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Pullaro y el desafío de consolidar su poder en Santa Fe: ¿Y si sale mal?

El gobernador Maximiliano Pullaro se enfrenta a un 2025 decisivo en Santa Fe, donde las elecciones pondrán en juego su liderazgo político y el destino de su gestión

El gobernador Maximiliano Pullaro se enfrenta a un 2025 decisivo en Santa Fe, donde las elecciones pondrán en juego su liderazgo político y el destino de su gestión. Con un calendario electoral que incluye la elección de convencionales constituyentes, autoridades locales y legisladores nacionales, el mandatario no solo plebiscitará su administración, sino que buscará consolidar el poder de su coalición, Unidos para Cambiar Santa Fe, frente a un panorama político lleno de desafíos y riesgos.

Aunque, hasta el momento, su liderazgo dentro de Unidos parece no tener grandes sombras, y con la esperanza de seguir contando con ese millón de votos que lo llevó a la Casa Gris, un mal desempeño electoral en un año que tiene muchas cosas en juego, no solo podría debilitar su posición política y poner en duda la estrategia política, sino que además, comenzará a generar fisuras internas en la coalición. La reforma constitucional, que seria su principal logro, requiere de un triunfo contundente en las elecciones de convencionales, lo que lo obliga a involucrarse directamente y asumir riesgos políticos personales.

Además, el gobernador deberá demostrar que Unidos puede consolidarse como una fuerza territorial con capacidad de gobernar municipios y comunas en un contexto de alta fragmentación y competencia. Pese a los riesgos, de lograr todo lo propuesto no solo reforzará su liderazgo provincial, sino que, también sentará las bases para un proyecto político a largo plazo, con miras a su posible reelección o el salto nacional.

Los corre el calendario, y también el armado  

Tengamos en cuenta que el cronograma electoral santafesino comenzó muy temprano. Al momento de redacción de esta nota, faltan 15 días, 12 horas y monedas para la presentación de alianzas y cierre de listas que está fijado para el 7 de febrero. Las PASO programadas para el 13 de abril y las generales para el 29 de junio.

62 años después, Santa Fe está ante el evento institucional y político más grande que se pueda vivir, como es la reforma constitucional. Un proyecto ambicioso que, como decía anteriormente, para Pullaro y su frente de gobierno requiere de una mayoría significativa en la Convención Constituyente. Fundamentalmente, para pensar en que puede conseguir cómodamente meter el tema principal de la reforma -pese a evadir su interés en la cuestión- como lo es la reelección de su cargo. 

La coalición gobernante se enfrenta, primero a sus dilemas internos, entendiendo que todos quieren ser y tener su lugar, como la presidente del PRO Santa Fe y vicegobernadora, Gisela Scaglia, la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García; o los intendentes de las ciudades más grandes de la provincia, Pablo Javkin y Juan Pablo Poletti. También se habla de una posible integración de Carolina Losada a la lista oficial de constituyentes, pese a que públicamente no sea declarada. Pullaro tiene el gancho, el Losadismo quiere estar, pero el gobernador “no quiere dejar a nadie afuera” aseguran. Otro riesgo de quiebre.  

Solucionado esto, tiene de frente un peronismo que se reagrupa, la construcción de nuevas alianzas competitivas, como el armado de Marcelo Lewandowski o el de Amalia Granata y Unite, como también, el creciente protagonismo de La Libertad Avanza en el territorio provincial, un “cuco” al que, inevitablemente, tendrán que enfrentar.

El pleno de Pullaro, pero los riesgos de Unidos

Unidos para Cambiar Santa Fe, concentró más de un millón de votos en 2023 llevando a Maximiliano Pullaro al poder. Hoy por hoy, con los datos que tiene la mesa chica de la Casa Gris, teóricamente, el gobernador mantiene una imagen positiva del 70%, cuentas que sirven para preparar los comicios. La elección de convencionales no solo será una prueba para medir el respaldo popular al gobernador, sino que también expondrá las tensiones internas de esta diversa alianza de radicales, socialistas, PRO y otros. 

El riesgo de liderar personalmente la lista de convencionales, para el hughense, es elevado. Un resultado adverso no solo frustraría el objetivo de la reforma constitucional, haría caer la idea de la reelección y no dejaria ilusiones para el salto nacional, también va a debilitar su liderazgo dentro de Unidos, y como aquel luchador que viene indiscutido y pierde su invicto, cualquiera se le podría animar.

Pero a pesar de estas ideas, que a cualquier mortal le quitaria el sueño, se le suman las elecciones locales, que representan otro desafío estratégico. Unidos deberá defender sus posiciones en las principales ciudades de la provincia, incluyendo Rosario y Santa Fe, donde las realidades políticas locales varían y requieren un enfoque flexible. 

La muñeca y el pragmatismo de los estrategas de Unidos sostiene que la estrategia “depende de cada localidad y sus realidades”, comenta una fuente. La falta de candidatos propios que tengan cierta fortaleza en ciertos distritos, como Rosario, obligará al oficialismo a negociar alianzas internas, lo que podría generar más tensiones entre los distintos sectores de la coalición. Este caso particular, invitan a pensar en una PASO con una interna abultada, con figuras pesadas que arrastren voluntades, dejando a la suerte democrática dirimir una lista general de lo más competitiva. Los planes parecen ajustarse a cada realidad 

En otros casos, como localidades que compiten por la intendencia, si se podría apostar por figuras propias, radicales pura cepa del pullarismo, donde también se jugaría un pleno, al ser actores del riñón. En la mesa chica, aseguran que no va haber listas o alianzas forzadas, porque, en todo caso, creen que “cualquiera va necesitar el apoyo de Maxi”.  

La mirada nacional: ¿Enfrentar a Javier Milei?

El tercer desafío de Pullaro será definir su estrategia frente a las elecciones nacionales en el segundo semestre donde, en ese caso, será Javier Milei quien plebiscitará su gestión. Si bien, podríamos hacer cuentas de que Unidos comparte parte del electorado libertario, el gobernador enfrenta un dilema estratégico: ¿confrontar a Milei o mantenerse al margen?

Históricamente, los intentos de protagonismo en elecciones nacionales han resultado contraproducentes para los gobiernos provinciales, como lo fue el fracaso de Miguel Lifschitz y Luis Contigiani en 2017 -Con un comodísimo tercer lugar- cuando enfrentaron a Mauricio Macri. Pullaro parece inclinado a evitar ese error, concentrándose en mantener la estabilidad fiscal de Santa Fe y reforzando su «modelo de austeridad» sin entrar en conflicto directo con la Casa Rosada.

Aunque algunos se animarian a pensar que podría haber cierto acuerdo entre las partes, Pullaro no compitiendo en la nacional y Milei dejando pasar la elección constituyente, también, con esta intención de “ir a por todo” asumiendo los costos, no está dicho que pueda pasar una cosa o la otra.    

Aun con riesgos, hay oportunidades en el horizonte

El 2025 será un año bisagra para Maximiliano Pullaro y Unidos para Cambiar Santa Fe. Si bien el gobernador y sus leales sostienen que hay una posición sólida y una imagen pública favorable, el desafío de liderar tres elecciones simultáneas plantea riesgos significativos. La reforma constitucional, la consolidación territorial y la estrategia frente a Milei serán las claves de un año electoral que definirá no solo el futuro político de Pullaro, sino también el rumbo de Santa Fe en los próximos años. A cualquiera, todo esto, le quitaría el sueño .

 

Por Facundo Acosta

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