombres no estuvo exenta de tensiones internas y cálculos políticos. En particular, el lugar destinado a una mujer rosarina iba a ser ocupado inicialmente por otra figura, pero ese nombre —aseguran— terminaba de agrietar por completo la relación entre el gobernador y el intendente de Rosario. La decisión final buscó evitar ese escenario, sin resignar solvencia técnica ni representatividad.
Los nombres elegidos y sus trayectorias
Los propuestos por el Poder Ejecutivo son Diego Luis Maciel, Aldo Mario Alurralde y Jorgelina Mabel Genghini, tres perfiles con recorridos diferentes pero complementarios, que combinan gestión pública, magistratura, ejercicio profesional y representación institucional.
Diego Maciel es abogado egresado de la Universidad Nacional del Litoral, con ejercicio profesional en la ciudad de Esperanza desde 2004, especializado en Derecho Civil y Comercial. Su perfil está fuertemente vinculado a la gestión legislativa y administrativa: fue asesor del bloque del Frente Progresista en Diputados, subsecretario en el Ministerio de la Producción, secretario del bloque del Senado, subsecretario de la Cámara Alta y actualmente secretario administrativo del Senado provincial. En 2025 asumió además como secretario administrativo de la Convención Reformadora de la Constitución, ocupando un rol clave en uno de los procesos institucionales más relevantes de la provincia. Su figura sintetiza el cruce entre técnica jurídica y construcción política.
Aldo Mario Alurralde proviene del ámbito estrictamente judicial y académico. Abogado por la UNL, con maestría en Derecho Tributario en la Universidad de Barcelona y doctorado en Ciencias Jurídicas por la UCSF, es juez federal titular en Reconquista, con competencia en el norte santafesino. Su trayectoria docente es extensa y reconocida, como profesor titular de Derecho Tributario, Aduanero y Financiero, además de autor de libros y publicaciones especializadas. Su incorporación aporta experiencia jurisdiccional, mirada federal y solidez académica.
Jorgelina Mabel Genghini, la propuesta rosarina, es abogada egresada de la UCA, con formación en gestión ambiental y derecho laboral. Desde 2003 se desempeña como jueza del Tribunal Municipal de Faltas de Rosario, con un paso por el Ministerio de Medio Ambiente provincial y una extensa trayectoria en el ejercicio profesional privado. Integra la Mesa Directiva de la Federación Argentina de Colegios de Abogados y representa a la abogacía organizada en el Consejo de la Magistratura de la Nación, donde participa en comisiones clave. Su perfil combina gestión pública, justicia de cercanía y representación gremial profesional, un equilibrio que terminó de inclinar la balanza en su favor.
El camino institucional de los pliegos
El gobernador Pullaro confirmó que ya firmó el decreto con los nombres de los tres candidatos, dando inicio formal al proceso institucional. “Hace instantes firmé un decreto con los nombres de los tres candidatos propuestos para renovar la Corte Suprema de la Invencible Provincia de Santa Fe”, publicó en sus redes sociales, destacando que se trata de “la última etapa de un proceso institucional ejemplar”.
El procedimiento se rige por el Decreto Nº 0018/07, firmado en su momento por Hermes Binner y modificado este año por el Decreto Nº 2889/24. Durante los primeros tres días se habilita la publicación de antecedentes para consideración pública, seguida por un período para adhesiones o impugnaciones. Luego, los pliegos serán enviados a la Legislatura en los primeros días de enero.
Con el inicio del período ordinario el 15 de febrero, comenzarán a correr los 45 días constitucionales para su tratamiento, por lo que en marzo se espera la aprobación legislativa. La asunción será escalonada: Maciel ingresará en septiembre, tras la salida de Spuler, y Alurralde y Genghini en noviembre, en reemplazo de Falistocco y Gutiérrez. Más adelante, en dos años, se abrirá una nueva vacante por el cumplimiento de la edad límite del ministro Daniel Erbetta.
La mirada política de Pullaro sobre la nueva Corte
En declaraciones a Radio Rafaela, Pullaro defendió la renovación casi total del máximo tribunal y sostuvo que no se trata de una crítica personal a los ministros salientes, sino de una necesidad institucional. “Indudablemente uno no es el mismo después de treinta años en el mismo cargo, y menos en uno que tiene tanto poder”, afirmó, señalando que la permanencia prolongada genera “puntos ciegos” frente a las demandas sociales.
El gobernador destacó que la nueva Corte tendrá una mirada territorial, diversidad de procedencias y un fuerte anclaje técnico. “Esta nueva conformación va a trabajar en un plan de eficiencia y ordenamiento de los recursos para que realmente lleguen a la gente”, sostuvo, remarcando su objetivo de acercar la Justicia a los problemas reales de los santafesinos.
Con estas definiciones, Pullaro no solo avanza en la renovación judicial más profunda de las últimas décadas, sino que también ordena políticamente el Poder Judicial, asegurando una Corte alineada con los valores y la impronta del radicalismo santafesino. Un movimiento de alto impacto institucional que marcará el pulso de la Justicia provincial en los próximos años.



