En sintonía con la línea de Pullaro, el intendente de Rosario anunció que dará por decreto un aumento del 8% a los trabajadores municipales y advirtió que descontará el día a quienes hagan paro. El Sindicato ratificó la medida de fuerza y denuncia un ataque directo a los derechos laborales.
Pablo Javkin dio un giro decisivo en su relación con el Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario. Este lunes, en conferencia de prensa, el intendente anunció que otorgará por decreto un aumento salarial del 8% para los trabajadores municipales y que, además, descontará el día a quienes adhieran al paro convocado para este martes 13 de mayo. Como si no bastara, el mandatario municipal calificó como “extorsivas” y “mafiosas” las protestas del gremio, tensando al máximo una paritaria que ya estaba empantanada.
El cruce entre el Ejecutivo local y el Sindicato escaló rápidamente desde la jornada de protesta de la semana pasada, cuando el gremio se movilizó frente al Palacio de los Leones. Allí anticiparon el paro y exigieron una mejora salarial, luego de semanas de dilaciones en la negociación. Javkin no sólo no accedió al reclamo, sino que profundizó el conflicto con medidas unilaterales que se alinean con la estrategia que el gobernador Maximiliano Pullaro viene aplicando en la provincia: acuerdos por decreto con los gremios que aceptan las condiciones del Ejecutivo, sanción para quienes se movilizan.
“Catorce veces pudimos acordar una negociación paritaria con prudencia y firmeza. Ahora no vamos a permitir el rompimiento unilateral de la negociación”, sostuvo Javkin, responsabilizando al sindicato por el fracaso del diálogo. La frase que más encendió los ánimos fue, sin embargo, otra: “No vamos a aceptar actitudes extorsivas ni mafiosas”.
Desde el Sindicato de Municipales no tardaron en responder. Confirmaron el paro de 24 horas para este martes, con guardias mínimas garantizadas, especialmente en salud. También convocaron a una conferencia de prensa a las 8:30 para explicar los motivos de la medida. “La decisión del intendente busca castigar el derecho a huelga y enterrar cualquier posibilidad de negociación”, afirmaron desde el gremio.
El aumento por decreto –8% trimestral, en línea con lo otorgado por la provincia a ATE y UPCN– fue presentado por el intendente como una forma de “cuidar el dinero de todos los rosarinos”, en medio de “una caída de la recaudación” y con el argumento de “financiar obras”. Pero el mensaje implícito fue claro: si hay protesta, hay castigo.
La escena rosarina se inscribe en un clima más amplio de tensión laboral en toda Santa Fe. La administración Pullaro ya dio señales de premiar a los gremios dóciles y sancionar a los rebeldes. Javkin parece haber tomado nota y decidido replicar el método, a riesgo de romper puentes con los trabajadores que sostienen los servicios esenciales de la ciudad.
En la antesala de un conflicto mayor, la paritaria municipal rosarina está al rojo vivo. Mientras el gobierno municipal avanza con decretos y descuentos, los trabajadores se preparan para salir a la calle. En el medio, la ciudadanía asiste a un nuevo capítulo de tensión entre gobernantes que prometen austeridad y trabajadores que reclaman dignidad salarial.