El mandatario de Pérez dejará momentáneamente su cargo para asumir “con responsabilidad” su rol de convencional. Una jugada que interpela directamente a Pullaro y sus ministros.
Pablo Corsalini, intendente peronista de la ciudad de Pérez, confirmó que tomará licencia mientras dure el estado de Asamblea de la Convención Constituyente que comenzará el próximo 14 de julio. El anuncio lo hizo en el programa de streaming Democráticamente, y marca un gesto político que lo separa del resto de los funcionarios con roles ejecutivos que también integran la Convención, entre ellos el propio gobernador Maximiliano Pullaro y tres de sus ministros.
El dirigente del PJ explicó que la decisión parte de un compromiso personal con el proceso reformador: “Voy a hacer uso de mi licencia el tiempo que dure el trabajo de constituyente porque creo que es lo mejor para mi ciudad, y tiene que ver con la responsabilidad con la que me he comprometido. Es una oportunidad histórica y hay que aprovecharla”, señaló Corsalini.
Una decisión con peso simbólico
La licencia del intendente de Pérez será efectiva durante los casi dos meses que dure la Asamblea, y en ese tiempo el gobierno municipal quedará en manos del presidente del Concejo Deliberante, Favio Schiaretti. Desde su entorno aclaran que se trata de una decisión estrictamente institucional: el ritmo de trabajo ejecutivo diario no es compatible con las demandas del rol reformador, y el proceso constitucional exige dedicación completa.
Pero más allá de lo operativo, el gesto tiene lectura política: mientras el oficialismo de Unidos se esfuerza por mostrar gestos de austeridad —como la renuncia a cobrar dietas por parte de sus convencionales—, el peronismo responde con una apuesta simbólica distinta, que prioriza la dedicación exclusiva a la construcción del nuevo texto constitucional.
¿Y Pullaro?
La decisión de Corsalini deja una pregunta flotando: ¿harán lo mismo el gobernador Pullaro y los tres ministros de su gabinete que integran la Convención? Hasta el momento no hay señales en ese sentido, aunque en la Casa Gris aseguran que cada funcionario “evaluará su desempeño sin descuidar las responsabilidades del Ejecutivo”.
En ese marco, la jugada del intendente peronista sube la vara y tensiona una discusión que hasta ahora se concentraba más en las formas (renuncias a la dieta, declaraciones de principios, líneas discursivas) que en los compromisos concretos para abordar el trabajo constituyente con seriedad institucional.
Corsalini se convierte así en el primer y único intendente en tomar esta decisión. En la interna del PJ no hay mayores fricciones sobre el tema: ni Roly Santacroce (Funes) ni Enrique Vallejos (Reconquista), los otros intendentes que habían figurado como candidatos a convencionales en la lista de Marcelo Lewandowski, lograron ingresar a la Convención. El verdadero contrapunto, entonces, se da con el oficialismo provincial, que tendrá que definir si acompaña el gesto con hechos o si se mantiene en la lógica dual de gobernar y reformar al mismo tiempo.