Un nuevo escrache público tuvo como protagonista al Ministro de Educación de la Provincia de Santa Fe, José Goity, en el marco de un acto oficial realizado en la ciudad de Funes. No es la primera vez que el funcionario atraviesa este tipo de episodios, en medio de un creciente malestar de sectores de trabajadores estatales, particularmente del ámbito educativo.
El hecho ocurrió durante la apertura de sobres para la licitación de la obra del edificio propio de la Escuela de Educación Secundaria Orientada (EESO) N° 728, un proyecto largamente reclamado por familias autoconvocadas y acompañado por el gremio docente AMSAFE Rosario. El evento oficial fue interpretado por distintos sectores como una puesta en escena del gobierno provincial, al que acusan de impulsar un “modelo ajustador” que afecta directamente a la escuela pública y al trabajo docente.
Durante la actividad, una docente se acercó de manera respetuosa al ministro para manifestarle sus reclamos. Sin embargo, fue inmediatamente rodeada por al menos cuatro hombres, uno de los cuales sería el secretario de prensa del ministerio, y los restantes —según denunciaron desde AMSAFE— actuarían como custodios o como funcionarios cercanos que adoptaron una actitud intimidante hacia la mujer. La escena fue registrada en video y rápidamente se viralizó en redes sociales.
El sindicato AMSAFE Rosario repudió el accionar del entorno del ministro, al tiempo que sostuvo que el episodio refleja el creciente malestar de los trabajadores de la educación con la gestión de Maximiliano Pullaro. “A donde vayan, los iremos a denunciar”, señalaron desde la entidad gremial en un comunicado difundido tras el hecho. “Estos gestos cosméticos no tapan el vaciamiento y el ajuste. Atacan a la docencia pero no nos van a callar”, agregaron.
Desde el oficialismo, hasta el momento no hubo declaraciones públicas sobre lo sucedido. La visita de Goity a Funes tenía como objetivo central avanzar con la tan postergada construcción del edificio para la EESO N° 728, una demanda histórica de la comunidad educativa local. La obra, que representa un reclamo sostenido desde hace años, fue celebrada en los discursos oficiales como una muestra de compromiso con la educación pública. No obstante, los representantes sindicales cuestionaron la contradicción entre estas acciones y las políticas de ajuste que —afirman— afectan directamente las condiciones laborales y salariales del sector docente.
El escrache a Goity en Funes se suma a una serie de episodios similares que enfrentan distintos integrantes del gabinete provincial, quienes son interpelados por ciudadanos o trabajadores en la vía pública. Estos hechos reflejan una creciente tensión social y política, en un contexto de reclamos sindicales por mejores condiciones laborales, mayor inversión en educación, y rechazo a políticas que consideran restrictivas y autoritarias.