El ministro de Justicia y Seguridad se refirió a las requisas en las cárceles. Destacó que “se están cumpliendo con todas las normas que establece la Ley de Ejecución Penal de la provincia de Santa Fe”.
El ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, en declaraciones a la prensa, se refirió a la situación del servicio penitenciario y los detenidos en pabellones de alto perfil: “Se están cumpliendo con todas las normas que establece la Ley de Ejecución Penal de la provincia de Santa Fe, que permite la realización de requisas sorpresivas, aleatorias y, lo que se vio, no es otra cosa que medidas de seguridad”, dijo sobre las imágenes que mostraron el resultado de los operativos en Piñero.
Al referirse a las fotos de requisas en cárceles, apuntó que “las fotografías se dan protegiendo, por supuesto, la identidad de las personas, tanto de los reclusos como del personal, pero nos parece un gesto de transparencia que se pueda mostrar esto. Son procedimientos de control que no deberían ser un tabú. Es lo que nuestro personal tiene que vivir a diario y es como se está trabajando para recuperar la seguridad en los penales de Santa Fe y, por este medio, también recuperar la seguridad en las calles”.
Luego explicó que en, la gestión anterior, el personal penitenciario que realizaba las requisas era “sometido a sumario cada vez que se rompía algo” y que, a su vez, los agentes “también son objeto de amenazas intimidaciones, les tiran con lavandina, con agua hirviendo”. “Entonces tomamos una serie de medidas de precaución. La primera fue que entren con el rostro cubierto y sin identificación. Tienen un número que permite posteriormente ser identificados en caso de que judicialmente o administrativamente se lo requiera. La segunda son las medidas de sujeción, ya que para trabajar en profundidad en la requisa es necesario aplicar medidas de sujeción física para evitar que el preso pueda entorpecer el procedimiento de control. La otra opción era ponerlos contra la pared del mismo pabellón de a uno y eso hace mucho más lento el procedimiento. Las medidas de seguridad se irán ajustando en la medida en que sigamos teniendo hechos vinculables a organizaciones que operan con conexiones en el interior de la cárcel”, detalló el funcionario.
A continuación, Cococcioni remarcó: “En estos 85 días que llevamos de gestión, entendemos que los grupos penitenciarios de requisa y de operaciones especiales están trabajando mucho mejor que cuando arrancamos. A tal punto que, en un mismo día, en una tercera requisa se encuentran elementos que no se habían encontrado en las dos primeras y esto se debe también a que el personal se siente más respaldado para poder actuar”.
Al ser consultado sobre si, ante las nuevas medidas de seguridad, se realiza una diferenciación de los presos, el ministro destacó: “Hay un grupo de presos que son ofensores primarios, de peligrosidad media-baja, que tienen muchas posibilidades de, con herramientas de educación, capacitación en talleres, fomentar sus relaciones familiares y sociales, poder reintegrarse a la sociedad y vivir lejos del delito. Pero hay un grupo de reclusos que tienen un compromiso criminal muy grande con bandas de narcotraficantes y sicarios y nuestro objetivo primario es proteger a la sociedad tal como indica la propia ley de ejecución, que su objetivo fundamental es la prevención de la reincidencia y la protección de la sociedad y a eso estamos apuntando”.