El gobierno de Santa Fe endureció su postura frente a la política económica nacional y volvió a reclamar la eliminación total de las retenciones, esta vez con una advertencia directa: “Hay que sacarle la pata de encima a los productores”. La frase, pronunciada por el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, marcó el tono de una declaración que no pasó desapercibida en los pasillos de la Casa Rosada.
Aunque desde la Provincia reconocieron que la reciente quita de retenciones a productos industriales fue “un paso en la dirección correcta”, el reclamo va más allá: Santa Fe exige una reforma fiscal estructural que incluya al agro, insumos importados, combustibles e IVA. “No alcanza con gestos. Necesitamos decisiones de fondo”, subrayó Puccini.
Un modelo en disputa
El eje del conflicto no es nuevo, pero se acentúa. Para el Ejecutivo santafesino, el esquema actual de derechos de exportación frena el desarrollo, limita la competitividad e impide que las industrias y los productores reinviertan en tecnología. El gobernador Maximiliano Pullaro fue tajante: “Desde Santa Fe decimos que el esquema de retenciones ya no se soporta más. Nuestras industrias precisan un acompañamiento estratégico, no un castigo fiscal”.
El reclamo, que hasta ahora se había expresado en términos diplomáticos, adopta un tono cada vez más confrontativo con Nación, justo en un contexto de tensiones por los recortes presupuestarios, el freno a las transferencias discrecionales y el ajuste que impacta en obras públicas y programas productivos.
Una grieta federal que se agranda
Las declaraciones del ministro Puccini se suman a una serie de gestos que muestran una creciente incomodidad de la administración santafesina con el rumbo económico del gobierno libertario. “No podemos seguir sosteniendo un esquema que premia la especulación financiera y castiga la producción real”, lanzó el funcionario.
En Santa Fe consideran que el sector agroindustrial es una de las palancas clave del desarrollo económico del país, y que las retenciones funcionan como un cepo al crecimiento genuino. Además, la provincia reclama que se bajen los aranceles de importación de insumos para maquinaria —que oscilan entre el 10,8 % y el 18 %— y que se elimine el impuesto al combustible, medidas que impactarían directamente en los costos de producción.
“Medidas tibias para un país en crisis”
Desde la cartera productiva insistieron en que la eliminación de retenciones para algunos sectores industriales, si bien positiva, “es insuficiente” y “no resuelve el problema de fondo”. Sectores como la maquinaria agrícola, autopartes, productos farmacéuticos, cosméticos y plásticos fueron beneficiados con la última resolución del Gobierno nacional, pero el reclamo va por más.
“La producción santafesina está en condiciones de competir en cualquier mercado del mundo. Lo que no podemos seguir haciendo es producir con una mochila fiscal que responde a una lógica centralista y extractiva”, sostuvo Puccini.
Un mensaje directo a la Rosada
El ministro no disimuló su incomodidad con la falta de diálogo concreto con Nación: “Lo venimos planteando permanentemente y lo volvimos a hacer en las reuniones con el gobierno nacional. Pero no vemos respuestas integrales”. La tensión entre los gobiernos se cuela cada vez con más fuerza en la agenda pública, en un momento en el que otras provincias también comienzan a marcar distancias.
“Es momento de quitar trabas. La Nación tiene que entender que sin producción en las provincias no hay futuro posible”, concluyó Puccini.