La construcción del nuevo puente que unirá Santa Fe y Santo Tomé quedó en el centro de una disputa entre el Gobierno Nacional y la Provincia de Santa Fe. Desde la Secretaría de Transporte de la Nación intimaron a Vialidad Provincial a frenar los trabajos, argumentando incumplimientos en la documentación y falta de coordinación con organismos nacionales. Sin embargo, desde la gobernación santafesina rechazaron la medida y ratificaron la continuidad de la obra con financiamiento propio.
La intimación del Gobierno Nacional
A través de un comunicado oficial, la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) exigió la suspensión inmediata de los trabajos iniciados, alegando que se detectaron intervenciones en la zona sin la debida autorización. Según indicaron, el convenio firmado entre Nación y Provincia en noviembre de 2024 establecía que Santa Fe asumiría la ejecución y financiamiento del proyecto, pero siempre bajo supervisión y coordinación con la DNV.
El organismo nacional aseguró haber solicitado en reiteradas ocasiones información sobre los planes de contingencia hídrica, seguridad vial y evaluación ambiental. En comunicaciones fechadas el 25 de octubre de 2024, el 12 de marzo y el 21 de marzo de 2025, Vialidad Nacional habría requerido informes técnicos detallados que, según afirman, nunca fueron entregados en su totalidad.
La postura de Santa Fe: “La obra no se detiene”
Lejos de acatar la intimación, el gobernador Maximiliano Pullaro ratificó la continuidad de la obra. “La hacemos con recursos santafesinos, está sobre una traza provincial y no hay ninguna posibilidad de que paremos los trabajos”, sostuvo en declaraciones a la prensa.
El mandatario provincial enfatizó que la construcción del puente es una necesidad urgente para mejorar la conectividad y descomprimir el tránsito sobre el Puente Carretero, que tras 86 años de servicio evidencia un marcado deterioro. Pullaro también manifestó su sorpresa ante la postura de la Nación: “Tenemos un buen vínculo con el Gobierno Nacional, esto se podría haber resuelto por las vías institucionales y no a través de los medios”.
El respaldo de “Unidos para Cambiar Santa Fe”
Desde el oficialismo provincial también salieron en defensa del proyecto y calificaron de “insólito” el intento de frenar la construcción. En un comunicado, la coalición “Unidos para Cambiar Santa Fe” respaldó la decisión del Ejecutivo de avanzar con la obra y criticó la falta de inversión del Gobierno Nacional en infraestructura vial dentro de la provincia.
“Es absurdo que la Nación busque frenar una obra que financia Santa Fe con fondos propios, cuando en realidad debería haber sido el Estado Nacional el encargado de garantizar su ejecución”, señalaron en el comunicado.
Cruces y gestiones políticas
En medio de la escalada del conflicto, Pullaro adelantó que buscará comunicarse con el ministro de Economía, Luis Caputo, para destrabar la situación. “Vamos a dialogar con las autoridades nacionales, pero queremos dejar claro que la obra continuará”, afirmó.
Desde el Ministerio de Obras Públicas de Santa Fe señalaron que el proyecto cuenta con los estudios ambientales y técnicos necesarios y que la información se ha remitido en distintas ocasiones a Vialidad Nacional. Sin embargo, también reconocieron que la comunicación con el organismo nacional ha sido irregular, en algunos casos reducida a intercambios por correo electrónico y mensajes de WhatsApp.
El trasfondo de la disputa
El conflicto en torno al puente Santa Fe – Santo Tomé pone de manifiesto tensiones políticas entre la Provincia y la Nación. Mientras Santa Fe avanza con una inversión de casi 40.000 millones de pesos en la obra, el Gobierno Nacional mantiene una postura crítica y exige mayor coordinación.
La obra del nuevo puente es una demanda histórica de la región, ante el deterioro del Puente Carretero y la creciente congestión vehicular. Sin embargo, la falta de acuerdo entre las partes podría derivar en un enfrentamiento judicial o, en el peor de los casos, en un nuevo freno a una infraestructura clave para la movilidad y el desarrollo de la región.
