El gobernador santafesino comenzó las reuniones con los espacios opositores que participarán de la Convención Constituyente. Desde el peronismo, Más para Santa Fe y La Libertad Avanza coincidieron en pedir que el debate se traslade a 2026. La decisión final aún está en manos de Pullaro.
Con los 69 convencionales constituyentes ya definidos, el gobernador Maximiliano Pullaro inicio una serie de reuniones con referentes opositores con el objetivo de acordar la fecha de convocatoria de la Convención Constituyente. Si bien el oficialismo apuesta a sesionar entre julio y agosto, tras las elecciones municipales del 29 de junio, los distintos sectores de la oposición insisten en que el proceso reformador se inicie recién en 2026, con mayor previsibilidad política y participación ciudadana.
La reforma de la Constitución de Santa Fe abrió un nuevo capítulo de tensión política. Luego de las elecciones de convencionales constituyentes, el gobernador Maximiliano Pullaro inició una serie de reuniones con los espacios opositores para definir las reglas del debate, incluyendo el punto más sensato: la fecha de la convención.
Pese a que el oficialismo había adelantado su intención de realizar el encuentro entre julio y agosto de este año, los referentes opositores llegaron a la Casa Gris con una postura firme: postergar el debate hasta 2026. Argumentan que un tratamiento apresurado de la reforma debilitaría la participación ciudadana y reproduciría los errores del proceso que ya fue cuestionado por su escasa difusión y nula apertura a otros sectores.
Una reforma “de espaldas a la sociedad”
Desde Más para Santa Fe , el ex candidato a gobernador Juan Monteverde fue categórico: «Insistir en hacer la convención en julio sería repetir la lógica de hacer las cosas a las apuradas y de espaldas a la sociedad. El gobernador tiene la oportunidad de enmendar los errores cometidos hasta ahora», lanzó tras el encuentro con Pullaro.
Monteverde recordó que la ley de necesidad establece un plazo que permite estirar la convocatoria hasta marzo o abril del próximo año, y pidió aprovechar ese tiempo para abrir un proceso real de participación: «Hasta ahora la ciudadanía solo fue convocada a votar, pero no participó del proceso. Hay que llamar a colegios profesionales, sindicatos, cámaras empresarias, clubes y organizaciones sociales. Si no, esto termina siendo una reforma de la política para la política», advirtió.
El dirigente también valoró la voluntad de diálogo mostrada por el gobernador, aunque advirtió que ese gesto deberá traducirse en hechos: «No alcanza con abrir una ronda de conversaciones. Para que no sea un simulacro, Pullaro tiene que escuchar el mensaje de las urnas. La gente no da cheques en blanco».
Lewandowski también se sumó al pedido
Por su parte, el senador nacional Marcelo Lewandowski —referente de Activemos— también pidió que la convención se traslade a 2026 y llamó a priorizar los consensos: “La Constitución debe ser el resultado de un acuerdo amplio, no de una mayoría circunstancial”, sostuvo.
El ex candidato a gobernador propuso incluso que algunas comisiones de trabajo funcionen en Rosario y otras ciudades de la provincia, como forma de federalizar el debate: «Hay que garantizar un verdadero debate de ideas con representación de todos los sectores. Si se concentra todo en la capital provincial, también se pierde parte de la riqueza que puede aportar a la ciudadanía».
Lewandowski ofreció sus equipos técnicos para organizar el trabajo de las comisiones, y se mostró dispuesto a acompañar el proceso si el oficialismo muestra vocación real de apertura.
La Libertad Avanza coincide en postergar
Desde el espacio libertario también surgieron voces en el mismo sentido. El diputado nacional Nicolás Mayoraz —que debía reunirse con el gobernador pero suspendió el encuentro por cuestiones de agenda— ya expresó que la convención debe realizarse entre febrero y marzo de 2026. Una postura similar es la de Amalia Granata, referente del frente Somos Vida y Libertad, con quien el gobierno aún no logró concretar una reunión.
Con este escenario, el pedido de postergar la fecha no es solo del peronismo: es compartido por gran parte del arco opositor, que exige mayor tiempo y amplitud para encarar una reforma constitucional de largo aliento.
Pullaro escucha, pero ¿decidirá?
Al finalizar el primer encuentro con los opositores, el gobernador Pullaro afirmó que se trataba de un “diálogo muy bueno” y que su intención es que la nueva Constitución “no sea de unos u otros, sino la que rija los destinos de Santa Fe durante los próximos 20, 30 o 40 años”.
Sin embargo, aún no hubo una definición respecto a la fecha. En el oficialismo insisten en que el segundo semestre de 2025 es el momento ideal para concretar la convención, en un contexto sin elecciones provinciales ni nacionales que puedan interferir. Pero la presión opositora crece.
Ahora, la pelota está en la cancha del mandatario santafesino: o decide avanzar con su idea original y asumir el costo político de desoír a toda la oposición, o acepta postergar la discusión para construir un consenso más amplio y duradero. ¿Pullaro se mostrará como un líder que escucha o como un reformista decidido a imponer su agenda?.
Apuntes desde la Casa Gris
Unidos, la coalición que gobierna la provincia, tendrá 33 convencionales propios, a solo dos de la mayoría necesaria para aprobar los cambios constitucionales. Con este panorama, Pullaro apunta a consolidar un bloque reformador junto al Frente de la Esperanza y otros aliados menores, con quienes ya se teje un entendimiento político de base programática: límites a las reelecciones indefinidas, equilibrio fiscal, eliminación de fueros, transparencia y eficiencia en la gestión.
En este marco, el gobierno provincial comenzó a desplegar una estrategia de construcción de acuerdos «a cielo abierto», donde se buscan puntos de encuentro con diversos sectores para blindar el proceso reformista, y al mismo tiempo preparar el escenario político hacia los próximos desafíos.
Pullaro no solo busca cerrar 2024 con una Constitución reformada, sino también posicionarse con fuerza para dos instancias clave: las elecciones legislativas nacionales de 2025, donde aspira a proyectar a sus principales figuras en las listas al Congreso, y su propia reelección en 2027. Con una mayoría en la Convención al alcance de la mano, y una oposición dividida entre quienes acuerdan y quienes se atrincheran, el gobernador ya imagina un segundo mandato viable. No obstante, algunos aliados internos, en voz baja, no garantizan hoy el voto afirmativo a una cláusula de reelección inmediata, por lo que el escenario aún guarda incertidumbres y negociaciones por venir.