La Senadora Nacional busca con este proyecto que la reiterancia de imputados y/o condenados sea causal para denegar la prisión preventiva y la excarcelación.
Hace tiempo Santa Fe viene siendo rehén del narcotráfico que asedia la provincia. Los santafesinos vivimos bajo la amenaza constante que se recrudeció en estos últimos días. Esto es el claro reflejo del cambio de paradigma en la lucha contra estas bandas, que hasta hace poco usaban las cárceles como base de operaciones.
Lamentablemente son cada vez más los inocentes que tienen que pagar la avanzada que por tantos años se permitió a estos criminales, en la última semana el narcotráfico se llevó las vidas Bruno Bussanich, Diego Alejandro Celentano, Marcos Daloia y Héctor Rául Figueroa junto a la amenaza de seguir atentando contra la gente si no se “respetan sus derechos” – así figura en la nota mafiosa que dejaron en la estación de servicio tras asesinar a Bruno-. Vemos, entonces, cómo la gente trabajadora, el que se va a ganar el pan del día tiene que vivir con miedo mientras los delincuentes hacen lo que quieren.
Esta imagen se repite hace tiempo y nos demanda resoluciones urgente a la política. Por eso, presenté un proyecto para que la reiterancia en la comisión de delitos sea un agravante a tener en cuenta para denegar la prisión preventiva a imputados y la excarcelación a aquellos detenidos preventivamente que la solicitan; tengamos en cuenta que sólo en Santa Fe el 85% de las personas condenadas vuelven a cometer un delito cuando salen de la cárcel.
En los últimos años de laxitud en la interpretación penal y de malinterpretación de la política de derechos humanos, la justicia se convirtió en una puerta giratoria en lugar de ser una institución disciplinar que proteja a los ciudadanos y actúe con todo su peso para castigar y reformar a quienes actuaron por fuerza de la ley.
Necesitamos volver a un esquema que no premie al criminal, sobre todo en los tiempos que corren donde nuestra gente está caminando con miedo sin saber si van a volver a sus casas cuando salen de trabajar. El narcotráfico está en avanzada permanente y para combatirlo necesitamos la acción conjunta de las fuerzas de seguridad, como bien se anunció desde la provincia y el gobierno nacional, pero también una legislación a la altura.
La figura de reiterancia existe en países como Italia, Francia, España, Alemania. EE. UU y Brasil. Acá en Argentina, Mendoza también la aplica con muy buenos resultados: los delitos contra la integridad física, incluidos homicidios y robos con uso de armas de fuego bajaron significativamente.
Si al éxito de la medida le sumamos los números de la realidad que demuestran que los índices de reincidencia en la perpetración de delitos son altísimos, entonces queda claro que es urgente que los jueces puedan contar con esta figura a la hora de evaluar la peligrosidad de una persona sometida a un proceso penal.
Los santafesinos no podemos esperar más, y el país tampoco. El acorralamiento mafioso que vive la provincia y el terrible miedo que atravesamos pueden ser el triste y temible espejo del país si no se actúa ya, desde todos los flancos posibles, para combatir al narcotráfico.
