« »
HOY:  lunes 09 de diciembre del 2024

El Ministro Claudio Brilloni destacó un dato impactante sobre la droga en Rosario

El ministro de Seguridad de Santa Fe dijo que «cuesta mucho simular un dispositivo de vigilancia para tener testimonios y convencer al fiscal de allanar ese domicilio o punto de venta de drogas, porque cuando vas, o no está más o cambian las personas y tenes que tener otra orden de allanamiento»

El ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, precisó que en Rosario “hay 197 puntos de venta de droga o búnkeres” y que en cada uno de ellos “no se puede poner un patrullero”, porque en caso de hacerlo “se desatienden” los robos y arrebatos.

Brilloni, destaco en una declaraciones radial que el policía “no tiene las manos atadas, tiene todas las atribuciones y obligaciones conferidas por ley, por el Código Procesal Penal de Santa Fe y la Constitución Nacional, para proteger vidas y bienes”.

“Es importante trabajar fuerte en la prevención para que el delito no se produzca”, expresó el funcionario provincial, quien dijo además que los vecinos de Rosario “quieren a su comisaría como era el modelo de antes que tenía 200 o 300 efectivos”.

Pero, advirtió, actualmente las comisarías “tienen 40 o 50 policías divididos en cuatro turno de trabajo sin los patrulleros necesarios y eso a la gente no le gusta”.

“Quédense tranquilos que si bien la comisaría no tiene recursos, sí la Unidad Regional II y las distintas direcciones de la Policía garantizan una presencia en territorio”, señaló a la población el titular de la cartera de Seguridad provincial.

No obstante, dijo que “la gente no puede entender que al ir a una comisaría le digan que no pueden mandar un móvil o tomar una denuncia”.

Brilloni precisó que actualmente en Rosario “hay contabilizados 197 puntos de venta de droga o búnkeres”.

“Y no podemos poner un patrullero en cada uno de ellos porque para hacerlo tendríamos que desatender los otros problemas que preocupan a la ciudadanía como los robos y los arrebatos”, afirmó.

El ministro dijo que “cuesta mucho simular un dispositivo de vigilancia para tener testimonios y convencer al fiscal de allanar ese domicilio o punto de venta de drogas, porque cuando vas, o no está más o cambian las personas y tenes que tener otra orden de allanamiento”.