Con el dictamen de mayoría aprobado y la rosca terminada muchas horas antes, la sesión de este jueves era solo para escuchar discursos altisonantes y darle forma oficial a lo que se cocino hace días. Nadie se imaginó que la protesta gremial sería tan virulenta.
Pullaro lo pidió, en tiempo y en forma y su mayoría legislativa se lo dio: reforma y emergencia en materia previsional. Aunque se concretó de la misma manera con la que fue su tratamiento previo: a las apuradas y entre murmullos.
Este jueves 12 de septiembre comenzó con desinteligencia en el operativo de seguridad que dispuso en teoría el Gobierno, sin consultar a las autoridades de Diputados. Es más, fueron las autoridades de la Cámara Baja, las que hicieron sacar los vallados que hacían presumir a los alrededores del palacio legislativo como un escenario de guerra.
El ingreso de los legisladores que debían sesionar fue caótico, con manifestantes que bloqueaban el ingreso, policías dentro del hall central del Palacio Legislativo contendiendo la puerta principal de ingreso y desde adentro Diputados que intercambiaban mensajes con sindicalistas furiosos.
Pasadas las 12 del mediodía, comenzó la sesión. Luego del informe de los dictámenes y cuando hablaba el cuarto orador, el Diputado Socialista Pablo Farías, ante el desconcierto general del exterior, pidió pasar a votación del proyecto antes de que la situación se desmadre mas de lo que estaba.
Y por su parte, la Presidenta de la Cámara de Diputados y Diputadas Clara Garcia, tratando de poner orden, a voz levantada, debió pedir la votación, y el desborde de afuera entró al mismísimo recinto, donde los propios legisladores se contagiaron del caos.
En definitiva el Proyecto de Ley fue aprobado con 23 positivos, 9 negativos y 11 abstenciones, al menos así lo informaron las fuentes oficiales. Los diez minutos siguientes al resultado fueron de un griterío general que no permitió seguir con el uso de la sesión. Acto seguido muchos legisladores se retiraron de la sesión. Y se pidió un cuarto intermedio.
Al iniciar la sesión, el diputado José Corral justificó el voto de una ley a la que calificó de “muy importante” para la provincia. Justificó lo “democrático” de su espíritu dado que se realizaron “largas jornadas de debate” para realizar recomendaciones en el texto final redactado por el gobernador Pullaro.
“Nuestro espacio no vino para sostener el status quo ni para defender ningún privilegio”, explicó Corral y agregó que llegaron para votar “con mucho entusiasmo” la ley.
Si bien no alcanzó en el poroteo final, lo cierto es que este proyecto de ley —sumado a la designación de jueces para la Cámara de Ejecución Penal— fue el primer gran escollo que debió superar Maximiliano Pullaro en el ámbito legislativo. El gobernador debió esta vez acelerar negaciaciones y extender plazos de tratamiento.
Así y en consonancia con el rechazo popular que se vivió en la explanada legislativa, el diputado Fabián Palo Oliver destacó que la reforma previsional “es una de la más importantes” en la historia legislativa y alertó que se aprobó “sin tener un balance del año 2023”.
También cuestionó que sea un sistema “más equitativo” dado que se hizo “una pequeña modificación progresiva pero en números concretos no cierra”.
Por último señaló que en la comisión evaluadora “había solo cuatro representates de los sindicatos para 20 representates de la política, 17 de los cuales eran oficialistas”.
Un cerrado aplauso se escuchó cuando el legislador de Unite – Somos Vida, Emiliano Peralta, anticipó el voto negativo de todo su bloque. “De los aportes (de la Comisión), que fue realizado con toda seriedad, solo se tomaron dos recomendaciones”.
Y si bien aclaró que no comparten el lema de “La Caja no se toca”, tienen en cambio “diferencias de fondo” con el proyecto presentado por Pullaro. “Pusieron a los trabajadores contra los trabajadores”, cuestionó.
“Todos sostenemos a la iniciativa pública, privada y la seguridad social”, completó.
Incluso la libertaria Silvia Malfessi habló de un “mandato general” por el cual todos los legisladores debían votar en contra. Acto seguido hizo un repaso de por qué la norma es insconstitucional y con falta de tino político.
También se sumó al rechazo Juan Domingo Argañaraz, del también conservador partido Inspirar, quien habló sobre la “falta de gestión” por parte del oficialismo en su intención de democratizar el debate.
En mitad de su alocución se llamó a votación y se cerró el debate, pasándose a la votación.