Alberto Fernández brindó su último discurso como presidente, en la cual realizó un balance de su gestión, hizo algunas autocríticas y defendió la herencia que deja su gobierno.
En su último discurso como presidente, Alberto Fernández subrayó que “no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo», tras señalar que en 2024 ingresarán al país unos 35.000 millones de dólares por «exportaciones agrícolas, ganaderas, de gas y de litio».
En un mensaje a la población emitido por cadena nacional, el jefe de Estado saliente destacó que «gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5 mil millones de dólares para importar gas licuado» y sostuvo que «de aquí hasta el 2030 las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%».
«Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen», advirtió Fernández.
El Presidente reconoció, por otra parte, que «no se alcanzaron los objetivos» propuestos en lo relativo al «fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza», y consideró que «las circunstancias y el contexto no acompañaron. Deberíamos haberlo hecho mejor o diferente», asumió.
Sin embargo, Fernández evaluó que el nuevo gobierno encabezado por Javier Milei «encontrará un país más federal, más justo, más potente, con enormes posibilidades de avanzar en el camino marcado».
«Argentina es un país mucho mejor que hace cuatro años: con más trabajo, más obras de infraestructura construidas, más viviendas, más industria, más universidades, más derechos para las mujeres y disidencias, más desarrollo de ciencia y tecnología», remarcó.
Fernández consideró que en su gestión, «Argentina vio crecer su economía un 16% entre 2021 y 2022 y el empleo registrado comenzó un crecimiento que lleva 37 meses ininterrumpidos».
«Es el lapso más prolongado de creación de empleo observado en democracia. El empleo industrial es el más alto de los últimos seis años. Con el empleo aumentó el consumo y así registramos treinta meses consecutivos de crecimiento. El consumo privado hoy es un 10% mayor que antes de la pandemia», apuntó. Además, aseguró que «el mercado de trabajo continuó mejorando sus indicadores», y subrayó que «la conflictividad laboral observada en nuestro mandato, ha sido la más baja de los últimos doce años».
«La tasa de empleo se ubica en niveles récord de 44,6%; la tasa de desocupación presentó niveles mínimos en términos históricos: 6,2%. El total del empleo registrado llegó a niveles máximos desde 2012 con 13.320.000 ocupados», consignó.
«A 40 años de Democracia, defendámosla cada día, como nos enseñaron las Abuelas y las Madres de Plaza de mayo, y todos y todas quienes nos marcaron el camino. Más y mejor democracia, siempre», concluyó.