El presidente Javier Milei informó a través de X que vetará la Ley de Financiamiento Universitario sancionada en la madrugada de este viernes por el Senado. Los rectores de la Universidades Publicas de la Provincia de Santa Fe dejaron sus posiciones con fuertes declaraciones.
Durante este viernes, el subsecretario de Políticas Universitarias de la Nación, Alejandro Álvarez, le había respondido a varios usuarios que la última palabra la tiene el presidente de la Nación. Minutos más tarde, el jefe de Estado contestó la publicación confirmando que habrá “veto total”.
Será la segunda vez que el presidente utilice la facultad legislativa establecida en la Constitución Nacional. De esta manera, una vez que sea oficializado en el Boletín Oficial, ambas cámaras podrán insistir con el proyecto, pero deberá alcanzar los dos tercios de los presentes en cada recinto para insistir con el proyecto.
Esta iniciativa fue impulsada por la oposición en la Cámara baja que tras varios intentos fallidos, de sesión y emplazamientos, finalmente la madrugada del 15 agosto le dio media sanción por por 143 votos a favor, 77 en contra y una abstención. En el Senado, obtuvo 57 votos a favor, 10 en contra y 1 abstención, superando los dos tercios que debería repetir en caso de que el veto se haga y el Congreso insista.
Por su parte, el 23 de abril la comunidad educativa llevó a cabo la marcha federal universitaria desde la Plaza de los Dos Congresos hacia la Plaza de Mayo con más de un millón de personas. Ante este nuevo escenario, varias organizaciones se pronunciaron respecto a repetir e, incluso, duplicar la masividad de una nueva movilización en contra del veto de la Ley de Financiamiento Universitario.
Palabras del rector de la UNL Enrique Mammarella
El rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella, adelantó que se buscarán los dos tercios necesarios en el Congreso para rechazar el veto e insistir con el proyecto.
«El veto implicará volver a insistir, tanto con diputados como con senadores, para tratar de conseguir los dos tercios», manifestó el rector.
Mammarella enfatizó que el proyecto, tal como lo informó la Oficina de Presupuestos del Congreso, representa un 0,14% del Producto Bruto Interno (PBI), y que es un 10% del superávit que logró el gobierno nacional con el ajuste.
El rector subrayó que lo que la ley prevé es una actualización del presupuesto conforme a la inflación del año 2023 y 2024, pero que no se trata de un aumento.
Sobre la presentación del presupuesto nacional que hará el presidente este domingo por la noche, Mammarella dijo que «al no haber habido presupuesto 2024 por una decisión del gobierno de no tratar el que estaba elevado ni presentar uno nuevo, mucho no conocemos de cuáles son las ideas de la economía».
«Lo que sabemos es lo que el presidente sale todos los días a decir la importancia de mantener el equilibrio fiscal, y lo entendemos. Pero también se habla muy fuerte de lo que es el superávit fiscal, que es otra cosa que no es el equilibrio, es ahorrar. No sabemos el para qué de esa plata que el Estado Nacional hoy tiene en sus arcas, porque en estos primeros ocho meses hay un superávit de más de 7 billones de pesos que no sabemos a qué se va a aplicar, cómo y para qué», dijo en declaraciones radiales.
La opinión de Franco Bartolacci, rector de la UNR
Franco Bartolacci destacó la importancia de la reciente sanción de la ley de financiamiento universitario, la cual fue aprobada en el Senado con 57 votos afirmativos, 10 negativos y una abstención. El rector de la UNR, afirmó que este proyecto es crucial para resolver los problemas salariales y financieros que afectan a las universidades desde principios de año. “Es una gran noticia no solo porque se aprueba una ley que resuelve problemas, sino porque se hizo de manera holgada con más del 80% de los senadores, algo similar ocurrió en Diputados”, manifestó.
El proyecto, que garantiza el incremento presupuestario a las universidades nacionales, es motivo de controversia, ya que el gobierno nacional, a través del presidente, Javier Milei, adelantó que podría vetar la ley argumentando que pone en riesgo el equilibrio fiscal. Sin embargo, Bartolacci sostuvo que la ley no compromete las finanzas públicas. “Resuelve los problemas sin comprometer las arcas del Estado, es solo el 0,14 por ciento del PBI lo que se destina”, explicó, destacando que esta inversión implica una mayor previsibilidad presupuestaria para las universidades, con ajustes bimestrales por inflación.
Bartolacci hizo énfasis en que la ley es fundamental para resolver la crítica situación salarial que enfrentan los docentes y no docentes de las universidades. Según señaló, la norma establece actualizaciones mensuales conforme a la inflación, lo que permitirá una recomposición salarial que busca corregir el desfasaje del 50% que se produjo en los últimos meses. “Establece un parámetro que mes a mes implica una actualización conforme a la inflación y suma una recomposición por el desfasaje”, indicó.
En cuanto a las implicancias de un eventual veto presidencial, Bartolacci fue categórico al afirmar que no hay razones financieras que justifiquen tal medida. “Si se veta la ley no es por falta de recursos, es por falta de voluntad de resolver el problema y de asignarle a las universidades lo que necesitan para poder funcionar correctamente”, sostuvo, remarcando que la educación debe ser una prioridad en cualquier contexto económico.
El rector también se refirió a las dificultades que enfrenta la UNR durante este año, marcado por la crisis económica y la inflación creciente. “Es un año muy difícil, cuesta poner en palabras la dificultad que tenemos día a día para afrontar todos los compromisos”, expresó Bartolacci, quien destacó que, pese a las adversidades, la universidad no dejó de cumplir con ninguna de sus funciones gracias a una administración responsable y una comunidad comprometida.
Uno de los puntos que Bartolacci valoró de la nueva ley es que, al garantizar el financiamiento, se elimina la discrecionalidad por parte de las autoridades de turno en la asignación de recursos. “La ley te aleja de la discrecionalidad de cualquier autoridad circunstancial”, explicó, subrayando que lo más importante es asegurar una respuesta a la situación salarial de los trabajadores universitarios, lo que permitirá retomar el ritmo académico normal. “Tenemos que retomar un vínculo diario, que los estudiantes puedan cursar y rendir, para eso se deben pagar salarios dignos a los trabajadores de la educación”, añadió.
El rector criticó con dureza la precariedad salarial que enfrentan muchos docentes universitarios, señalando que es inadmisible que quienes forman a los futuros profesionales del país perciban sueldos que los sitúan por debajo de la línea de pobreza. “Es inexplicable que un docente que forma a los futuros profesionales de la nación cobre un salario de algo más de 140 mil pesos”, señaló Bartolacci, y recordó que más del 50% de los trabajadores universitarios se encuentran en esa situación.