El expresidente de Bolivia brindó una conferencia de prensa en Rosario, invitado por el diputado Leandro Busatto.
El expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, dialogò con la prensa antes de la charla que brindo en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
El exmandatario estuvo en la ciudad de Rosario invitado por el jefe del Bloque Justicialista de la Cámara de Diputados y Diputadas de Santa Fe, Leandro Busatto. De la conferencia participaron también el jefe de gabinete del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Roberto Sukerman, y la concejala Norma López.
Evo recordó que una de las cosas que lo llevaron a involucrarse en política fue un trágico episodio del que fue testigo en su juventud: «Tenía 19 años y vi como la dictadura le echaba gasolina a unos hermanos indígenas para quemarlos vivos. Para mí en ese momento el presidente era algo así como el papá de todos los bolivianos. Y fue ahí que me pregunté ¿como puede un padre quemar así a sus hijos?».
«Ahí empezamos a luchar por la gente humilde, la gente pobre, para que haya igualdad. Ahí entendí que la política es la ciencia del servicio. Y puedo hablar de eso: pueden revisar mis bienes, qué es lo que tengo. Se han cansado de acusarme de asesino, terrorista, narcotraficante. Esas acusaciones vienen de parte de quienes han empobrecido Bolivia, de dictadores de nuestro país», agregó.
«Hasta la década del 50 había voto calificado, solo votaban quienes sabían leer y escribir, o los que tenían título de propiedad. Entonces los indígenas no votaban. No podíamos decidir el futuro de nuestro país», insistió.
Luego hizo un repaso por la historia de Bolivia su para enmarcar lo que él denomina una decisión “clave” en sus gestiones: la nacionalización de los recursos naturales: “Bolivia se funda en 1825. Recién en 1937 se nacionalizaron los recursos naturales. Duró dos años: hubo un golpe de Estado. Hasta 1969 fueron 30 años más de saqueo. Otros dos años y en 1971 otra dictadura y siguió el saqueo”, rememoró.
“Cuando llegamos nosotros, en 2005, nuestro país tenía 180 años. Y siempre se habían saqueado los recursos. En ese momento el PIB era de 9.000 millones de dólares. En 2006 nacionalizamos los recursos naturales. Las empresas petroleras nos decían que no iban a invertir. No nos importó: les dijimos que si querían operar en el país, era el 82% para el país y 18% para ellos”, explicó.
Destacó «la solidaridad que mostraron Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández» con él y se mostró optimista «con las democracias en América Latina». «Con Lula se fortalece este proceso, es nuestra obligación seguir ese camino e ir complementándonos», enfatizó.