La fiscal regional de Rosario, María Iribarren, renunció a su cargo como jefa de los fiscales de esa jurisdicción. La salida se hará efectiva a partir del 1 de septiembre próximo y fue, según indicaron desde el organismo judicial, por «diversas circunstancias».
En su lugar quedará provisoriamente el fiscal Matías Merlo, quien ya había tomado posesión del MPA rosarino a partir de una intervención dispuesta por la Fiscalía General tras salir a la luz a la irregular relación informativa que tuvo el fiscal Matías Edery con Mariana Ortigala, acusado de ser testaferro de Los Monos.
La renuncia además se da además en un contexto cuál Iribarren se desempeñaba como la coordinadora de sedes del interior (Cañada de Gómez, Casilda, San Lorenzo y Villa Constitución).
La funcionaria judicial saliente ingresó de muy joven al Poder Judicial y supo desempeñarse, previo a su ingreso al Ministerio Público de la Acusación, como Fiscal de Cámara en el viejo sistema de Justicia que rigió en la provincia hasta 2014.
En 2018 fue designada como coordinadora de la Fiscalía Regional de Rosario y supo estar al frente de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.
Dos años después, quedó al frente de la Segunda Circunscripción de forma interina tras la detención del entonces fiscal regional, Patricio Serjal y el fiscal Gustavo Ponce Asahad por recibir coimas del juego clandestino.
En 2023 quedó formalizada en el cargo de fiscal regional de Rosario. Sin embargo, ante la investigación abierta al fiscal Matías Edery, su desempeño quedó sujeto a análisis de la Fiscalía General, por lo que su puesto quedó intervenido en marzo pasado.