La política del norte santafesino quedó sacudida este miércoles con la renuncia formal del intendente de Las Toscas, Leandro Chamorro, uno de los dirigentes radicales más influyentes del departamento General Obligado y figura central en la vida institucional de la ciudad durante los últimos dieciséis años. La dimisión ―que venía circulando “off” desde el fin de semana― se confirmó en la mañana del 26 de noviembre, cuando el Concejo Deliberante recibió la notificación oficial y convocó a una sesión extraordinaria para aceptar la salida inmediata del mandatario.
La renuncia no es sólo un hecho administrativo: marca el cierre anticipado de un ciclo político que definió buena parte de la gobernabilidad local desde 2009 y que, a días del recambio institucional, abre un capítulo inédito en la historia de Las Toscas. Chamorro, que ya había pedido licencia médica un mes atrás, atravesó en las últimas semanas un cuadro de salud complejo, con internación, cirugía y un tratamiento que lo obligó a reducir drásticamente su actividad pública. Sus propias condiciones físicas, agravadas en los últimos días, terminaron por precipitar una decisión que él mismo definió como “difícil pero necesaria” para garantizar una transición ordenada.
La salida del intendente se inscribe además en un contexto político particular: el 10 de diciembre asumirá el socialista Iván Gastón Sánchez, electo en junio con el 56,95% de los votos y convertido en el primer mandatario de su signo político en la historia de la ciudad. Chamorro pretendía completar su cuarto mandato consecutivo, pero las circunstancias lo obligaron a ceder el mando antes de tiempo. En ese breve lapso, la intendencia será encabezada de manera interina por el presidente del Concejo, César López (PJ), quien había quedado a cargo del Ejecutivo en anteriores licencias médicas del mandatario.
Un cierre anticipado que conmueve al norte
Desde su entorno y desde distintas voces del norte provincial, la renuncia se vive con mezcla de sorpresa y pesar. Chamorro fue, durante casi dos décadas, un actor clave en la vida política regional: un intendente con peso territorial propio, con capacidad de gestión y de articulación suprapartidaria, y con una trayectoria que trascendió las fronteras de Las Toscas. Su figura, además, se volvió referencia en momentos de emergencia sanitaria y social, logrando sostener continuidad electoral durante cuatro períodos.
Sin embargo, los problemas de salud que lo afectaron este año terminaron por poner un límite. Entre julio y octubre estuvo con licencia médica, sometido a tratamientos que le impedían movilizarse con normalidad. Tras reassumir brevemente, debió volver a Santa Fe para una nueva intervención quirúrgica que lo dejó con movilidad reducida y bajo estrictas indicaciones médicas. La imposibilidad de estar al frente del municipio en un tramo clave de la transición terminó por inclinar la balanza.
En las últimas horas, Chamorro convocó a su domicilio al intendente electo Sánchez y a la futura secretaria de Gobierno, María Laura Fiant, para comunicarles su decisión. Ambos, según consignaron medios regionales, le expresaron respaldo y aseguraron acompañar una transición sin sobresaltos.
Un legado de 16 años y una transición en orden
La Municipalidad difundió un comunicado oficial donde se destaca la “entrega, compromiso y amor por la ciudad” del intendente saliente, a la vez que subraya que la determinación se tomó “en un marco de consenso y diálogo responsable”. El documento, titulado “Leandro Chamorro: 16 años al servicio de Las Toscas”, remarca que la prioridad fue garantizar estabilidad institucional y claridad administrativa en los días previos al recambio del 10D.
El radical deja una ciudad ordenada políticamente, con un sucesor legitimado por las urnas y con un cuerpo deliberativo listo para completar un breve período interino. La sesión extraordinaria de este miércoles a las 20 horas aceptará la renuncia y designará a López como intendente hasta la asunción formal del nuevo mandatario.
Quién es el sucesor: el socialista que hizo historia
En las elecciones del 29 de junio, Iván Gastón Sánchez (Unidos para Cambiar Santa Fe) obtuvo un contundente triunfo con 3.758 votos (56,95%), superando por más de 30 puntos a sus competidores. Con 31 mesas escrutadas y participación del 63,4% del padrón, la elección confirmó un cambio político profundo en la ciudad tras 16 años de hegemonía radical.
Sánchez es un dirigente joven, vinculado al socialismo provincial y con sintonía política con la diputada Charo Mancini y con la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García. Su futuro gabinete ya está delineado, y la renuncia de Chamorro acelera la necesidad de trabajar en conjunto durante estas dos semanas de transición.
Una figura que se retira y un escenario que se redefine
La salida anticipada de Chamorro deja un vacío político en la región, no sólo por su peso institucional, sino también porque clausura un período de continuidad inédita en la historia reciente de Las Toscas. El intendente radical se va con reconocimiento transversal y con el respeto de propios y ajenos, pero también en medio de un proceso electoral que ya definió un nuevo rumbo.
Las Toscas inicia así un período de transición controlada, con un interinato breve, un intendente electo con amplia legitimidad y un cierre de ciclo que, aunque inesperado por su timing, se desarrolla sin tensiones institucionales.
La política del norte santafesino —marcada por liderazgos fuertes, ciclos largos y disputas territoriales intensas— suma un capítulo de alto impacto, donde la salud personal termina definiendo el fin de uno de los mandatos más extensos de la región.



