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Luego de un imponente triunfo, ahora solo se tuvo que conformar con un premio consuelo

Mientras el armado electoral de Unidos en Rosario toma forma, las negociaciones de la lista oficialista han dejado a la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, con un rol secundario que poco se asemeja a una victoria política

Mientras el armado electoral de Unidos en Rosario toma forma, las negociaciones de la lista oficialista han dejado a la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, con un rol secundario que poco se asemeja a una victoria política. Aunque se anunció que encabezará la jefatura de campaña de la lista impulsada por el intendente Pablo Javkin y el gobernador Maximiliano Pullaro, la realidad es que su espacio fue relegado y sin figuras de peso en la boleta.

La lista oficial de Unidos estará encabezada por Carolina Labayru, funcionaria clave de la gestión de Javkin, secundada por Damián Pullaro, hermano del gobernador, marcando una clara preeminencia de las estructuras del radicalismo y el javkinismo sobre otras corrientes internas. En este escenario, Schmuck asume un papel que parece más un premio consuelo que una posición de influencia real en la campaña.

 

Sin espacios y con nombres en el aire

El cierre de listas dejó fuera de carrera a varios actores políticos con peso propio. Tres concejales en ejercicio, Carlos Cardozo (PRO), Verónica Irizar (socialismo) y Nadia Amalevi (del propio espacio de Schmuck), no lograron ubicarse en lugares expectantes, lo que les garantiza que en diciembre quedarán sin bancas. Sin embargo, en el mundo de la casta política -como ya la manifestan los sectores libertarios en campaña-, los lugares nunca desaparecen del todo. La historia reciente muestra que los dirigentes alineados a los liderazgos dominantes siempre encuentran un cargo disponible si muestran suficiente docilidad y alineamiento.

Si bien se intentó vender la incorporación de Schmuck a la jefatura de campaña como un logro, la realidad indica que su espacio fue marginado en la lista oficialista. Su participación en la negociación del armado junto al rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, no logró plasmarse en lugares de relevancia en la boleta, dejando en evidencia su pérdida de peso dentro de la coalición.

En las últimas elecciones locales de Julio de 2023, María Eugenia Schmuck, la actual presidenta del Concejo municipal se alzó como la candidata más votada con 40 por ciento de los votos. La candidata de Unidos para Cambiar Santa Fe más que duplicó en cantidad de votos a Mariano Romero, del Peronismo y a Caren Tepp, de Ciudad Futura.

Por su parte, el rector de la UNR y esposo de la Presidenta del Concejo, Franco Bartolacci, ha logrado una gestión destacada y con méritos para ir en búsqueda de otros lugares de poder. Por eso es inexplicable, este desaire en el armado oficialista rosarino. 

 

Objetivos modestos y una campaña sin garantías

Desde el oficialismo admiten que retener cinco bancas sería un buen resultado en un escenario donde La Libertad Avanza amenaza con captar una porción significativa del electorado. Sin embargo, la falta de nombres fuertes y el descontento de sectores internos pueden convertir la campaña en un desafío mayor al esperado.

El armado de Unidos ha dejado clara la prioridad del javkinismo y el radicalismo por sobre otros sectores, lo que podría traducirse en tensiones futuras dentro de la coalición. Schmuck, mientras tanto, ocupa un rol de visibilidad en la campaña, pero sin capacidad de decisión real, en un esquema donde la estructura política ya parece haber decidido quiénes serán los protagonistas del próximo ciclo.

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