La Convención Reformadora de la Constitución de Santa Fe dio lugar a un reclamo central del Centro de Estudiantes de Derecho y Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), sede Rosario. Tras un intenso debate, se modificó la redacción del artículo vinculado al Consejo de Selección del Poder Judicial y del Ministerio Público, asegurando que las universidades privadas también queden contempladas en la representación académica.
La discusión sobre la representación universitaria
En los primeros borradores, el dictamen mayoritario de la convención establecía la participación de “universidades públicas” en el Consejo de Selección, lo que dejaba afuera a instituciones privadas como la UCA Rosario. Esa formulación fue señalada como excluyente y generó un fuerte cuestionamiento por parte de estudiantes y autoridades de la universidad.
El Centro de Estudiantes planteó que la limitación no solo afectaba el equilibrio académico en la integración del órgano judicial, sino que además implicaba un gesto de desigualdad hacia los títulos expedidos por universidades privadas. “No queríamos que se instale la idea de universidades de primera y universidades de segunda”, expresó Ignacio Cámats, presidente del Centro.
Posteriormente, una nueva propuesta reemplazó la referencia a “universidades públicas” por “universidades nacionales”, pero esa redacción también fue objetada por considerarse imprecisa y con riesgo de exclusión. Finalmente, el texto aprobado incorporó la fórmula “universidades con sede en la provincia”, garantizando un criterio amplio y plural.
El rol de los estudiantes y la búsqueda de consensos
Según explicó Cámats, la defensa de la UCA Rosario se tradujo en largas horas de debate en la Convención. “Se trataba de mantener la pluralidad académica en los órganos decisivos del Estado y de poner en valor el título de cada alumno que estudia en nuestras aulas”, afirmó.
La posición estudiantil recibió apoyo de distintos bloques políticos y de convencionales que también tienen vínculo académico con la UCA. El resultado fue considerado un logro significativo, ya que la redacción inicial hubiera limitado la representación al ámbito público y cerrado el debate de manera definitiva.
Reconocimiento a la Iglesia Católica y pluralidad académica
Además del tema universitario, el Centro de Estudiantes de la UCA Rosario planteó otro objetivo en el proceso reformista: el reconocimiento histórico de la Iglesia Católica en el artículo 3 de la Constitución provincial. Para la institución, se trata de un punto con fundamentos sociales y culturales de peso en la identidad santafesina.
Cámats destacó que ambos planteos —el vínculo con la Iglesia y la inclusión de las universidades privadas— formaron parte de la agenda estudiantil en la Convención. “Se ve la mano de los centros de estudiantes cuando se defienden los títulos y la institucionalidad”, sostuvo.
Un debate que excede lo académico
La resolución alcanzada en la Convención fue interpretada como un avance hacia un modelo de pluralidad intelectual y paridad universitaria, que reconoce tanto a la educación pública como privada en la conformación de órganos claves del Estado.
“Pensar en un monopolio del conocimiento sería cavar la tumba de nuestro futuro”, concluyó Cámats, subrayando la necesidad de que todas las instituciones académicas tengan voz en los espacios de decisión que definen el funcionamiento del Poder Judicial en la provincia.