A horas del vencimiento del plazo para la presentación de listas en Santa Fe, la coalición Unidos atraviesa un momento de intensas negociaciones internas. Dos de sus principales fuerzas, la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista (PS), se reunián este jueves en la capital provincial para avanzar en la definición de candidaturas de cara a la elección de convencionales constituyentes y los comicios locales.
Con figuras clave de ambos espacios sentadas a la mesa, el encuentro será una continuidad del cónclave que el radicalismo mantuvo el miércoles, donde el gobernador Maximiliano Pullaro y su entorno político delinearon estrategias. Sin embargo, si bien el cónclave de este jueves es considerado una instancia relevante, no se espera que se tomen decisiones definitivas, ya que aún restan otras fuerzas dentro de la coalición por involucrarse en la definición final de la nómina.
Los nombres en disputa
El principal interrogante gira en torno a quién ocupará el segundo lugar en la lista de convencionales constituyentes detrás de Pullaro. La socialista Clara García aparece como una de las principales postulantes para ese espacio, aunque todavía no hay definiciones concretas. En las últimas horas habría quedado descartada la posibilidad de que se repita la fórmula ganadora del 2023, ya que son muchas las voces que no quieren a Gisela Scaglia en el segundo lugar.
Además de la lista provincial, las negociaciones abarcan la distribución de candidaturas en ciudades clave como Rosario y Santa Fe, donde la posibilidad de listas múltiples es un escenario casi inevitable. En Rosario, la incertidumbre persiste en torno a la estrategia del oficialismo y la posible participación de Damián Pullaro, hermano del gobernador, en alguna de las listas. También se baraja la inclusión de otros funcionarios provinciales, como Esteban Santantino y Santiago Sauco, en los segundos lugares de las nóminas.
En el socialismo, la concejala Verónica Irizar aparece como una de las principales referencias para renovar su banca en Rosario, aunque algunos sectores sostienen que podrían surgir nuevas opciones dentro del espacio. En paralelo, se analiza si la secretaria de Control y Convivencia de Rosario, Carolina Labayru, será la candidata del intendente Pablo Javkin. En tanto, el PRO ya tendría definida la postulación de Anita Martínez, vinculada al sector de la vicegobernadora Gisela Scaglia.
Más tensiones en en la ciudad de Santa Fe
El acuerdo inicial entre el gobierno provincial y el intendente Juan Pablo Poletti establecía que ambos sectores se repartirían los dos primeros lugares en la lista. En principio, Poletti había evaluado impulsar la candidatura de un hombre, pero finalmente optó por la periodista María Luengo. Esta decisión alteró los planes de la UCR pullarista, que ahora debe nominar a un hombre para cumplir con la Ley de Paridad de Género.
El nombre que suena con más fuerza es el de Sergio «Checho» Basile, actual funcionario del Ministerio de Desarrollo Humano. En un principio, el pullarismo tenía proyectado colocar en ese lugar a Adriana «Chuchi» Molina, presidenta del Concejo y referente del exintendente José Corral. Sin embargo, la decisión de Poletti dejó en una situación incierta a este sector, que posee dos de las cinco bancas que Unidos renueva y busca mantener una posición de peso dentro del cuerpo legislativo.
Más allá de los dos primeros lugares, la discusión también se centra en el tercer y cuarto puesto, donde el socialismo exige un espacio preponderante. En ese sentido, el partido de la rosa cuenta con tres líneas internas que buscan representación: la de Julio «Paco» Garibaldi, que encabezará la lista de convencionales por el departamento La Capital; la del exintendente Emilio Jatón, quien evalúa su participación; y la de la concejala Laura Mondino, cuyo mandato finaliza y busca renovar su banca.
El corralismo, por su parte, insiste en que Molina debe ocupar un lugar destacado en la nómina, argumentando que en las elecciones legislativas pasadas su candidata, Silvina Cian, logró imponerse tanto en la interna como en la elección general. “Hemos demostrado nuestra fortaleza electoral y eso debe reflejarse en la lista”, sostienen desde este sector.
Las conversaciones se intensifican en la recta final y el armado de la lista para los Concejos se entrecruza con la definición de la nómina de convencionales, lo que podría servir como una vía para descomprimir la tensión. En la coalición se diluye el optimismo respecto a lograr la unidad y varios sectores advierten que están listos para presentar sus propias listas en caso de que no lleguen a los acuerdos.
Unidos y la estrategia electoral
Las tensiones internas dentro de Unidos han sido contenidas hasta ahora, pero las negociaciones de último momento podrían modificar el esquema inicial. Mientras el oficialismo provincial avanza con cautela en la configuración de listas, referentes radicales y socialistas insisten en la necesidad de una representación amplia dentro de la coalición. “Hay que garantizar la mayor diversidad posible de sectores y miradas”, señalaron desde el armado oficialista.
El cierre de listas definirá el mapa político dentro de Unidos y marcará el tono de la campaña de cara a los comicios del 13 de abril. Con el calendario electoral apremiando, las próximas horas serán decisivas para resolver las incógnitas y consolidar la estrategia de la coalición en la provincia.