La negociación salarial entre el gobierno de Maximiliano Pullaro y los gremios docentes entró en un punto muerto. Tras una votación masiva, la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) resolvió rechazar la propuesta de aumento del 8% en tres tramos y convocó a un paro de 24 horas para el miércoles 14 de mayo, seguido por una jornada provincial de protesta el jueves 15. El gremio docente que representa a los trabajadores de la educación pública decidió avanzar con la medida de fuerza pese a la amenaza oficial de descuentos por inasistencia.
Desde el gobierno provincial, en tanto, ratificaron que no habrá nueva convocatoria y defendieron la oferta presentada como “el máximo esfuerzo posible”. La misma incluye un incremento salarial escalonado: 3% en abril, 2,6% en mayo y 2,4% en junio, con un piso garantizado de $75.000 para los sueldos más bajos. El cálculo se realiza sobre los haberes de marzo, lo que para los gremios implica una pérdida de poder adquisitivo acumulada.
La respuesta fue contundente. De los más de 20.000 docentes que participaron en la votación, el 87% optó por rechazar la propuesta. El secretario general de Amsafé, Rodrigo Alonso, afirmó que el ofrecimiento “no tiene nada que ver con las necesidades que tenemos los docentes” y reclamó una recomposición que contemple tanto la inflación del primer semestre como la deuda acumulada desde 2023.
Además del reclamo salarial, Alonso apuntó contra la falta de discusión sobre condiciones laborales. “En la paritaria no se dijo absolutamente nada. Seguimos sufriendo un régimen de presentismo que obliga a compañeros a ir a trabajar enfermos. Eso no es calidad educativa”, subrayó. También calificó como “vergonzoso” el trato que reciben los docentes jubilados.
La decisión de Amsafé contrasta con la posición de Sadop, el sindicato que agrupa a los docentes de escuelas privadas. Aunque también rechazaron la oferta —el 67% votó en contra—, el 75% de los afiliados optó por no realizar medidas de fuerza directa. Según explicó el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, esa cautela responde al impacto que tendría el descuento por paro en los bolsillos de los trabajadores. “La propuesta salarial era muy mala y está lejos de las expectativas. Pero muchos docentes privados no pueden afrontar una pérdida más”, indicó.
Lucero reclamó una nueva instancia de diálogo y le pidió al Ejecutivo “madurez política”. “Si es verdad que al gobierno le interesa que los chicos estén en las aulas, que convoque de nuevo. La predisposición al diálogo tiene que ser real, no solo declamativa”, expresó.
Desde la Casa Gris, sin embargo, la respuesta fue terminante. El ministro de Gobierno, Fabián Bastía, calificó la propuesta como “una oferta justa que prioriza a los sectores con más necesidades” y aseguró que no habrá otro llamado a paritaria. “El gobierno ya hizo un esfuerzo máximo para distribuir los recursos de manera equitativa”, insistió.
En este escenario, el conflicto docente en Santa Fe vuelve a tensarse. La división entre públicos y privados no es menor: mientras unos se movilizan sin miedo a los descuentos, otros se sienten atados por la necesidad de conservar el salario. En ambos casos, el malestar es compartido.
Para la semana próxima, se espera un miércoles sin clases en las escuelas públicas de la provincia y un jueves con protestas callejeras en reclamo de una nueva propuesta salarial y de la derogación de la reforma previsional. El gobierno, por ahora, sostiene su postura y cierra la puerta a una nueva negociación.