El ex concejal rosarino y ex ministro de Transporte de la Nación quedó al frente de la fuerza que fundó Sergio Massa, quien optó por permanecer fuera de la estructura y no habló en el cónclave. Giuliano expresó “profunda preocupación por el clima de violencia política que alientan ciertos discursos”
En paralelo al congreso nacional del PJ, el Frente Renovador, que lidera el ex ministro de Economía y ex candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, realizó este viernes su congreso partidario para renovar autoridades y apostar por “ceder espacio” a las nuevas generaciones de dirigentes. Con la presencia de Massa, quien no habló ni ocupó ningún cargo partidario, el diputado nacional de Santa Fe Diego Giuliano asumió como nuevo titular del partido, y tendrá a la ex diputada bonaerense Valeria Arata, quien proviene de las filas de la UCR, como vicepresidenta.
En sus primeras palabras como máxima autoridad de Frente Renovador, el también ex concejal rosarino y ex ministro de Transporte de la Nación se apartó del modelo de confrontación que caracteriza a la gestión del presidente Javier Milei, marcando su “profunda preocupación por el clima de violencia política que alientan ciertos discursos”.
“Un péndulo en el que perdemos todos”, definió Giuliano, llamando a buscar “puntos de encuentro” para no seguir “exacerbando” las diferencias.
La reunión se desarrolló en el predio porteño de Parque Norte, donde arribaron dirigentes de todo el país y buscó reforzar la idea de “renovación partidaria”, aunque manteniendo una “identidad federal” y un “espíritu frentista y plural”.
A pesar de haber estado alejado de los escenarios y mantener un bajo perfil, durante la jornada, Massa se hizo presente con medias de diferentes colores para concientizar sobre el síndrome de Down. “Fue a escuchar a las nuevas autoridades y a los dirigentes más jóvenes”, aseguraron desde el entorno del tigrense.
Además de Giuliano y Arata, fueron elegidos como secretario general Franco Aranda, de San Juan; como tesorero el bonaerense Carlos Díaz, y como protesorero la chaqueña Katia Blanc.
Como vocales resultaron electos Verónica Larcher (Santiago del Estero), Marcelo Cordero (Catamarca), Verónica Abril (Chubut), César Lescano (Corrientes), Luciana Padulo (Buenos Aires); Héctor Rolando (La Pampa), Micaela Ferraro Medina (Buenos Aires) y Alejo Ramos Mejía (Rio Negro).
Los revisores de cuentas son Carla Pitiot (ciudad de Buenos Aires), Alejandro Sandilo (Chubut), Lilia Caimari (La Pampa), José Sánchez (Chaco), Felipe Baldonado (Buenos Aires), Sara Aparicio (Corrientes), Sebastián Rovira (Buenos Aires) y la diputada provincial santafesina Verónica Baró Graf.
Para el Tribunal de Disciplina José de Mendiguren (Buenos Aires), Alejandra Caneva (San Juan), Juan José Tufaro (ciudad de Buenos Aires), Natalia Perfetti (Rio Negro) y Jorge Araujo (Tierra del Fuego).
Otros santafesinos, ambos casildenses, la ex diputada nacional Vanesa Massetani y el ex delegado del Enhosa Roberto Meli forman parte de la Junta Electoral, junto a los bonaerenses Sofía Vanelli, Facundo Fernández, Gabriel Villegas y Abril Prevedello.
Durante el congreso, otro de los oradores fue el diputado provincial de San Juan Franco Aranda, quien en el congreso ratificó el compromiso con la educación pública: “No alcanza con escuelas; necesitamos escuelas abiertas y que funcionen, con clases todos los días, con sueldos dignos para docentes y donde los chicos y las chicas aprendan. Educación pública y gratuita para que todos puedan acceder, sí, pero tiene que ser de calidad y tiene que volver a darnos orgullo”, manifestó.
Por otro lado, durante el debate, Valeria Arata, expresó: “Creemos que cada argentino debe tener las herramientas necesarias para llevar adelante su proyecto de vida. No hay meritocracia posible cuando hay niveles de desigualdad tan grandes. El mérito es indispensable pero no alcanza si no hay políticas que garanticen un cierto punto de partida”.
El conclave del FR se llevó adelante el mismo día y en paralelo al que realizó el Partido Justicialista (PJ), que se desarrolló en el estadio de Ferrocarril Oeste del barrio porteño de Caballito, lo que podría leerse como una muestra de autonomía por parte del espacio que lidera Massa frente a la estructura formal del justicialismo.